En abril, se acaban de estrenar dos espectáculos nacidos como proyecto de graduación del área de Artes Dramáticas del IUNA: Ajena, relato coral para trece nadadoras y un hombre flaco, de Guillermo Cacace y Laura, de Mariano Pensotti.
Desde que se implementó la modalidad de las "residencias", los trabajos de los egresados de las escuelas de actuación lograron despertar el interés del público y crítica.
La primera experiencia de este tipo se hizo allá por 1998, cuando los graduados del Conservatorio Nacional convocaron a un director y un escenógrafo consagrados como Roberto Castro y Tito Egurza para poner en escena Ruta 14 de Jorge Leyes. Muchos de los espectáculos que nacieron de esta manera fueron celebrados por la crítica como La balsa de la medusa, de Emilio García Webhi; hicieron giras internacionales como Gore, de Javier Daulte o incluso realizaron varias temporadas en distintos teatros como El pánico, de Rafael Spregelburd.
Dedicado a Esther Williams
A partir de una crónica periodística, trece nadadoras de nado sincronizado cuentan lo que le pasó a una mujer llamada Gloria y su familia durante las últimas inundaciones de Santa Fe. En Ajena se documenta un caso real que Sonia Tessa publicó con el título "Catástrofe artificial". Desde la dramaturgia, la pregunta fue cómo se podría "entrar en el dolor de los demás". Así se dió con un mecanismo: "el relato coral" como la forma para narrar la historia de una persona que, convirtiendo su debilidad en entereza, se enfrentó a perderlo todo.
La puesta es de una gran belleza visual. La escenografía, la iluminación y la música permiten recrear el medio acuoso de la pileta y dan el marco perfecto para la obra. Las coreografías también son excelentes. Narrar un hecho trágico a partir de los movimientos sutiles, coordinados, frívolos si se quiere, le da a la obra una extrañeza y complejidad que nos instala sin preámbulos en el terreno del arte y no nos deja movernos de allí. A medida que avanza el relato, cada brazada y cada sonrisa van adquiriendo un tono cada vez más incómodo hasta volverse insoportables. En la belleza kitsch de los movimientos, en lo más artificial del artificio es donde se apoya y vehiculiza lo más comprometido, lo más político de la obra. Se nota en este punto la colaboración de Ciro Zorzoli (basta recordar Ars higienica para reconocer su impronta en este espectáculo).
Sin embargo, me queda una reflexión. Si la idea era establecer el concepto "catástrofe artificial" y mostrar que hubo responsables concretos de esta tragedia, si dependía de la voluntad y acciones de determinadas personas evitar la inundación; me parece que no alcanza hablar de "los políticos" como colectivo, como la personificación un tanto abstracta del mal. Los políticos no son nadie, nadie en particular. Decir "los políticos" no habla de la persona concreta que habría tomado la decisión de preservar "el golf" dejando que se inunden los barrios o que después no articuló la llegada de ayuda como debía. En definitiva, se termina repitiendo un lugar común y en vez de repartir responsabilidades en su justa medida, se termina "naturalizando" la situación. Logrando el efecto contrario al que se habían propuesto. La indignación es desmovilizante, estéril, no hace más que contentarse en el descontento y, creo yo, que ahí no hay lugar ni para el arte ni para la política.
Vos parate acá
Si hay algo típico en las clases de actuación es que haya muchas mujeres y muy pocos hombres. En Laura, Mariano Pensotti y Luis Biasotto sacan provecho de esta situación. La historia es la siguiente: nueve aspirantes a actriz se prueban para un mismo papel, el de Laura, la ex novia de él. Todas están vestidas de la misma manera, todas tienen pelucas iguales, las nueve están listas para convertirse en "Ella". No pareciera haber algo más irresistible para una actriz que vivir en esta especie de casting permanente. Él funciona como un director exigente, pidiendo escenas: el primer beso, una pelea, un fin de semana de campamento, etc. y así revivir todos y cada uno de los recuerdos que tiene de ella. Cuando la actuación no resulta satisfactoria, pide reemplazo y alguna de las otras nueve, ya está lista para repetir la escena.
El mecanismo resulta tan perfecto que parece eterno. Si la actriz no hace bien su papel, él se frustra; pero si logra convencerlo, el resultado es mucho peor porque hace patente la ausencia de Ella. No hay evolución posible, no hay final posible para esta situación. Sólo un sucederse de las mismas escenas hasta que alguien diga basta.
La escenografía es muy sugestiva: un campamento, distintas carpas traslúcidas dan lugar a distintas escenas, la música también: desde las canciones que corean las nueve Lauras hasta la música disco que ponen en el grabador para recrear una salida nocturna. Ezequiel Benzadón está muy bien en su rol, como así también el resto del elenco. La unión de textos de Mariano Pensotti con las coreografías Luis Biasotto nos hablan de un cruce interesante de las poéticas de ambos pero nos deja con ganas de ver más.
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Ajena. Relato coral para trece nadadoras y un hombre flaco.
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Dramaturgia y dirección: Guillermo Cacace
Actúan: Carolina Barat, Leticia Barbitta, Dolores Butteler, Sol Cintas, Serrana Diaz, Melina Forlano, Natividad Insua, Pamela Marmissolle, Ana Lía Rodríguez, Melina Saavedra, Cecilia Septembrino, Miguel Sorrentino, Manuela Vega, Silvina Vilanova
Teatro Beckett
Guardia Vieja 3556
Viernes 23 Hs Reservas 4867- 5185
Entradas: $ 12 Descuentos a est. y jub.
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Laura
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Dirección: Mariano Pensotti y Luis Biasotto
Actúan: Paula Diana Galimany, Gabriela Zarate, Laura Perera de Matos, Eloísa Colussi, María Virginia Yunes, Bárbara García Di Yiorio, Daniela Marchesi, Ma. Andrea Schmidt du Riet, Ezequiel Benzadon, Valeria Galindez
Portón de Sanchez
Sanchez de Bustamante 1034
Domingos 20hs Reservas al 4863-2848
Entradas: $ 12 Descuentos para est. y jub.
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