el interpretador aguafuertes

 

Fragmentos de una confusión

Usted va a clase y piensa cosas

Usted

 

 

 

 

Hay paro. Pocos parecen haberse enterado, pero hay paro. De nuevo.

La situación es compleja: los profesores que no cobran, las marchas, los piqueteros, las clases, las elecciones, los arreglos, los medios. La mar en coche.

Y Usted que va a clase. Y la profesora, reemplazante más que digna de un dinosaurio del pensamiento contemporáneo, parece una cruza de Lucho Luzbelito Avilés (por lo malvada y chismosa) y el Libro Gordo de Petete (por lo inabarcable de su conocimiento). Todo esto, sazonado con la melodiosa voz de Patricia Bullrich.

La clase comienza y las dudas se suceden. Suceden. La profesora duda. Los alumnos dudan. Deciden hablar sobre la situación. La situación es como una papa caliente que nadie quiere agarrar. Vuela sobre las cabezas de los escasos alumnos como un meteorito. Pocos se animan a abrir la boca. Esto de opinar en clase es complejo, demasiada exposición. Hay una reputación que cuidar.

Entonces, la duda.

La duda, remedio infalible.

Fragmentos de una confusión:

�Qué creemos? �En qué creemos? �Seremos otra generación reformista?

��Se está gestando una nueva reforma universitaria?...

�Qué pedimos? �Qué queremos?

Pero terrible, y más aún, incomprensible:

�estamos apáticos, no podemos movernos...

Algo nos sostiene.

�No hay proyectos individuales�

Tampoco colectivos

Estar acá, ahora, sentado, �qué nos provoca?

��La clase motiva?...

�Qué nos motiva? �Dónde quedaron las ilusiones, los sueños, las revoluciones por hacer? �Por qué la palabra revolución es una mala palabra? �Qué significa ahora?

�Cómo nos verán en el futuro? �Somos capaces de pensarnos a nosotros mismos desde el ahora? �Podemos ser objeto de nuestra reflexión y sujeto de nuestra acción al mismo tiempo?

�Pero no tenemos herramientas para enfrentar esto�

Retumba, repiquetea: �qué escribimos? �Para quién escribimos?

Más aún: �Contra quién escribimos?

�Construimos algo con las palabras? �Destruimos?

�Formación de intelectuales, plan de estudio, requerimientos académicos�

�Qué estamos contando? �Cómo nos estamos contando?

�Polémicas internas, política externa. Viene a cuento del imperialismo, no?...

�Seremos recordados como la generación que no supo leerse a sí misma, que no supo contar y entender su tiempo?

Seguimos rompiendo la sintaxis, violando reglas, inventando palabras, neologismos cacofónicos, insultos altamente tecnificados: �qué significa eso ahora?

�que eran como el Rey Midas pero invertido: todo lo que tocaban lo hacían moco�

Narramos nuestra infancia, nuestro barrio, la patria chica: �qué implica esto, el relato de lo cotidiano, lo rutinario, de lo pasado?, �es una negación del presente?

El relato de lo pequeño, lo mínimo, lo banal, �es darle la espalda a lo social a gran escala, a la realidad, o como se llame eso que pasa puertas afuera?

�Nadie lee nada hoy�

�Y entonces qué estamos haciendo? �Para quién? �Por qué?

Y Usted, que escribe estas pavadas, estos delirios, estos apuntes mamarrachos, �para quién escribe?(1), �alguien lee todo esto?, �a alguien le importa? �Dicen algo todas estas letras blancas sobre este fondo negro?

La intertextualidad del afuera y el adentro se entrelazan en las mismas dudas, las mismas búsquedas, la misma desolación. No hay forma de no sentirse un poco miserable en este contexto.

Usted piensa en algunas cosas que leyó hace poco, o bastante (en realidad, siempre lee lo mismo): las bases del nacionalismo, los fundamentos del ser nacional, son la construcción de los intelectuales. Entonces, a no preocuparse. Alguien vendrá, el mesías, quizás, y escribirá las ilustres páginas de su generación. Y si Usted no aparece (hecho no solamente probable sino absolutamente deseable [por el bien de los lectores, claro]), no se preocupe: siempre hay algún amigo dotado de genio y figura al que fagocitarle sus quince minutos de fama.

 

Usted

 

(1)Los editores sospechan que Usted escribe, en realidad, para usted misma, lo que, en cierta forma, podría denominarse sermón individual, admonición personalizada u onanismo intelectual.

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 

 

               

Usted

Nació en Buenos Aires, en el año 1980. Estudia letras en la Universidad de Buenos Aires. En otra vida quisiera ser un libro. En esta también.

Publicaciones en el interpretador:

Número 4: julio 2004 - Usted decide ir al teatro y preguntarse cosas (Didascalia, o la aventura de ser algo más que un espectador) (aguafuertes)

Número 6: septiembre 2004 - ¿Qué hacemos acá, leyendo esto? Usted va a la facultad y se pregunta cosas (aguafuertes)

Número 7: octubre 2004 - Relato del grillo y la identidad Usted va a un concierto y se pregunta cosas (aguafuertes)

Número 9: diciembre 2004 - Usted navideño (yingle bel, yingle…) Usted sale a la calle un día de diciembre, huele la Navidad y piensa cosas (aguafuertes)

Número 11: febrero 2005 - Usted se toma el 21 y piensa cosas

Número 16: julio 2005 - Migajas. Usted tiembla en Plaza Italia y piensa cosas

Número 17: agosto 2005 - Otitis. Usted se enferma y piensa cosas

Número 18: septiembre 2005 - Formas de la orientación. Usted se pierde en Buenos Aires y piensa cosas

   
   
   
   
   
 
 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Marcos Leotta, Juan Pablo Liefeld
sección artes visuales: Juliana Fraile, Mariana Rodríguez
Control de calidad: Sebastián Hernaiz
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Richard Mueller, Little Levitating Marsha (detalle).