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Bailando en este mundo gastado -5-

Martín Llambí

 

 

 

 

Paso a buscar a mi hermana. Ella está viviendo provisoriamente en el departamento de mi madre y su marido. Toco el portero eléctrico y espero abajo. Prefiero no subir y evitar ver a mi madre. Hace poco almorcé con ella. Martín, Martín, me acuerdo que una vez fui al colegio a hablar con tu profesora guía, Claro, eso fue como hace veinte años, No importa, ¿sabés lo qué me dijo?, que vos eras como un caballo pura sangre, pero que se conformaba con tirar de un carro, Pero ¿Qué estás diciendo? ¿Te golpeaste la cabeza?, ¿Por qué siempre me agredís? (llantos)

Caminamos con mi hermana por una avenida ancha. Hay plazas con muchos árboles, el cielo está despejado y sopla un poco de viento. Mi hermana y yo nos queremos mucho. Antes de ir a México ella trabajaba en una galería de arte. Ahora está buscando trabajo. Mañana tengo una entrevista en un lugar para ser telemarketer, hay que hablar en inglés y vender un servicio telefónico, Qué horror, Sí, terrible, No vayas, ¿Te parece?, No vayas, Tenés razón…¿Te conté que llamé a XYZ a la galería y me ofreció trabajar los fines de semana?...Me ofreció menos guita de la que ganaba antes de irme, ¿Te interesa?, El tipo es medio jodido, pero necesito la plata, además, me dijo que sería hasta noviembre, seguro que para no pagar vacaciones porque cierra todo enero, Al lado de lo de telemarketer parece una buena opción, Sí, ya sé, lo que pasa es que los fines de semana no puedo estar sola y mi jefe no encuentra al muchacho que se necesita y se me ocurrió que a vos te podía interesar, (segundos de silencio), ¿Qué es exactamente lo que muchacho tiene que hacer?, En realidad, no mucho, tenés que estar ahí, una mujer no puede estar sola, preparar café y quedarte adelante si yo voy a la trastienda con algún cliente, ¿Me darían un traje tipo Poncharelo y una cachiporra?, No, no, pero seguro que tenés que ponerte corbata, ¿te queda alguna?, Sí, claro, no las quemé, Otra cosa, hay una computadora con banda ancha, podrías leer, escribir…

En casa le comento el tema a mi mujer. Comemos y nos vamos a dormir.

Me levanto y voy a trabajar a la Fundación Cultural. Compruebo que hay gente maldita operando ahí adentro. No hay caso, los malditos están en todas partes. Lo de Ponch podría ser un buen Plan B.

Almuerzo una pizzeta de muzzarela. Le agrego rúcula y aceite de oliva. Me gustan los sabores amargos. Levanto los mensajes. Hay uno de un alumno nuevo y otro de mi hermana. Llamo al alumno y combino un horario. Corto y llamo a mi hermana (por suerte no atiende mi madre). Me dice que habló con su jefe, que lo llame, que me quiere conocer.
Buenas tardes, con XYZ por favor, Ya le comunico, Buenas tardes ¿XYZ?, Sí, ¿quién habla?, Encantado, mi nombre es Martín….BLA BLA BLA BLA

Ahora, estoy esperando a que se hagan las cinco y cuarto para ir a la entrevista. Pienso en qué ropa ponerme. Madre, Por primera vez siento que soy un pura sangre campeón (aunque reconozco que a veces podría tener problemas de dopaje). Qué horroooor!

La entrevista es un éxito.

25/06/04

 

 

Es sábado al mediodía. Después de varios días de llovizna y nubes, salió el sol. Lo extrañaba. Voy vestido con camisa blanca de algodón, corbata, pantalones grises y un saco de tweed regalo de mi madre. A ella le gusta verme vestido así. La corbata y el saco no terminan de combinar del todo. Llego a la galería a la una menos cuarto. XYZ me había dicho que tenía que estar a esa hora.

Buenos días, ¿cómo le va?, Hola, bien bien, en fin, quería repetirte esteeeeeeee que la jefe es tu hermana, Sí, sí, eso está claro, Bueno esteeeee estamos exponiendo a un pintor muy famoso esteeeeee leéte ese libro como para anoticiarte un poco de qué se trata, ¿sabés de pintura?, Sí, bastante, Mejor...esteeeee...también tendrían que cargar estos mails en la computadora ¿sabés de computación?, Si, no hay problema, Bueno esteeeee me tengo que ir, decíle a tu hermana que todo sigue igual, que lea la lista de precios para anoticiarse, Bueno, le aviso, pero antes quería ver si no hubo malos entendidos, tengo que venir los sábados de una a nueve y los domingos (…), Sí, es correcto, Perfecto, buen fin de semana.

En la parte de adelante de la galería hay algunos cuadros colgados, un escritorio-recepción y un ventanal enorme que da a la calle. En la parte de atrás, hay otro escritorio con la computadora de banda ancha y un sillón de tres cuerpos donde planeo dormir las siestas. También hay una cocina y un poco más atrás, la trastienda.

El libro del pintor que estamos exponiendo tiene más de 600 páginas. Lo hojeo durante cinco minutos.

Al rato llega mi hermana. Llamo a mi madre (vive a una cuadra) y le pido que nos traiga algo para almorzar. En quince minutos aparece con unos sándwiches de jamón cocido. Tienen demasiada mayonesa pero están ricos. Los engullimos. En la cocina hay una mini-máquina de café express. Le pido a mi hermana que me enseñe a usarla. Aprendo y me preparo unos cuantos cafés. Salen con espuma. Charlamos de varios temas y cuando se nos agotan le pido que me muestre los cuadros de la trastienda. Vemos todos. La mayoría es horrible y me cuesta retener información.

Son las cuatro y media y la afluencia de público es nula. El difícil arte de vender. A eso de las cinco llegan las primeras personas. En seguida te das cuenta quien puede ser un potencial comprador. Igual, a todos les explico las técnicas óleo-sobre-tela / óleo-sobre-tabla y les comento algunas anécdotas del pintor. Con mi saco de tweed me siento un profesional.

Termina nuestro primer día. No fue tan terrible. Tomo un taxi (precio equivalente a una hora de mi nuevo trabajo) y voy a un teatro donde soy el iluminador de una obra en donde baila mi mujer. Me encanta ver bailar a mi mujer, pero hoy no puedo ver mucho porque estoy enfrascado con miles de perillas y cambios de escena. A pesar de mis nervios es una buena función.

Es domingo y vuelvo a la galería. No llevo corbata. A las dos, entra el primer cliente. Es un turista jeans-botas puntiagudas acompañado por dos mujeres. La más vieja debe ser la mujer y la otra la hija. El jeans-botas puntiagudas masca chicle con la boca abierta. Mi hermana le vende un cuadro de 25.000 dólares.

Ahora son las ocho menos cinco. Llama XYZ (seguro que para controlar que cumplamos con el horario). Mi hermana le comenta lo de la venta, sonríe, y sé que XYZ la felicita. Nos vamos. Misión cumplida. Voy a anoticiar a mi hermana que esteeeeeeee quiero un aumento.

4/07/04

 

 

Otra semana de rutina y obligaciones. En la Fundación Cultural donde trabajo de lunes a viernes ocurrieron cosas. Ya todos conocen mi carácter. Mejor así.

Es viernes y es feriado por una fecha patria. Los feriados tengo que ir a la galería. Ir a la galería tiene sus contras: a) estar encerrado durante ocho horas b) entra poca gente c) una calefacción que te embota d) con mi hermana ya no sabemos de qué hablar.

Transcurre el fin de semana largo. Lista de actividades que hicieron que estos tres días en la galería hayan sido diferentes:

1- La música. Bajé unos diez cd´s vía Internet. Usé un programa especial que me recomendó un amigo y funcionó perfecto. El domingo antes de irme borré todas las huellas que pude de la computadora de XYZ. Si me descubre no creo que se enoje demasiado. Discográficas, Adiós royalties.

2- El entretenimiento. El domingo convencí a mi hermana (mi jefe) de alquilar una película. Me olvidé de comentar que hay una tele donde tenemos que poner videos de los pintores. Videos intolerables, por cierto. Vimos una comedia inglesa. Yo siempre atento, control remoto en mano, listo para apretar Stop, si a algún sujeto se le ocurría entrar. Nos reímos mucho.

3- Los almuerzos. Mi madre se esmera. Recuerdo con cariño los sándwiches de peceto del sábado, el pan crujiente (elemento fundamental en todo buen sándwich), la lechuga seca, etc. Le pedí con énfasis que se cuidara con la mayonesa. Una delicia.

4- Las caminatas. Es importante salir a dar una vuelta a la manzana cuando aparece el tedio.

5- Las visitas. Vinieron un par de amigos, mi madre y mi mujer.

6- Las nuevas ventas. En realidad fue una. El cliente fue un europeo que compró una acuarela para regalarle a una señora que lo acompañaba. La envolvimos y la llevé (en taxi) al hotel. A mi hermana y a mi, nos motiva y nos pone contentos, además de las actividades 1, 2, 3, 4 y 5, vender, cumplir con el trabajo.

Tanta alegría da un poco de vértigo. Querría que dure un poco. Sería bueno.

10/07/04


©Martín Llambí

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 

 

               

Martín Llambí

"Tengo 31 años. Desde los 15 leo unos tres libros por mes. Mi madre estudió Letras. Durante 9 años trabajé en un banco. Cuando terminé de aburrirme, pedí un plan de retiro voluntario. Con esa guita pude tomar un año y medio sabático: le di duro a la guitarra, fui a ver dos mil películas y empecé a ir a un taller de escritura. Al cabo de dos meses, el taller no me resultó muy productivo y abandoné. Desde entonces escribo por mi cuenta, confiando en mi criterio. Las entrevistas a escritores y los textos donde explican sus trucos son fundamentales. Leo mucho e imito cosas de distintos autores. Hace un tiempo que escribo una especie de diario. Estuve tratando de adaptarlo para transformarlo en novela pero no hubo caso. Seguirá siendo un diario.

Desde que la plata del retiro voluntario se acabó, tengo distintos empleos. Ninguno es tan importante como para que logre angustiarme."

 

Publicaciones en el interpretador:

Número 8: noviembre 2004 - El regalo (narrativa)

Número 9: diciembre 2004 - La fiesta (narrativa)

Número 9: diciembre 2004 - Bailando en este mundo gastado -1- (aguafuertes)

Número 10: enero 2005 - Bailando en este mundo gastado -2- (aguafuertes)

Número 11: febrero 2005 - Bailando en este mundo gastado -3- (aguafuertes)

Número 12: marzo 2005 - Aeroclub (narrativa)

Número 12: marzo 2005 - Bailando en este mundo gastado -4- (aguafuertes)

   
   
   
   
   
 
 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse
Corrección: Sebastián Hernaiz
Prensa: Elsa Kalish
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Max Ernst, Chaussettes (detalle) y Max Ernst, Fatagaga-Bild (detalle).

 

 

 

 

 

 

 

 

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