el interpretador aguafuertes

 

21 de marzo

Martín Yuchak

 

 

 

 

Leído el martes 21 de marzo por la tarde a los estudiantes de 9º B del Colegio Crear y Ser de Castelar, partido de Morón...

 

Martes 21 de marzo. Son las diez de la mañana y aún estoy dando vueltas sobre la clase de hoy. Es el Día Internacional de la Poesía. Además, estamos en la semana en que se conmemora –ahora oficialmente- el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Hablé un poco en las clases de ayer con los chicos acerca de lo que íbamos a trabajar en el día de hoy. Sobre la relación entre la poesía y la última dictadura militar, una combinación muy compleja. Ya elegí algunos poemas, en revistas, libros, cosas que voy a leerles, fotos que quiero mostrarles. Todo lo que pude juntar en poco tiempo que tuviera que ver con la lengua y la literatura y su relación con esta oscura fecha.

Sin embargo, sigo dándole vueltas al tema. Y más vueltas. Y más y más vueltas. Será que sobre el horror instaurado en 1976 nadie, absolutamente nadie, tiene la última palabra, y mucho menos los que nos dedicamos a esta rara cosa de enseñar. Será que sólo podemos seguir dando vueltas y vueltas. Pero, en fin, dar vueltas sobre algo es, al fin y al cabo, nombrarlo, retratarlo y –por supuesto- pensarlo.

Entonces, me pregunto: ¿qué les voy a contar yo a los pibes sobre la dictadura? O, más bien, ¿por dónde voy a arrancar? Es que hay tanto, tanto para dar más y más vueltas, tanto caos para ordenar, que se torna una actividad casi de relojería ordenar todo lo que se dice, todo lo que se dijo, todo lo que dio vueltas –ahora y cada uno de los treinta años pasados- a este día. La radio con la que me despierto todas las mañanas y el diario que el canillita de la vuelta me tira por el orificio abierto a causa de la rotura de un vidrio de mi puerta de calle, anuncian cosas: "En el Gobierno y en el Congreso estudian anular los indultos", dados en 1989 a los represores de la dictadura. También aparece una vez más la historia del arquero del Club Almagro, detenido en la Mansión Seré de Castelar, de la cual se escapó con otros tres detenidos, desnudos, una noche de lluvia. Ahora, el mismo Claudio Tamburrini cuenta que ayer se encontró con un soldado al que sacaron esa misma noche de la Base Militar de Merlo y le ordenaron buscar a los evadidos del centro clandestino de detención, quien le contó cómo vivió él esa misma noche, como soldado perseguidor. Habla en el diario también el embajador actual de los EE.UU., quien afirma alegremente que "los días del Golpe de Estado están en el pasado, gracias a Dios". Parece que a este señor le cuesta –creo que intencionalmente- recordar que el Gobierno de los EE.UU., el campeón de la Democracia y la Libertad universal, apoyó e impulsó –activamente, sistemáticamente, absolutamente (¡no se olviden de repasar los adverbios, chicos, por favor, que entran para la prueba!)- todas las dictaduras militares que instauraron el crimen y la tortura científicamente organizada contra gran parte de los pueblos de Latinoamérica. El diario habla también de las denuncias del Gobierno de la provincia de Chubut contra los Servicios de Inteligencia de la Armada Argentina, luego de descubrirse en la Base Militar Almirante Zar, en la chubutense ciudad de Trelew, una oficina cuasi-secreta en la "que el personal de inteligencia de la Armada realizaba tareas de espionaje sobre dirigentes sociales y de derechos humanos, funcionarios nacionales y periodistas" (textual del Gran Diario Argentino de hoy).

¿Casualidad? Ayer por la noche me acerqué hasta el cine Tita Merello, en Suipacha y Corrientes, a ver un film en el cual se narran hechos ocurridos en esa misma base militar. El 22 de agosto de 1972, diecinueve personas –hombres y mujeres, una de ellas embarazada- fueron masacradas por las ráfagas de ametralladora que empuñaba el personal militar, por órdenes expresas del presidente de entonces –también llegado al poder a través de un golpe militar- Alejandro Agustín Lanusse. Antes de la película, un hombre dio un testimonio sobre esa época. Sobre el ’72 y sobre el ’76. Algo de lo que dijo me llamó profundamente la atención. Relataba algunos de los acontecimientos ocurridos en aquella época y decía en un momento "a mí no me lo contaron, yo lo viví, yo estuve allí". Me vino de inmediato a la mente la pregunta que una estudiante me había hecho ayer mismo, cuando anuncié el tema a trabajar: "¿y vos cómo viviste aquella época?". Respondí de inmediato que era muy pequeño, que nací en el ’79, ya iniciada la dictadura y que pocos recuerdos tengo, ya que la dictadura se cerró en el ’83. Sin embargo, el testimonio de este hombre volvió a abrir la pregunta formulada más temprano por la estudiante. Entonces, tengo que contestar, brevemente. Casi todo lo que sé y conozco de la dictadura lo recibí –por una obvia cuestión generacional- algunos años después de que la dictadura terminase. Sin embargo, de esos cortos y pequeños primeros cuatro años de mi vida me queda un recuerdo, sólo un recuerdo, solamente un recuerdo, un solo recuerdo. No más. Una imagen y una palabra.

Tendría yo tres o cuatro añitos –imposible recordar más atrás- y acompañaba una tarde-noche a mi viejo a una casa, a cuya entrada había una escalera que giraba levemente en semicírculo. Mi viejo tocaba el portero eléctrico y del parlante se oía el clásico "quién es". Mi padre, con la naturalidad de quien se identifica al ir de visita a la casa de cualquier conocido, respondía: "Luciano", luego de lo cual abrían eléctricamente la puerta y nosotros ingresábamos allí, y subíamos la escalera que giraba levemente en semicírculo.

Mi viejo, a quien seguramente no conocen, creo que es un buen tipo, a pesar de que durante mucho tiempo mi relación con él no fue del todo buena. Se llama Aníbal.

 

Dedicado a mi viejo, Néstor Aníbal Yuchak,

trabajador de prensa

 

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 

 

               

Martín Yuchak

Nació en Buenos Aires el 12 de marzo de 1979.

Publicaciones en el interpretador:

Número 1: abril 2004 - Lo intelectual y los intelectuales Acerca del concepto de intelectual en Gramsci. (ensayo)

Número 7: octubre 2004 - Acerca de la rebelión envasada Lecturas de Walter Benjamin en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. (ensayo)

Número 7: octubre 2004 - Patagones en mi barrio Clase 01/10/04 (aguafuertes)

Número 13: abril 2005- El mantel (narrativa)

Número 19: octubre 2005- Natura (aguafuertes)

Número 22: enero 2006- Valor de uso (aguafuertes)

   
   
   
   
   
 
 
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Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Francisco de Goya, El perro semihundido (detalle).