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7 de velo - columna mensual sobre cine- Festival de Cine de Mar del Plata

Casi Hermanos (Selección oficial competitiva). Entrevista a Lúcia Murat, directora.

Un año sin amor (Selección oficial competitiva) -Nota-

por Martín Turnes y Marina Kogan

 

 

 

 

I
(13 de marzo)

El mar calmo, el sol a pleno y la temperatura agradable son el marco marplatense para el festival que alberga tantas películas como gente acreditada y público general que pulula entre salas y boleterías.

La desorganización es legendaria, dijo un amigo. A los que venimos por primera vez, cuesta acostumbrarnos. En la sala de prensa nos tratan mal o nos ignoran, no hay catálogos y recién a la tarde del segundo día hay disponibles algunas entradas. Los primeros días peleamos, exigimos. Después nos relajamos y preferimos los cines al Hotel Hermitage.

Las funciones de la mañana son para el jurado y la prensa. A las nueve comienza la primera función de la Sección Competitiva, una sección por ahora pareja (pero sólo transcurrieron dos días) y con algunos puntos más altos (Downfall e Inconscientes). Los temas de las películas son diversos como también las épocas que contextualizan o son motivo de narración de los filmes. Personajes como Freud y Hitler conviven con otros anónimos, como La femme de Gilles, de la que cuesta acordarse el nombre propio, porque como bien dice el título, ella se dedica a ser la mujer que atiende y ama a Gilles.

Inconscientes, hasta el momento, fue la mejor recibida por el público. Con Leonor Wattling (Hable con ella) y un elenco de españoles que ya hemos visto en otras películas, Inconscientes se distingue por un guión sagaz y una dirección inteligente.


II
(21 de marzo)

Ocho días después de aquel segundo día, el Festival ha terminado y todos ya conocemos quiénes han sido los ganadores. De las nombradas más arriba, Downfall se quedó con el Astor al Mejor Guión, e Inconscientes no se llevó nada más allá de la promesa de que su estreno en las salas porteñas, en el mes de mayo, pueda revertir la suerte que corrió con el jurado oficial del Festival.

Los catálogos llegaron a nuestras manos el quinto día. Casi en secreto, una de las chicas del staff se nos acercó para corroborar que fuéramos periodistas, que aún no tuviéramos el catálogo y que estuviéramos anotados en la lista de solicitantes. Después de nuestro tercer “sí” nos entregó el catálogo y nosotros, felices, comenzamos a consultar sobre las películas ya vistas y las otras tantas que aún teníamos por ver.

El cine marroquí se llevó varios de los premios más importantes: Le grand voyage ganó los premios Astor al Mejor Largometraje y a la Mejor Actuación Masculina, mientras que la joven Yasmine Kassari, de L´enfant endormi se llevó el premio a la Mejor Dirección. Si queda un sabor a injusticia (no porque estas películas no sean lo suficientemente buenas sino por la ignorancia que por parte del jurado han recibido películas como Un año sin amor, o la misma Inconscientes) los premios que se ha llevado la brasileña Casi Hermanos son un consuelo a esa sensación.

De los premios no oficiales es destacable lo absurdo e injustificable de la distinción que ha obtenido Dolores Fonzi por su actuación en La mujer rota, una deplorable película que se ha presentado en “La vitrina argentina”, una sección tan despareja como numerosa en títulos para ver. En la actuación de Dolores Fonzi queda a la vista la contradicción entre un mal trabajo con la voz (habla como si aún fuera aquel personaje de Verano del ´98) y la pretensión de ser “una actriz seria”. Es cierto, además, que ni el guión ni el argumento de la película la ayudan.

Sí son merecidas las menciones que ha recibido Cautiva, la película del marplantense Gastón Biraben, que aborda, con un personaje de una adolescente de quince años, el tema de la apropiación ilegal de niños durante la última dictadura militar. Esta película es un ejemplo más de cómo el cine argentino recibe primero reconocimiento en el exterior y luego, si es que llega, la posibilidad de proyectarse en el país. Hasta el momento de la proyección de la película en el festival, Cautiva no tenía estreno asegurado en los cines nacionales.

De la sección “América Latina XXI” lo mejor fue la película mexicana Temporada de Patos, de Fernando Eimbcke, una de las más aclamadas y disfrutadas por el público. Tampoco tiene estreno asegurado, pero si sucediera, sin duda sería una buena noticia para todos.

 

III
(22 de marzo)

Es imposible hablar de todo lo que sucedió y se vio en el festival. Como bien se encargaron de difundir los organizadores, las películas fueron muchas y los ojos del espectador (los nuestros) poco después de la tercer película diaria pedían descanso. Intentamos reseñar lo que vimos, atentos a los próximos estrenos (el 24 de marzo se estrena Un año sin amor, La trama de la vida, y Being Julia; en mayo se estrena Inconscientes; y hay varias más con estreno previsto pero fecha incierta) y acercarnos lo más posible al quehacer de los realizadores, al proceso creativo que fue cada película, a las preocupaciones y temas predominantes en el cine actual y en la política o gestión sobre el cine actual: no es inocente que el cine oriental se llevara todos los premios, como tampoco que los cortometrajes ganadores de “La mirada interior” fueran de jóvenes del interior del país.

El único festival de Clase “A” de América Latina puede decir que premia aquello que de algún modo es “marginal”, o al menos “periférico” (con todo el cuidado que hay tener al utilizar estas categorías). En algunas conversaciones que tuvimos con programadores de diversas secciones (en especial con el de la sección de cortometrajes argentinos, “La mirada interior”) pudimos conocer algunas de las líneas políticas del Festival que además fueron explicitadas en las ceremonias de apertura y de clausura. En el caso de la sección competitiva de cortometrajes, la convocatoria misma estuvo especialmente dirigida a realizadores del interior, aunque aquellos que son de la Ciudad de Buenos Aires se encontraron con que ésa era la única sección disponible para mandar material en formato video. Por otro lado, el programador debió completar veintiséis horas de programación, lo cual implicó una selección de cien cortos, más de la mitad de muy bajo nivel técnico y creativo. Nos preguntamos por qué no hacer una sección que al público le diera ganas de ver cortos, por qué no darle más vuelo a este formato que está cobrando más adeptos (realizadores y espectadores).

La política “abierta” y “federal” provocó que esta sección fuera al mismo tiempo mal difundida y saturada por la cantidad de películas. Nos enteramos, al finalizar el festival, que es probable que el año que viene los cortos de Capital no sean aceptados en esta sección, sin que haya planes, tampoco, de que alguna sección sí pueda recibirlos. Tendremos que esperar y ver si por fin hay una alternativa en la que nadie (por ser del interior o de Capital o de donde sea) sea discriminado.

Si dijimos que es imposible hablar de todo lo que sucedió, también debemos aceptar que es imposible hablar de todo lo que vimos. Disfrutamos mucho de hacer la entrevista con Lúcia Murat y de participar en las charlas y conferencias de prensa con los directores y actores de las películas en competencia. Esperamos que al menos algo de nuestra experiencia se transmita para ustedes en el interpretador.


Texto: Marina Kogan/ Martín Turnes
Fotografía: Martín Turnes

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 
                 

Martín Turnes

Nacido en Buenos Aires, en 1980, Martín Turnes comenzó a estudiar cine a los 19 años. Poco tiempo después eligió dedicarse a la dirección. Entre los cortometrajes que realizó se destaca “A la orilla”, recientemente seleccionado por XX Festival Internacional de Cine de Mar del plata. Trabaja (free-lance) como editor de video y fotógrafo. En su tiempo libre no hace mucho más que lo que hace durante sus ratos ocupados. Como buen adicto a lo audiovisual, “7 de velo” surge gracias a esos momentos de ocio frente a la pantalla grande.

Publicaciones en el interpretador:

Número 12: marzo 2005 - Bálsamo en Montevideo (imagen)

Número 12: marzo 2005 - 7 de velo -columna mensual sobre cine-. Marzo 2005: Whisky (reseña)

Número 13: abril 2005 - Bálsamo en Mar del Plata (imagen)

 

Marina Kogan

Nació en Buenos Aires en 1982. Estudia Letras y es alumna del taller de narrativa de Diego Paszkowski. Ha publicado relatos en Más y mejores cuentos y en Nuevas Narrativas. Con el guión del cortometraje "A la orilla" ha ganado el II Premio de la Fundación Lebensohn, en noviembre de 2004.

Publicaciones en el interpretador:

Número 1: abril 2004 - Desde hoy has elegido llamarte Lola (narrativa)

Número 3: junio 2004 - El pasamontañas (narrativa)

Número 4: julio 2004 - Dos poemas (poesía)

Número 5: agosto 2004 - Tres deseos (poesía)

 
   
     
 
 
 
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