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Ser aquí y ahora

Leonardo Sai

 

 

 

 


“Pero como la sociedad humana se halla en perpetuo fluir, y a cada instante desaparecen hombres del mundo y otros llegan a él, es preciso, a fin de conservar la estabilidad del gobierno, que los jóvenes se conformen con la constitución vigente y sigan los pasos de sus padres”.
David Hume. “Ensayos Políticos”

“La doctrina del poder de una ciudad sobre sus ciudadanos depende casi enteramente de que entendamos la diferencia que existe entre una multitud que gobierna y una multitud gobernada...”
Thomas Hobbes. “Del ciudadano”.

 

Flujos. Diciembre del 2001 no fue un efecto más de una estructura sistémica incapaz de metamorfosearse. La historia de este país que estalló no es otra que la repetición disfrazada de una rigidez, de un arcaísmo estructurante, cuya explosión es consustancial a la naturaleza de su existencia(1). Diciembre del 2001 fisura el pensamiento estatal y oxida la existencia material y conceptual de los partidos políticos. Diciembre del 2001 inyecta veneno a la representación política: gesta un deseo de política directa, eficaz, no representable. Los partidos políticos no proveen supuestos para la subjetividad(2). La imagen de un mini aparato de estado reproducido en el interior de los movimientos sociales —mecanismos de disciplina, militancia, reclutamiento, jerarquía, división del trabajo, programa, organización del poder— devienen paradigmas incapaces de suscitar el pensamiento: el pensamiento estatal tanto como el anti-estatal no pueden contener, instituir y organizar el deseo de una nueva subjetividad. El temor social frente a este deseo no puede ser otra cosa que depresión, escepticismo y descreimiento o, mejor dicho, cobardía moral. Lo que nos asedia no es lo líquido sino los fantasmas de los sólidos que hemos disuelto.

Secundarios. En la marcha de estudiantes (secundarios-universitarios) del viernes 20 de mayo un grupo minoritario gritaba: “al pueblo unido lo cagan los partidos”. Este grito no sólo actualiza el “que se vayan todos”: Una inquietud que se traduce, para algunos, en el malestar del consumidor(3). Para otros, Cromañón está en el inconsciente colectivo de los estudiantes, los empuja, los determina a investigar acerca de las condiciones (ya sea de presupuesto o de los edificios mismos) del espacio que habitan puesto que existe un trauma social reciente: hay riesgo de muerte violenta, amenaza de lo que podría preverse: “la ausencia estatal” hace que sus obligaciones y responsabilidades recaigan en la mano de las organizaciones de individuos autoconvocados. Existe, por un lado, el deseo de nuevas formas de socialización que se traduce en una nueva lógica de construcción política. Por el otro lado, existe una condena moral de “la política”(4). Y, en el medio, las máscaras y el baile, es decir, el pensamiento estatal/anti-estatal: ARI, MST, PTS, PO, etc, etc, etc.

3 minutos con la realidad. Para esta generación de estudiantes la educación es una opción a la expulsión: ya no abundan trabajos para semianalfabetos. Si esta sociedad no prepara a los jóvenes para el mañana no habrá policía brava que los frene. Ahora bien ¿es un problema de presupuesto educativo? El papel del sistema educativo en la producción de marginales no tiene primacía alguna si los valores afuera de las aulas no reivindican ni fortalecen la palabra del docente. Estos no lograrán inculcar otra cosa que datos para el olvido(5). Es necesario que el docente tenga poder, peso, prestigio social y no sea un personaje pobre, débil, que no asusta a nadie, objeto de burla en tanto boludo con cultura. En los hogares pobres, el libro apenas asoma. Hace años que se pudren las paredes de los secundarios de muchos colegios de la provincia. Esto no suscitó marchas ni piquetes. El orgullo de rebelión frente al sistema educativo —que su utilidad se reduzca a la contención— evidencia su implícita evaluación: la escuela se representa como paso hacia la nada.

Clases Sociales y Conocimiento. Para poder ascender en la escala social el esfuerzo de adolescentes pobres consiste, en parte, en deshacerse de toda una “cultura de la villa” y de toda una “cultura juvenil”. Problema excesivamente individual. Problema del cual los estudiantes secundarios “de clase media” ya han tomado alguna nota: Cromañón afectó a todos, hizo visible no “la ausencia estatal” sino su eficacia selectiva. Sin embargo ¿por qué unos secundarios, principalmente de Capital Federal, salen a defender la educación, los presupuestos, las condiciones de los edificios? Porque funde políticamente Sociedad e Individuo. La marcha del 20 de mayo de estudiantes secundarios y universitarios pone de manifiesto la relación existente entre clase y conocimiento, entre conocimiento y progreso individual. Algo más: responsabilidad social y responsabilidad individual comienzan a fundirse, entremezclarse: lo Uno desparramado.

Lo que vendrá: La frase “Ser aquí y ahora” ya no pertenece a las escuelas de Yoga. Su popularidad es un efecto y la religión un opio. Es parte de un programa económico-político que nos reduce al instante, a vivir el puro hoy. Los jóvenes se resisten con la fuerza de proyectos individuales. Aquí es donde se plantea, al mismo tiempo, problema y solución.


 

NOTAS

(1)Ver Alejandro Horowicz. “El país que estalló” Tomo 1.

(2)Ver Ignacio Lewkowicz “Pensar Sin Estado”

(3)Saber leer esta supuesta apoliticidad es el terreno de la actual lucha ideológica.

(4)Un conservadurismo bien arraigado en grupos de estudiantes de “clase media”. Su odio a la política insiste como retórica de Radio 10 encarnada en rostros podridos de Acné. Quienes marcharon por el caso Crogmanion se indignaban si se les cruzaba algún militante “zurdo”: tanta alergia a militantes de izquierda no tiene que ver con el miedo a que utilicen el dolor como instrumento político: esto efectivamente ya se hace, se hizo, se seguirá haciendo. Y no son pibes con la remera del che Guevara los que fingen compasión.

(5)Ver James Nielsen “La máquina idiotizadora” en “Camus en Fuerte Apache”

 

 

©Leonardo Sai

 

 
 
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Leonardo Sai

 

Publicaciones en el interpretador:

Número 12: marzo 2005 - Youthanasia (artículo)

Número 13: abril 2005 - Vanidades y pictóricas urbanas (artículo)

Número 14: mayo 2005 - Los crímenes del amor (artículo)

 
   
   
 
 
 
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Margen inferior: Benito Quinquela Martín, Fogata de San Juan (detalle).