Tatiana Goransky - Automam�n

el interpretador ensayos/art�culos

S�xodo

A la manera de Mick Jagger

Tatiana Goransky

Cada tanto, cada tal vez una o dos generaciones, irrumpe en la extra escena mundial alg�n personaje masculino que llama la atenci�n por su ?habilidad extrema?. Esta destreza (castigada por el capitalismo por su car�cter no- dependiente) dota al personaje en cuesti�n de:

1- La iluminaci�n que acompa�a a todos los dones.
2- La responsabilidad que obliga a utilizarlos adecuadamente.
3- La opci�n. Esa que (por nombrar un ejemplo) tiene tan conflictuado a Peter Parker en la secuela del Hombre Ara�a. Esa que atormenta porque crea la ilusi�n de que existe el libre albedr�o. Esa que somete a cont�nuo debate la misma pregunta:
�Quiero o no quiero ser un superh�roe?... Y si quiero, �Qu� precio estoy dispuesto a pagar?

�Estoy dispuesto a sufrir lesiones severas por utilizar mi don? �Estoy preparado para ser discriminado por una porci�n del mundo que no entiende que debo hacer uso de lo que se me ha dado? �Me resigno a prescindir, si fuera necesario, de la compa��a de otra gente? �Soy capaz de fingir que necesito a otra persona para sentirme saciado, cuando estoy realmente satisfecho por el cont�nuo ejercicio del bien que se me otorg�?

Estas preguntas (y tantas otras) atormentan a nuestro superh�roe que ya desde ni�o descubre que puede hacer eso que ning�n otro consigue, puede, si se estira concienzudamente, alcanzar con la boca su propio miembro erecto. Puede, sin que esto resulte demasiado doloroso, auto- practicarse una fellatio y saborear su propio semen. Ese que por tantas generaciones a sido descrito como ?esa cosa agria que me hace poner la cara como despu�s de chupar un lim�n?.

El primer ?automam�n? (p�sima traducci�n del ingl�s ?self-server?) fue un escu�lido fakir conocido como Naveed Yasmir que en el siglo XI logr� curvarse de manera tal de acceder a sus propios genitales. Se sabe que Yasmir era conocido como ?Naveed el horrible? y ninguna mujer se hab�a dignado nunca a practicarle mamada alguna. Pero el primero en ser famoso fue ?El hombre de goma?, que reci�n en el siglo XX ilustr� las p�ginas de su propia historieta, insinuando sutilmente el ?satisfactorio plus? al que lo habilitaban sus conocidos poderes.

Y muy pronto aparecieron varios m�s, que en la soledad de sus propios hogares, descubrieron las recompensas de la autofellatio. As�, cuando sus compa�eritos de grado jugaban a ver quien ?escup�a? la leche a mayor distancia, mientras miraban aquella re edici�n de lujo de ?garganta profunda?, Mick, (llam�mosle as� en honor al se�or boc�n) not� que esos juegos eran aburridos, ya que ?de nada satisfac�a la mano cuando la boca estaba de turno?. Pero despu�s de mencionarlo en voz alta, y sufrir con terror las burlas de sus compa�eritos que lo llamaban ?puto autocomil�n?, nuestro joven h�roe pact� consigo mismo eterno silencio acerca de sus destrezas, sin intuir siquiera que los comentarios de sus compa�eros albergaban, secretamente, los m�s destructivos celos, y callando as� (por siempre) las preguntas que lo manten�an despierto durante la noche: �Es mejor aplicar la lengua s�lo en el frenillo? �Destruir� el glande si le pego un mordisc�n? �Ser� esto hereditario y por consiguiente mi padre ser� un automam�n? �Existir� sobre la tierra alguna mujer que pueda hacer esto mejor que yo? �Es esto obra de la naturaleza o del demonio? �Si me trago mi propio semen podr� quedarme embarazado?

Y as�, la existencia del ?automam�n? pas� a ser parte de las leyendas urbanas, un simple mito sin capa ni antifaz que recorri� las mesas de bares, colegios, oficinas y clubes masculinos, atormentando a los hombres con la incertidumbre de su dudosa existencia.

Hasta que felizmente la pornograf�a vino una vez m�s a nuestro rescate. Haciendo circular en el mercado algunos ingeniosos videos que ten�an como protagonistas a varios de nuestros superhombres. En ellos pudimos observar que las particularidades f�sicas de estas estrellas var�an de individuo en individuo, aunque generalmente combinan la plasticidad de los cuerpos con el tama�o descomunal de los atributos. Sin embargo estas im�genes demuestran que a veces una sola de estas dos caracter�sticas resulta m�s que suficiente.

Recientemente, en una convenci�n under de ?automamones? realizada en �msterdam (la ciudad con mayor cantidad de ?hombres habilidosos?), se aprob� por unanimidad un nuevo proyecto de ley que autoriza a todo super-mam�n a practicar su t�cnica de forma privada sin ser castigado por la ley, que en algunos rid�culos pa�ses, condena todav�a las pr�cticas homosexuales. Descartando por completo la grotesca hip�tesis que rotulaba al ?hombre habilidoso? como homosexual indiscutido, por gustar del sabor de su miembro y por practicarse la automamada. Seg�n el punto primero de esta nueva ley: ?La b�squeda del propio placer es sin duda la ocupaci�n m�s humana que existe, y toda persona que se gu�e por este precepto sin da�ar a otros ni a s� mismo, es un ejemplo digno para esta sociedad tan marcadamente perseguidora que precisa que todo ser humano est� condenado a la dependencia y al consumo. Por esto los denominados automamones son una valiosa contribuci�n a esta sociedad, y deben de ser tratados con el m�ximo respeto...?

Hay automamones de todo credo, color, y orientaci�n sexual. Hay automamones profesionales, amos de casa, amateurs, felices, miserables, resentidos, optimistas, llorones, voyeurs, atl�ticos, portentosos, silenciosos, p�blicos, privados, orgullosos y castigados. Pero eso s�, no hay automam�n que no lleve en su cara la marca perceptible del que solito todo lo puede, aunque usted... no lo crea.


�Tatiana Goransky

2005

el interpretador acerca del autor

Tatiana Goransky

Naci� el 16 de febrero de 1977. Egresada de la carrera de dramaturgia de la EMAD, estudi� m�sica, cine y fotograf�a.
Trabaj� para Uol durante dos a�os en la secci�n Uolsex redactando rese�as de libros er�ticos y pel�culas pornogr�ficas. Actualmente publica sus columnas en Flatusvocis, Ragnatela Magazine y El Interpretador, cursa la carrera de Letras en la UBA y trabaja como cantante junto al tr�o de jazz Del Sur Tr�o.

Publicaciones en el interpretador:

S�xodo

N�mero 3: junio 2004 - El estigma de No�

N�mero 4: julio 2004 - Si-Fi-Sex

N�mero 5: agosto 2004 - D y G vs. Los Titiriteros del Pene

N�mero 6: septiembre 2004 - Ninfo-Ladies

N�mero 7: octubre 2004 - Sixty-4

N�mero 8: noviembre 2004 - El derecho al orgasmo

N�mero 9: diciembre 2004 - Hijos e hijas del Q.M.E.P.

N�mero 10: enero 2005 - Los cultores del Capit�n Escarlata

Direcci�n y dise�o: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: In�s de Mendon�a, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse
Control de calidad: Sebasti�n Hernaiz
Prensa: Elsa Kalish

Im�genes de ilustraci�n:

Margen inferior: Wladyslaw Slewinski, Czeszaca sie kobieta (detalle).

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