el interpretador ensayos/artículos

 

Nazismo Bizarro:

La muñeca nazi

Juan Terranova

 

 

 

 

Die nazi sex puppen

1. Una nota en Clarín

El 6 de junio de este año Clarín publicó una breve nota sin firmar titulada "Hitler ordenó una muñeca inflable para sus soldados" (1). A continuación se podía leer que había sido diseñada a pedido del führer para evitar que los soldados contrajeran enfermedades venéreas y que, fabricada en goma, simulaba los ideales estéticos del nazismo.

Según Clarín, entonces, en 1940 Hitler le pedía al doctor Olen Hannussen (no confundir con el vidente), el primer juguete erótico del mundo. Se la bautizó con el nombre de Borghild, en danés, "muñeca del pueblo".

La muñeca, obviamente, tenía que ser rubia, blanca y de ojos azules. Luego se cita una "carta publicada ayer por un diario noruego" y aparece sin mediaciones la voz del führer. La muñeca tendría "una altura de 1.76, labios y pechos gigantes, piernas, brazos y cabeza articulada y un ombligo bien diseñado".

La prosa de redactor anónimo no es mala. Aunque como ya se dijo la nota es muy breve hay lugares para frases como ésta: "La idea era que cada soldado cargara con una muñeca en su mochila junto con el resto de los objetos vitales para supervivencia." La síntesis es tan melodramática como perfecta. Mientras hace la guerra, el soldado lleva incorporado en su equipo personal, que en la invasión a las URSS incluía todo un arsenal militar, un hornillo para preparar sus comidas y calentarse e incluso sus víveres básicos, la promesa de un descanso completo desde todo punto de vista.

Napoleón decía que "cada granadero es portador en su mochila del bastón de mando de mariscal" para señalar que en su ejército existía el premio al mérito y la posibilidad de ascenso era una realidad. La perspectiva nazi del asunto era, claro está, bien diferente.

Luego, Clarín vuelve a citar la "carta que documentaba el encargo" donde se explica, entre otras cosas, que Hitler pensó en la muñeca también como una manera de "preservar la pureza de la "raza alemana", que el prototipo sería de plástico galvanizado y que la fabricación se haría en Dresde.

Avanzando hacia la realización del proyecto, otra vez el redactor anónimo nos regala una frase tan sugerente como llamativa: "El equipo del proyecto Borghild –formado por un escultor, un especialista en materiales sintéticos, un peluquero y un mecánico– enfrentaba el problema de diseñar una muñeca que tuviera una textura igual a la piel y órganos sexuales de apariencia realista."

¿Qué otra cosa pueden hacer un escultor, un especialista en materiales sintéticos, un peluquero y un mecánico si no es la muñeca inflable perfecta? Sin duda, el equipo también podría haber tenido éxito en Hollywood, después de la guerra, trabajando en películas clase B y fundando las bases de la industria de los efectos especiales. Roger Corman les habría dado trabajo a cambio de gestionarles la visa, eso seguro.

Lo que queda claro es que los tipos no eran improvisados. El equipo logró que las atletas arias Wilhelmina von Bremen y Annette Walter prestaran sus cuerpos para que sirvieran de modelos. No lograron, sin embargo, que la bella actriz Käthe von Nagy se prestara para hacer un molde de bronce con el fin de dotar a la muñeca de hermosos rasgos. "La artista se negó –dice Clarín– a que sus angelicales facciones pasaran por las manos de todos los soldados alemanes.", lo cual resulta bastante lógico.

La última información que nos concede la nota dice que el equipo llegó a desarrollar polímeros especiales que se parecían a la piel y que presentó en 1941 tres tipos de muñecas de diferentes alturas: 1,68; 1,76; y 1,82 metros. Sin embargo, el proyecto se vio frustrado cuando el mayor bombardeo aliado de la Segunda Guerra Mundial destruyó Dresde, ciudad donde se encontraba la fábrica que había recibido el encargo de producir en serie la Borghild.

 

2. La leyenda urbana

En una primera búsqueda, el google está muy lejos de ser generoso con la muñeca nazi. Hay bastantes referencias a diferentes tipos de "Borghild", la mujer de Sigmund, que parece ser un personaje importante en la mitología escandinava, pero casi nada sobre la borghild nazi. Por otra parte, la carta citada por Clarín, donde Hitler hace su extraño pedido, preocupado por las bajas que producen la sífilis y la gonorrea, tampoco se consigue en la web y no se la menciona en las bibliografías y bancos de datos disponibles sobre la Segunda Guerra.

En un subforo (2) de General World War II, titulado Strange Facts of World War II, hay algunos datos más. Por ejemplo, que el proyecto estaba a cargo de un tal Franz Tschakert, "el padre de la mujer de vidrio, que resultó una sensación en 1930" quien usó "toda sus habilidades y experiencia para crear un tipo de muñeca que el mundo no había visto antes", se habla de la muñeca como parte del "field-hygienic project" y se agrega un link al "sitio oficial". Por otra parte, la discusión no prospera y de entre los comentaristas lo único que vale la pena resaltar es un ingenioso cuyo aporte se limita a "Twisted! Who has to clean the thing?".

En el blog El florido byte (3) encontramos un artículo titulado Tamaño Natural: el proyecto Borghild, dedicado íntegramente a la muñeca.

Aunque repite mucha de la información incluida en la nota de Clarín, es más específica a la hora de las precisiones. Por ejemplo, señala que la contextura de la sex puppen debía ser sólida y vigorosa, ya que iba a enfrentar los rigores de las campañas de invasión nazi y "el ímpetu viril de las tropas a cuyos soldados se administraba una dosis regular de anfetamina líquida".

Después de aclarar que las autoridades militares no podían recurrir al bromuro y a la pervitina por sus efectos depresores, el blog anónimo (4) señala que "Es conocido el hecho de que una prostituta judía contagió a Hitler la sífilis en sus años jóvenes" y de allí concluye, sin más, que "Teniendo esto en cuenta, resulta creíble su desvelo por las condiciones higiénicas de la milicia, encomendando el proyecto a Himmler, por considerar el tema moralmente delicado". Más adelante agrega, respondiendo al ingenioso del foro que "la muñeca vendría adecuadamente envasada, con su abrelatas, su manual de instrucciones y los adminículos de higiene post-coital".

El autor de El florido Bite agrega un nombre a la historia de la muñeca: "(...) a instancias de un departamento del Reichstag, creado a los efectos, el Doctor Joachim Mrurgowsky, del Instituto de Higiene, se contactó en 1941 con el doctor Oleg Hannussen, para que le orientase en el diseño del primer prototipo".

Al parecer hubo una especie de casting a cargo de Mrugowsky, que midió y pesó varias voluntarias, y a los escultores y peluqueros se le suman en esta versión "expertos en elastolina, psicólogos y médicos".

Sobre el final, se resalta el "genio tecnológico de los alemanes" y siembra una duda cuando dice que "puede ser un fraude publicado por el tabloide alemán Bild, sostenido durante algunas semanas por la aparente verosimilitud de contenido." Para reforzar la idea, se agrega sobre el final una lista titulada "Características de la leyenda urbana". (5)

 

3. La página oficial

Hay otros sitios y foros que tocan el tema, pero no agregan más información, y en realidad, la mayoría se limita a parafrasear o traducir el texto central de lo que parece ser el sitio oficial de la muñeca nazi con dominio fijado en Dinamarca, www.borghild.de.

En la pagina de inicio del sitio, que se puede consultar en alemán o en inglés, se lee en letras góticas: "The Borghild Proyect" y abajo en tipografía impact o similar: "It´s a fact: the world´s firts sexdoll was build by nazis in 1941". Un mensaje tan asertivo genera sospecha sino, directamente, desconfianza.

La página está ilustrada con atléticos maniquíes en posición de carrera. La parte en lengua inglesa del sitio se limita a un artículo firmado por Norbert Lenz y titulado: "The Borghild-project, a discreet matter of the III Reich". La parte en alemán contiene el mismo texto y algunas fotos. Norbert Lenz es presentado brevemente como periodista freelance, nacido en 1966 y colaborador de medios como Stern, Max y Focus. Su artículo parece ser la fuente principal de todo lo que aparece citado, reciclado o parafraseado sobre la borghild en la web. Se trata, sin duda, de un texto sintético, bien escrito e innegablemente llamativo.

Según Lenz, en una carta fechada el 20 de noviembre de 1940 en París, es el Reichsführer SS Heinrich Himmler, y no Hitler como dice Clarín, el se quejaba de las bajas inflingidas en sus tropas por las prostitutas. "El peligro más grande de París –decía Himmler según Lenz– son las muy usuales e incontrolables putas, frecuentadas por los clientes en bares, centros nocturnos y otros lugares. Es nuestro deber evitar que los soldados arriesguen su salud, sólo por el placer de una aventura rápida."

Luego, también se revela quién era Mrurgowsky. Según Lenz, el proyecto Burghild había sido rotulado como "Geheime Reichssache", o sea "más secreto que ultra secreto", y Himmler puso a cargo a su comandante en jefe SS, Dr. Joachim Mrurgowsky, el oficial de rango más alto en el Instituto de Higiene de Berlín. Luego, en julio de 1941, cuando el ejército de Hitler atacó la Unión Soviética, un SS-Doctor danés desconocido pero ambicioso llamado Olen Hannussen asumió el control por sobre Mrurgowsky. Lenz señala que seguramente él fue quien cambió Burghild a Borghild, traduciendo el nombre de la muñeca del alemán al danés.

Luego se expone parte de una carta escrita por un psiquiatra, un tal Dr. Rudolf Chargeheimer, también implicado en el proyecto, donde se señalan algunas posibles dificultades.

"Una cosa es segura, el propósito y la meta de la muñeca es aliviar a nuestros solados. Ellos tienen que pelear y no andar por ahí mezclándose con las mujerzuelas extranjeras. Como sea, ningún hombre va a preferir una muñeca si tiene una mujer real, pero no por eso nuestros técnicos deben olvidar los siguientes estándares de calidad.

1. La carne sintética debe sentirse como la carne verdadera.

2. El cuerpo de la muñeca debe ser tan ágil y maniobrable como el cuerpo real.  

3. Los órganos de la muñeca deben sentirse absolutamente reales."

Al parecer, entre junio de 1940 y 1941 la empresa alemana IG Farben ya había desarrollado un "polímero piel-amistoso" con las características que requerían las SS: extensibilidad y elasticidad.

Lenz sigue citando cartas y en una de ellas encuentra las críticas de Mrurgowsky al proyecto. Hablando sobre las modelos a usar dice que "las piernas son a veces demasiado cortas y deformes, o la señora tiene una espalda hueca y brazos como un luchador. El aspecto general es siempre terrible y temo que no haya otra manera de combinar las partes." En la opinión de Tschakerts la muñeca debía aspirar a la "mejor forma femenina", ser una "autómata perfecta para la lujuria" y que, de ser posible, se combinara "lo mejor de todos los cuerpos posibles".

Al momento en que se escribe el artículo, que no está fechado, y siempre según Lenz, Arthur Rink, nacido en 1919, un profesor de arte y discípulo del escultor favorito de Hitler, Arno Breker, era el único testigo del proyecto.

Después de un corto período de práctica en el "Puppenwerk Käthe Kruse", Rink habría trabajado desde 1937 en el estudio de Tschakerts que formaba parte del Museo de la Higiene de Dresde, para finalmente unirse al equipo Borghild a principios de 1940.

Al parecer el mecánico que era de la partida, salido de la Würtemberg Metallfabrik, habría trabajado solo en el principio del proyecto. De hecho, el primer prototipo había sido planteado con un simple esqueleto de aluminio en su interior. Pero luego se decidió a usar elastolín.

Sin citar fuentes ni entrevistas de ningún tipo, Lenz hace hablar a Rink: "El material no se conseguía con facilidad. Mr. Tschakert, el experto en plásticos, había experimentado con muchos materiales basados en goma y en goma vulcanizada: todos procedentes de las IG Farben o del Rheinischen Gummi und Celluloid Fabrik. Uno de los materiales se llamaba Ipolex, y era extremadamente resistente al agua, pero desarrollaba manchas amarillas cuando se lo lavaba con cierto tipo de detergentes."

Al parecer, Chargeheimer y Hannussen estaban convencidos de que el éxito de la Borghild iba a depender de su "expresión facial". Así, los modelos diseñados por Rink fueron usados para producir algunas cabezas que se exhibieron en una fábrica de Königsberg.

El propósito del ejercicio, que Lenz califica de costoso, era descubrir qué tipo de mujer desearían los soldados alemanes. O como Chargeheimer escribió a Hannussen "la idea de la belleza abrigada por los SS no se puede hacer extensiva a la mayoría de nuestros soldados." De hecho, la consideración de que "el vulgar podría seducir a la mayoría de los hombres ordinarios" surge como bastante acertada. De hecho, la idea de los peluqueros de agregar tiernos bucles al peinado de la muñeca fue rechazada. El razonamiento era que ella debía estar lo más lejos posible de recordar a una madre honorable.

Según Lenz, cuyo archivo de cartas personales de la segunda Guerra Mundial se parece bastante a la galera de un mago, los resultados de las pruebas del Dr. Chargeheimers en los cuarteles de St. Helier de Soldatenheim no se conocen. Pero, para ese momento, Tschakert ya había terminado un modelo completo de la muñeca.

El artículo del sitio oficial de la Borghild cuenta que los prototipos tuvieron éxito en Berlín, que Himmler los aprobó y mandó fabricar cincuenta primeras muñecas para avanzar hacia testeos más concretos. Lenz señala algunos problemas presupuestarios, confirma la hipótesis de que no llegaron a producirse en serie y finalmente menciona el bombardeo de la ciudad de Dresde como posible final para la aventura.

4. La refutación.

Inevitablemente, por supuesto, todo este tráfico de información lleno de imprecisiones y fuentes oscuras levantó sospechas. El 22 de junio de este año, por ejemplo, Boing-Boing (5) publicó un breve texto titulado Nazi sex doll story: das ist bogus que intentaba refutar la existencia de la sex puppen. La discusión viene de otros blogs, algunos de ellos de lengua alemana. Se cita el ya famoso fleshbot.com y algunas intervenciones de lectores. Lo que queda en limpio, sin embargo, es bastante obvio y tiene aire de tautología. Antes que nada, se aclara que es evidente que el tabloide alemán Bild tomó la información para hacer su nota e instalar el tema del sitio oficial de la Borghild. Luego, se hacen dos objeciones presentadas como "main problems with Borghild".

Primero: "No hay evidencia de que ninguno de los documentos o textos sobre los que se habla haya existido. La mayor parte del material del Deutsche Hygiene Museum fue destruido en 1945, pero aparte ninguno de los que formaron parte de esa institución y sobrevivieron a la guerra parece recordar nada sobre este proyecto. Las fotografías de borghild.de han sido fabricadas para el caso, e incluso el sitio da cuenta de esto."

Segundo: "El autor de borghild.de, "Norbert Lenz", dice haber trabajado en diferentes revistas alemanas, pero no hay registro de su paso por ninguna de ellas. No está enlistado en las guías telefónicas y el único libro disponible en Alemania firmado por un Norbert Lenz es un libro sobre patos."

Ahora bien, esta "refutación" trabaja para invalidar el artículo de Norbert Lenz, así como en el sitio borghild.de. De allí que los "main problems with the Borghild" sean, en realidad, los "main problems with the site borghild.de" que no es lo mismo.

Para cerrar la nota, el administrador de Boing-Boing encargado de subir la "refutación" agrega este significativo párrafo final: "Está bien. Atentá contra mis sueños Borg-hilda con tus insensibles hechos, tu "evidencia empírica" sin corazón. Decí que nuestra señora de látex es una mentira. Pero el amor es verdadero. Die sexpuppen der Nazis son eternas".

5. Especulaciones.

En De Caligari a Hitler, historia psicológica del cine alemán, un excelente libro sobre el surgimiento del nazismo, Sigfried Kracauer afirma que la idea del hombre artificial estuvo desde el principio de la modernidad, e incluso antes, operando en la mentalidad alemana. El cine parecería recoger este tema de manera efectiva, incluso en la etapa definida como "período arcaico" a la que el autor sitúa entre 1895 y 1918.

Kracauer cita y parafrasea las historias de Der Golem (1915) y Homunculus (1916), dos seres creados por la mano del hombre, especies de proto-androides que sufren el mismo dolor existencial, el mismo sentimiento romántico de sinsentido, que el Frankestein de la gran pantalla, al que sin duda influencian.

Dice Kracauer: "Las dos figuras cinematográficas artificiales reaccionan contra la frustración en forma parecida. En el caso de Homunculus, los impulsos que lo mueven a la acción son muy obvios En él se combinan el poderoso deseo de la destrucción con tendencias sádicomasoquistas que se manifiestan en su indecisión entre la sumisión humilde y la violencia vengativa. La muy acentuada amistad con Rodin agrega un toque de homosexualidad que flota en toda la película. El psicoanálisis moderno está indudablemente justificado al interpretar estas perversiones como un medio para escapar de los sufrimientos específicos que padece el Homunculus. El hecho de que ambos filmes traten de esas "válvulas de escape" revela una fuerte predisposición por parte de los alemanes para utilizarlas." (7)

La galería de sex dolls (8), al mismo tiempo ingenua y aterradora, que presenta uno de los sitios más crudos de la web, rotten.com, comienza con este breve y significativo diálogo.

"Pregunta: ¿Alguna vez te preguntaste por qué en los catálogos para adultos no se reproducen las fotos de las muñecas infladas y listas para usar y en su lugar se ponen fotos de pornostars?

Respuesta: Porque, infladas y listas para usar tienen un aspecto ridículo."

Es verdad que la tecnología, de cualquier tipo, avanza a pasos agigantados con la guerra y la Segunda Guerra Mundial, y en especial dentro de ella la Alemania nazi, aportó una serie de innovaciones técnicas asombrosas al mundo moderno. Así y todo, recorriendo la galería de rotten.com, uno no puede más que desconfiar de los resultados que habrían conseguido el equipo borghild en su búsqueda de la mujer-no-mujer más perfecta sesenta años en el pasado. Así y todo, ¿quién tiene la última palabra?

Aunque las relaciones sexuales con los lugareños estaban prohibidas, los soldados que invadieron la Unión Soviética en 1941 fueron proveídos con preservativos como parte de su equipo de campaña. En el contexto de la Alemania nazi, la soledad de la guerra y un importante despegue tecnológico, la muñeca sexual alemana quizás no sea real, pero está lejos de ser inverosímil.

 

Juan Terranova

 

Notas

(1) http://www.clarin.com/diario/2005/06/27/um/m-1003579.htm

(2)http://www.strikehold504th.com/forums/index.php?s=

6c6a2e96b9fc8910497896ae3c7c5bae&showtopic=226&pid=6121&st=0&#entry6121

(3)

http://www.elfloridobyte.com/alquitara/825/tama241o-natural-1-el-proyecto-borghild

(4) http://www.elfloridobyte.com/acerca-de

En "acerca de" se lee: "El florido byte es una revista cultural publicada de manera anónima por un sindicato de autores sin criterio editorial concreto. Su título hace referencia al popular catón de la postguerra española y, de rondón, a los jardines colgantes especializados en la colección de flores raras y curiosas. Su objetivo es ofrecer al lector una serie de artículos de vocación heterodoxa, a veces irreverente, vinculados a la red creativa y a la cultura, así como un bestiario de enlaces a lugares de Internet que, por su naturaleza o calidad, han sido seleccionados por los editores."

(5)

La lista dice así:

"Características de la Leyenda Urbana:

Es narrativa.

Su veracidad es cuestionable.

Autoafirma su verosimilitud apoyándose en datos comprobables.

Es lo bastante plausible como para ser creída.

Su origen es indeterminado.

Su contenido varía y se enriquece según se va transmitiendo.

Se atribuye siempre a una fuente fiable, aunque lejana.

Se transmite de forma oral o escrita empleando medios masivos (los más frecuentes en

estos días son el mail y el blog).

Frecuentemente contiene una moraleja."

(6) http://www.boingboing.net/2005/06/22/nazi_sex_doll_story_.html

El subtitulo de Boing-Boing es "a directory of wonderful things".

(7) Sigfried Kracauer. De Caligari a Hitler, Historia psicológica del cine alemán. Paydós, Barcelona, 1985. Pp. 38-39.

(8) http://www.rotten.com/library/sex/masturbation/inventions/sex-dolls/

La investigación, simple pero completa, incluye muñecas inflables, travestis, réplicas de actores, ovejas, cerdos y hasta un Alien Love Doll cuya piel verde fosforescente se ilumina en la oscuridad.

 

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 
                 

Juan Terranova

 

Publicaciones en el interpretador:

Número 8: noviembre 2004 - Decálogo del perfecto blogger contemporáneo (aguafuertes)

Número 12: marzo 2005 - Nueve libros, nueve poetas (aguafuertes)

Número 13: abril 2005 - Nazismo Bizarro: Espionaje, sexo y esoterismo (ensayos/artículos)

Número 14: mayo - Nazismo Bizarro: Ilsa, She-Wolf of the SS: nazismo y cine berreta (ensayos/artículos)

Número 15: junio - Bariloche nazi, una guía turística (ensayos/artículos)

Número 16: julio 2005 - Nazismo bizarro: Algo se mueve en el cielo (ensayos/artículos)

Número 17: agosto - Nazismo bizarro: El secreto mejor guardado (ensayos/artículos)

Número 18: septiembre - Nazismo Bizarro: Versiones de Hanussen, el profeta del Tercer Reich (ensayos/artículos)

Número 19: octubre - Nazismo Bizarro: El extraño viaje de Rudolff Hess (ensayos/artículos)

 
   
     
 
 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Marcos Leotta, Juan Pablo Liefeld
sección artes visuales: Juliana Fraile, Mariana Rodríguez
Control de calidad: Sebastián Hernaiz
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Massimo Carnevale, Obra (detalle).