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Nazismo Bizarro:

El secreto mejor guardado

Juan Terranova

 

 

 

 

1. El escándalo

En el principio, un escándalo. Nadie dudaba, en el mundillo literario alemán, uno de los más sofisticados y rentables del mundo, que la próxima novela de Thor Kunkel iba a ser un éxito. Sin embargo, cuando el autor volvió de unas semanas de vacaciones en Holanda se encontró con que, apenas dos meses antes de lo acordado, Rowohlt (http://www.rowohlt.de), su casa editora, había decidido suspender el lanzamiento. El editor de Kunkel, Alexander Fest., explicó a la prensa que la suspensión a último minuto se debía a diferencias "estéticas y de contenido". El asunto se transformó rápidamente en affair y todos los semanarios culturales de Alemania recogieron la noticia y dieron su opinión.

Lo primero que trascendió fue que la descripción ficcional que el autor hacía del Instituto de Higiene de la SS en Berlín resultaba demasiado glamorosa y la importancia del Holocausto aparecía menospreciada.

"Esto es completamente ridículo �respondió Kunkel�. Es ultrajante." Y agregó: "Lo que traté de hacer en mi libro es explorar uno de los más oscuros capítulos de la historia alemana. Mi novela ocurre en 1941 cuando no había caído una sola bomba en Alemania. Empieza en el punto de quiebre de la guerra, cuando comienza la invasión a la Unión Soviética. El libro trata las licencias mórbidas del Tercer Reich. No trato de ignorar el Holocausto, es que ya está transitado como tema." Y remató: "�Quién se piensa que es Fest?".

Para ese momento, el Franfurter Allgemeine Zeitung ya hablaba de la novela como "el libro de la temporada". En un largo ensayo el prestigioso diario decía que el manuscrito contenía "decadencia, lujuria, placeres químicos, goces corporales y revulsivos y humor". Como era de esperarse, inmediatamente tres editoriales se ofrecieron para publicarlo. Otros editores también dieron su parecer. "Kunkel lee mucho a Pynchon y sobre estimo sus posibilidades artísticas" o "Hay muchos otros escritores de su generación que escriben mucho mejor, Kunkel es un escritor que tiene un gran deseo de provocar".

La cosa parecía agotada cuando una revista semanal, Der Spiegel, publicó e-mails privados del editor de Kunkel. Y un periodista de la revista, Ulrike Schieder, dijo que Kunkel describía a los aliados como "animales sedientos de sangre" y a los alemanes como víctimas. Para Der Spiegel, Kunkel trivializa a los nazis como una sociedad lujuriosa y decadente.

Kunkel reaccionó con furia y en una carta abierta acusó a la revista de trata de arruinar su reputación y, como si hiciera falta, aclaró que condenaba los horrores del nazismo, especialmente el holocausto. Después, se describió a sí mismo como un alemán anglófilo y aseguró que el problema era el humor negro que Fest no entendía. La carta terminaba reafirmando que los horrores del nazismo no debían ser olvidados pero al mismo tiempo hacía hincapié en que se necesitaban nuevos ángulos para contarlo.

El nombre de la novela en cuestión es Endstufe, algo así como Escena Final. El manuscrito llegaba a las 622 páginas y la narración gira alrededor de un tema tan controversial como atractivo: las películas pornográficas que produjo el nazismo.

 

2. Uno de los más oscuros capítulos de la historia alemana

Según el mismo Kunkel la historia empieza a mediados de los años noventa cuando un amigo le muestra una Playboy vieja que trae un artículo sobre la historia del sexo en el cine firmado por Arthur Knight y Hollis Alpert (1). Ahí el novelista lee por primera vez sobre las películas de Sachsenwald. El artículo decía: "El más singular de los negocios de cinematografía pornográfica fue el que emprendió el Tercer Reich. De 1936 a 1939, los nazis rodaron en Hamburgo las llamadas Películas de Sachsenwald. Se trataba de un porno blando destinado a Suecia, donde se cambió por el hierro utilizado en la construcción del tejado de la sala de congresos de Nuremberg."

Inmediatamente Kunkel descubrió que ahí había una excelente historia y atrás, como suele suceder, un contundente best-seller. Como reflejo de época, el escritor recurrió a los buscadores de Internet y no encontró nada. Visitó a los neonazis y estos tampoco sabían gran cosa. Ronny Lloewy, del Fritz-Bauer-Institut, incluso dudaba de la existencia de las películas. Helmut Regel, del Bundesfilmarchive, no había oído hablar nunca de ese material. "�Tomas de penetraciones? Hubo películas algo subidas de tono como Die Nacht der Amazonen, una obra de desnudos. Pero películas verdaderamente pornográficas no hubieran encajado con el puritanismo de los nazis." Kunkel llegó a entrevistar, sin mayores resultados, a camarógrafos jubilados que habían trabajado con Riefenstahl y a antiguas actrices de la UFA.

Finalmente, dio con un documental de Alexander Kluge que mostraba breves secuencias de las películas de Sachsenwald. En Munich, Kluge le pasó el dato de un coleccionista. Y Werner Nekes, que debe ser todo un personaje, resultó ser el hombre. Seguramente, con una sonrisa de satisfacción en los labios, Nekes le mostró al escritor Frühlings Erwachen, que se puede traducir como El despertar de la primavera y le contó esta historia. Un diplomático y miembro de la nobleza de un país báltico condujo las negociaciones con los propietarios de las minas suecas. Un crítico, Gösta Werner, dio el visto bueno y las películas empezaron a copiarse en la embajada alemana de Estocolmo. La operación se hizo en secreto y sin dejar huellas.

Después de entrevistar a casi sesenta personas, y mediante un fotógrafo de Hamburgo que la había fotografiado desnuda cuando era una adolescente, Kunkel logró localizar a la última de las protagonistas que quedaba con vida, obviamente, en una residencia de ancianos. La viejita de ochenta y tres años le contó cómo, sesenta años atrás, dos hombres elegantes y educados las abordaron a ella y a su hermana en el centro de Berlín para después llevarlas, en un Opel Admiral negro, el auto preferido de la GESTAPO, a un bosque en las afueras de Hamburgo. Allí, en un ambiente bucólico, las dos jovencitas participaron en un "asunto de tres" con uno de los hombres, mientras seguramente el otro filmaba. Según parece, la mujer cooperó con Kunkel y respondió todas sus preguntas con la sola condición de permanecer en el anonimato.

 

3. Un buen programa

De lo poco que nos llega por Internet, hasta ahora único medio accesible interesado en el libro y sus derivaciones, lo que sacamos en limpio es esto.

� En 1941, hedonistas de las clases altas del nazismo se dedicaron a rodar filmes de porno duro para consumo privado. Según la declaración de la actriz erótica H. S., las películas Der Fallersteller y Frühlings Erwachen se rodaron en Sachsenwald, en las inmediaciones de Aumühle, y es probable que la película en color Waldeslust se rodara en un lago de los Alpes de la Alta Baviera. Los actores de esta última serían miembros de la asociación naturista Bund für Leibeszucht (Asociación para el Cultivo del Cuerpo). Según declaraciones de la testigo, los productores no pertenecían a ninguna organización militar.

� Las declaraciones de Fritz Hippler, el antiguo intendente de cinematografía del Reich, apuntan a un entorno extraoficial de la clase alta del nacionalsocialismo, tal vez incluso a la Sociedad Hedonista Swing, que se reunía en Berchtesgaden. Esta estaba compuesta por miembros de la nobleza, artistas famosos, deportistas y actores que durante los años de guerra "vivían a lo grande en la Alta Baviera" en palabras del ministro Goebbels.

� Ninguna de las películas ni sus nombres está registrada en el Archivo Cinematográfico Federal de Alemania (Bundesfilmarchive).

� Según Kunkel, Alexander Kluge confirmó la autenticidad de las copias que aun se conservan.

� Aunque al menos una de las películas de Sachsenwald se proyectó en un establecimiento público de la empresa sueca Bolaget, en 1942, no se hallaron pruebas determinantes de que se produjera un negocio de intercambio con la compañía minera LKAB, con sede en la ciudad de Kiruna.

� Aparte del hierro sueco, existe una pista inequívoca que permite seguir las películas hasta el norte de Africa, al muy importante Mineralölkommandos (Comando Petrolífero) del Afrika-Korps. Las películas de Sachsenwald, igual que las postales de desnudos, eran unos objetos de intercambio muy cotizados entre los beréberes. Es probable que las películas se usaran como moneda de cambio para adquirir concesiones de explotación mineral. Pero también hay datos sobre el truque de otros suministros, que van de repelente de insectos hasta agua y comida. Es probable que alguna copia terminara en las manos del, en ese momento, Bey de Túnez, conocido, entre otras cosas, por poseer una legendaria colección de pornografía occidental.

De todo esto, aquí y ahora, lo único que tenemos nosotros es una foto muy fuera de foco y en blanco y negro donde se puede ver a un hombre desnudo atando a una mujer desnuda a un árbol. Nada señala que sean alemanes, nazis, miembros de la GESTAPO o agentes del recontra espionaje. Los pechos de la mujer son más bien pequeños.

 

4. La refutación y más allá

Endstufe ya salió, finalmente, por Eichborn Berlin

(http://www.eichborn-berlin.de/).

Y a esta parte del mundo, como ya dijimos, las noticias de la aventura intelectual de Kunkel nos siguen llegando únicamente y en forma fragmentaria a través de Internet.

En alemán hay un par de sitios relacionados con la salida y la génesis del libro. Antes que nada está la página personal del autor:

http://www.thorkunkel.com.

En ella hay unas muy cancheras fotos de prensa:

http://www.thorkunkel.com/pressephotos.html

y también información sobre la novela en cuestión, datos biográficos de Kunkel y todo tipo de links. El sitio, muy bien armado desde lo gráfico, se desarrolla íntegramente en alemán.

El diario inglés The Guardian sacó el 12 de febrero del 2004, firmada por una tal Luke Harding, una nota bastante importante titulada con suspicacia Porno und drung. El texto se puede consultar en

http://www.guardian.co.uk/print/0,3858,4856888-103532,00.html .

Una paráfrasis de esa nota, Did the Nazis make porn? Se consigue en

http://www.dazereader.com/24000229.htm.

Por su parte, la revista española Letras Libres publicó, el 1 de mayo del 2004, una especie de reseña que refrita lo de The Guardian. Es evidente que el cronista, un tal Julio Aguilar, no leyó la novela, aunque no lo haga explícito y quiera esconderse en los pliegues del equívoco. Tampoco leyó críticamente el material disponible en la web porque el título de la seudo-reseña es Historias pornonazis, que no está mal, pero el subtítulo es "actos pornográficos de militares nazis durante Segunda Guerra Mundial". Es obvio que lo de militares sobra. Una verdadera vergüenza.

Llegado este punto, hay que decir que este artículo mismo es un centón internético hecho a partir de retazos y navegaciones trasnochadas. Pero nosotros, por lo menos, tenemos la honradez de señalar nuestras limitaciones y hacer explícitas nuestras fuentes.

Ahora bien, hay un artículo, sintético y muy seductor, que se reproduce una y otra vez, aquí y allá, en la web. Este artículo es la prueba más fehaciente de que los que hacen Internet, por lo general, prefieren cortar y pegar antes que escribir. Aparte de un diseño diferente en cada caso, al artículo se le suman, como mucho, epígrafes torpes a fotos sacadas de otros sitios. Por ejemplo, "Estaban contra el arte degenerado y hacían pornografía". También se le cambia el título. Sobre todo se lo encuentra como El negocio de la pornografía nazi, visto con objetividad, para nada un mal título.

Finalmente también es posible encontrar refutaciones a la hipótesis central del libro de Kunkel. Bajo el titular Supuestas películas porno nazis se filmaron en los años 50 en

http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2004/04/22/uhora/uhora_curiosidades.shtml

se publicaron los siguientes tres concisos párrafos.

"Berlín (EFE) -Supuestas películas porno nazis que motivaron una novela recientemente publicada por el escritor alemán Thor Kunkel datan en realidad de los años 50.

Así lo afirma el responsable del Archivo Federal de Historia del Cine, Helmut Regel, en un reportaje que emite hoy, jueves, el canal público alemán 3-sat y que desvirtúa la teoría del supuesto hallazgo histórico.

"En los 34 años que llevo trabajando en el archivo, investigando la historia del cine entre 1933 y 1945, no he visto ni un metro de filmes pornográficos de producción alemana", afirma Regel."

En el sitio de la Deutsche Welle hay una nota parecida que también pone en duda las investigaciones de Kunkel.

http://www.dw-world.de/dw/article/0,,1169483,00.html Si las películas existen o son una invención, todavía no se sabe. El anónimo redactor de Did the nazis make porno? pregunta, con toda justicia, si se trata de un apócrifo, un error honesto o algo de entre las dos cosas. Para nosotros es una enigma que la novela todavía no se haya traducido al español. A esta altura, uno está tentado de aprender alemán para leerla.

 

5. Escena final

No estoy seguro porque al momento de escribir esta glosa ya pasaron un par de años desde que vi el film por última vez, pero creo que en una de las primeras escenas de la película de Oliver Stone The Doors, Jim Morrison, encarnado por un asombrosamente dúctil Val Kilmer, se reúne con sus compañeros en una escuela de cine de California. El futuro poeta y cantante les muestra su material más reciente. Se trata de un mesh-up que sobreimprime imágenes pornográficas a desfiles de camisas pardas. Uno de los presentes pregunta: "�Nazismo y pornografía, Jim? �Qué es esto?". Morrison agarra sus cosas y se va, dando por terminada su etapa de estudiante. La escena que sigue ya lo encuentra como cantante, ensayando Break On Through, la primera canción del primer disco de la banda y también su primer single. Pero el dato bien podría estar errado.

 

Juan Terranova

 

 

 

Notas

1.Probablemente se trate de un ejemplar aparecido alrededor de 1965, cuando los críticos empezaron a publicar en entregas su "The History of Sex in Cinema". Vease:

http://wonderclub.com/magazines/playboy/playboy_magazine_1965.htm

y otras páginas similares.

2. Los buscadores de la web, Google a la cabeza, también encuentran este tipo de series: "chicas rubias follando nazi maricones videos de chicas amateurs gratis nazi maricones jovencitas lesbianas nazi maricones pornografía nazi maricones mujeres" o, en portugués, "chats videois videois zorras historias muriaé sexo honduras viagem viagem uk bollos bollos nic ohio en pelota sitios de pornografía nazi housho volta tias". �Actores pornos disfrazados de miembros de la GESTAPO? Si depende de mí, nunca lo sabremos porque los sitios publicitados son todos estrictamente pagos.




 

 
 
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Juan Terranova

 

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Número 8: noviembre 2004 - Decálogo del perfecto blogger contemporáneo (aguafuertes)

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Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Massimo Carnevale, Obra (detalle).