El sábado 27 de agosto papá nos llevó a mí y a Agustín a uno de sus trabajos. Ya conté que papá es fotógrafo, y el sábado tuvo que sacar fotos a una banda de música en un bar que quedaba en Puerto Madero. Como el lugar era muy pituco, mamá me obligó a vestirme bien. Eso quiere decir que no pude elegir qué ponerme, que ella me obligó a ponerme un vestidito de esos que no me gustan porque parecen de muñeca o de nena tonta. A mí me gusta usar jeans, como mi hermana más grande.
Igual era verdad que el lugar era muy pituco. Nosotros dos éramos los únicos chicos. En las mesas había velitas y todos tomaban vino. Como papá tenía que ir de acá para allá por todo el salón, nos sentó a Agustín y a mí en una mesa, nos pidió una coca y se fue.
Menos mal que llevé una carterita con unas hojas y unos lápices porque era bastante aburrido. El nombre de la banda ya era raro: “Me darás mil hijos” y la música era todavía más rara. Había canciones que eran lindas y en un momento miré muy atenta porque había muchos instrumentos. Pero bueno, al rato me aburrí y empecé a dibujar en una hoja. Como dibujo mal, enseguida me puse a intentar escribir los nombres de todos los instrumentos que había en el escenario, pero algunos no sabía, así que anoté en qué lugar del escenario estaba el músico así después le preguntaba a papá.
En un momento me dio ganas de hacer pis y me aguanté lo más que pude, porque mamá no estaba y siempre es ella la que me acompaña al baño. Alguna vez papá me acompañó, pero él estaba trabajando y yo no podía molestar. Cuando no aguanté más le avisé a Agustín que iba al baño y él ni me dijo de acompañarme. Me puse un poco triste pero ya no aguantaba más y no quería pedírselo porque iba a cargarme, siempre me carga porque como soy chica hay cosas que todavía no hago sola. Me levanté y le pregunté al mozo dónde quedaba el baño. Tuve que caminar por todo el restaurant para llegar. Papá ni se dio cuenta. Me dio un poco de vergüenza porque algunos me miraban, para mí que por el vestido, que parecía de fiesta. Las chicas estaban lindas pero cancheras, no como yo que parecía una muñeca. No voy a dejar más que mamá me vista. Quiero ser grande, como mi hermana, que va a esos lugares con sus amigas o con su novio, no como yo que voy con mi hermano que es un tarado.
Por suerte el baño estaba re limpito. Igual no me senté. Tuve ganas de apoyarme porque es más cómodo, pero mamá dice que no hay que sentarse en los baños a los que va mucha gente. A ese va mucha gente pero estaba limpio. ¿Si limpian a cada rato por qué no hay que sentarse? Igual me quedé en cuchillas, a ver si después me enfermaba… Me lavé las manos y volví a la mesa.
La música después se hizo más alegre y algunos bailaban. Había una chica embarazada que tocaba el acordeón. ¿Qué le pasará al bebé adentro de la panza si su mamá toca el acordeón? ¿Sentirá todo? ¿Le gustará al bebé o querrá que su mamá se calle? Si te acostumbran de chiquito para mí que te gusta, es como a mí, que me gustan las fotos porque mi papá siempre sacó fotos, entonces me gustan.
Papá se dio cuenta de que me aburrí un poco, porque cuando terminó todo yo estaba seria y le pregunté si faltaba mucho para irnos. Me dijo que ya nos íbamos y me prometió que me va a comprar una camarita de fotos, así cuando lo acompaño yo puedo sacar las mías y después comparamos. Ya me imagino lo mismo que pasó con mamá. Ella no sabía qué escribir para el interpretador y terminé escribiendo yo. Quizás a papá no le gusta ninguna foto y me termina pidiendo a mí. Aunque no creo que eso pase porque papá es muy muy bueno, y por eso siempre ponen sus fotos en todos lados. A veces no sé si quiero ser escritora como mamá o fotógrafa como papá. Ahora cuando tenga la camarita voy a probar y ver qué me gusta más. O quizás puedo ser las dos cosas. ¿No?
Luly