Mi mamá tenía que escribir una de esas cosas que escribe para el diario o para alguna revista y como no se le ocurría qué decir me preguntó si no quería escribir algo yo y a mí me pareció bien, si igual siempre escribo en mi diario íntimo, ya sé cómo se hace.
Yo soy de Bahía Blanca. Mi papá me llevó a Buenos Aires una semana por las vacaciones de invierno, y estuvo buenísimo. Había un montón de chicos por todos lados, en la avenida Corrientes ni te cuento... porque ahí hay muchos teatros, muchos bares, todo en la avenida Corrientes es mucho y a mí me encanta por eso. Le dije a mi papá que cuando sea grande voy a vivir en la avenida Corrientes y él se rió. Los grandes nunca creen lo que decimos los chicos, pero yo estoy segura de que va a ser así, a mí me gusta mucho esa Avenida y voy a vivir ahí. Mi mamá dice que antes era más linda, que ahora todo está sucio y viejo. A mí no me pareció, pero antes no la conocía, así que no puedo comparar.
Otro día fuimos a La Boca, un barrio que queda un poco lejos pero que también es hermosísimo. Hay muchos colores y muchos turistas. Mi papá dice que ahí todo es caro y artificial porque está hecho para turistas. Me parece que tiene razón. Había una feria que no tenía nada de lindo y todo era carísimo. Había chicas rubias y altas con cámaras de fotos digitales y ropa cómoda para caminar, tenían mochilas y riñoneras. También había orientales, no sé si chinos o japonenes. Le fui a preguntar a mi mamá y me dijo que ponga orientales. Eran grupos de mucha gente y un guía les explicaba en inglés qué era cada cosa que veían. Ahora todos hablan inglés. Yo estoy aprendiendo, parece que es muy importante.
Fuimos a La Boca porque ahí hay un teatro que se llama Teatro de la Ribera y dan una obra que se llama Fulanos. La vimos y me encantó. Es la que más me gustó de toda la semana, por eso escribo sobre esa obra. Mamá me dijo que elija algo y cuente sobre eso, y no dudé en hablar de Fulanos. Son tres chicas y tres chicos que bailan, actúan y hacen acrobacias. Lo raro es que usan escaleras, esas que se usan para cambiar las lamparitas o hacer arreglos en las casas, pero ellos las tienen para cualquier cosa, van de una escalera a la otra, se trepan y bailan ahí arriba. También las usan como juegos de plaza.
En un momento uno de los chicos está colgado del techo y monta en la escalera como si fuera un caballo. La escalera y él están en el aire, aunque yo no me asusté porque me di cuenta de que él estaba agarrado del techo. En otro momento todos juegan con un libro que tiene una luz, entonces cuando lo abren les ilumina las caras. Papá me dijo que hicieron eso para mostrar que leer ilumina a las personas. Papá siempre piensa y me dice qué significa cada cosa. A mí me gusta o no me gusta, y punto.
En otra parte una chica y un chico están enamorados y quieren encontrarse pero justo cuando van a encontrarse la música se hace más rápida y todos los demás corren entre ellos que entonces no logran verse y se ponen tristes. También se escucha una voz que dice un montón de cosas que no se pueden hacer con las escaleras, como treparse o subirse de a muchos a la vez, todas esas cosas que ellos hacen y que supuestamente están mal. Es como cuando no te dan permiso para algo y vos lo hacés igual, porque sabés que no pasa nada.
Me encantó Fulanos y a papá también. Eso me gustó, porque muchas veces vamos al teatro o al cine y me parece que papá se aburre un poco (a veces yo también me aburro, si hay cada cosa...). Él dice que cuando las cosas son buenas de verdad les gustan a los chicos y a los grandes.
Yo ahora espero que a mi mamá le guste lo que escribí y que en la revista se lo quieran publicar, así se lo muestro a la familia y a todos mis amigos.
©Luly