Qué lindo perrito, sos hermoso, miralo mamá, es muy lindo. Hola perrito, ¿cómo te llamás? No te vayas. Miralo mamá, mirá qué lindo. Esteban, siempre lo mismo… ¿Ahora vas a jugar a las cartas con los de la carpa de al lado? Íbamos a ir a caminar… es el horario de los juegos para Alelí, la cuidan las chicas del balneario, vamos mi amor, vayamos a caminar un poco. Perrito, perrito, ¿cómo te llamás? Te voy a poner un nombre. No, Esteban, no tengo ganas de leer la revista, ya la leí a la mañana, no me trates como si fuera una idiota, si no querés caminar, decime y voy sola, pero pensalo, llegamos hace tres días y todavía no hicimos nada juntos. ¡Bombón! Te vas a llamar Bombón como el helado. ¿Este es tu hueso? Yo te lo tiro, andá a buscarlo. Dale, andá a buscarlo. Bueno, lo busco yo. Vamos, Bombón, vení a buscar el hueso conmigo. Entonces vas a jugar al truco. No, no me digas que ya habías arreglado. ¿Tengo que pedirte un horario en la agenda? Muy bien, Bombón. Ahora otra vez, y esta vez más lejos, ¡corré, Bombón! No, no hago escándalo, sos vos que no me das bolilla, no vine de baby sitter de tu hija, soy tu mujer también, pero parece que te olvidaste. ¡Muy bien! Lo agarraste, qué lindo perrito. Mojate las patas, yo me las mojo, el agua está fría… Voy sola, llevala a Alelí al parador, ahora hay unos juegos, hacete cargo de eso al menos. ¡Qué linda el agua! Te gusta, ¿no? ¿Cómo dónde está Alelí? ¿Dónde está? ¡Alelí…! Levantate Esteban, tu hija no está. Bombón estás todo mojado, qué divertido, perrito mojado. ¿Dónde está? ¿Te das cuenta de lo que hicimos? Alguien se la llevó, Esteban, estoy segura, Alelí no está, alguien se la llevó. No, no me acuerdo. Ah, sí, me mostró un perro mugriento, callejero, de la playa, no sé. Vayamos a preguntar, vayamos a la orilla, hablemos con el guardavidas, mirá si se metió al agua… Te tiro el hueso otra vez, al agua no porque no sé si sabés nadar, yo no sé, no traje flotadores, te lo tiro allá, ¡allá el hueso, Bombón! Por favor, aplaudamos, hagamos algo, ¿dónde está mi hija? ¿No vio una nenita? Morocha, cinco años, hermosa, ¿no la vio? Muy bien, Bombón, trajiste el hueso, otra vez, te lo tiro allá, allá, mirá para allá, ahí va el hueso, corramos, Bombón, vamos a buscarlo. Esteban, si Alelí no aparece es culpa tuya, sos un descuidado, no le prestás atención, no te importa nada de ella… Aplaudí al menos, aplaudí fuerte. Mirá cuánta gente, Bombón, ¿habrá algo para ver? Todos aplauden, seguro hay payasos. Ya terminó. No están los payasos. Mirá Bombón, ahí está mamá. Papá también. Vení, Bombón. Ahí está, Esteban, mirala. Hola mami, mirá que lindo perrito, se llama Bombón, ¿podemos llevarlo a casa?
©Marina Kogan