columna mensual
 

Mi Kierkegaard

 

Carlos Barbarito

 

 

 

 

Ciertas mañanas voy a un café –siempre el mismo- y allí, durante hora y media, antes de ir a mi trabajo, leo. Hoy, por enésima vez, elegí El universo singular, un pequeño escrito de Sartre sobre Kierkegaard, de principios de la década de los sesenta. Mientras lo leía pensaba de qué manera, que no alcanzo a explicarme del todo, el pensamiento del danés influencia desde siempre cuanto escribo. Y mi asombro se debe a que no leí lo suficiente de su obra y sin embargo encuentro nítidos reflejos de ella en mis poemas e, incluso, lo que me sobresalta, me enfrento por primera vez con pasajes suyos que, de un modo u otro, constituyen la materia prima de poemas que escribí hace años.

Así, su afirmación: Mi propia no-verdad (que, para Sartre, al menos en lo inmediato, dice, se transforma en mi verdad) sólo puedo yo descubrirla; en efecto, no es descubierta más que cuando soy yo el que la descubre, antes no está descubierta en modo alguno, aunque el mundo entero la haya sabido, puede, no tengo dudas al respecto, constituir el emblema de cuanto hice en literatura desde el comienzo. Cada poema, cada verso de cada poema, es, antes que cualquier otra cosa, el descubrimiento personal de algo que otros sabían antes pero que toma dimensión, valor, peso, medida, cuando soy yo quien accede a su conocimiento. Que alguien venga y me diga qué cosa es, o puede ser, el amor, por ejemplo, no significa nada para mí; es preciso que yo mismo lo descubra aunque del amor hablen infinitos libros en infinitas lenguas o desde el alba de los tiempos lo hayan evocado, celebrado, infinidad de hombres.

No es prodigio, hecho sobrenatural, Kierkegaard, aunque muerto, sigue siendo contemporáneo desde sus despojos literarios y convive con nosotros porque su palabra aún –y quién sabe hasta cuándo- está impregnada de lo mismo que impregna la nuestra. Y, también, su firme decisión –central en su pensamiento- de ser el Individuo –hasta el extremo de pedir que ello se grabara en su propia lápida cuando muriese- recién ahora se empieza a comprender y, en algún futuro, será entendido cabalmente. No resulta fantástico, de este modo, el hecho de que su impronta atraviese una vasta porción del corpus literario y del corpus filosófico aunque muchos de los escritores y filósofos que le sucedieron no lo hayan frecuentado lo suficiente e, incluso, lo hayan obviado y hasta escarnecido.

Acaso cada poema que escribo es un intento por levantar una casa, la propia, en mitad de la intemperie. Cuando era niño soñaba con una casa y ahora me pregunto si se trataba de una casa en el sentido más corriente –paredes, techo, puertas y ventanas- u otra casa, abrigo más o menos fuerte y duradero contra los vientos y lluvias de la existencia. Me inclino por lo segundo. Kierkegaard pretendió a lo largo de su breve pero intensa aventura construir un mundo -una casa-, pero donde pudiese vivir -¿de qué me serviría construir un mundo en el que no fuera a vivir?, se preguntó-. Si escribo es, primero y principal, porque quiero convertir lo que escribo en mi mundo -mi casa- y habitarlo. Si no fuese así, nada haría. Y, como quería Kierkegaard, un mundo- una casa- capaz de pervivir, de superar lo contingente para alcanzar el porvenir. Aunque a veces lo parezca, tal vez por la forma de presentarse, mi poética pareciera hundirse en la fatalidad ciega de los antiguos, pero no. Aún enfrentados a la más feroz de las tempestades, frecuente situación meteorológica en mi literatura, los ojos permanecen abiertos. Si hay llave, revelación más o menos última, alguna edad dorada o cosa semejante, seguro se encuentra adelante y no atrás. Afirma Kierkegaard: La concepción moderna debe buscar la libertad hacia delante. Suscribo sin temor estas palabras.

Recién esta mañana, hace unas horas, leo por primera vez esta frase suya: He mirado a los ojos de lo horroroso y no he tenido miedo. En mi La luz y alguna cosa hay más de un poema siguiendo esta idea –descubrimiento personal que resulta, otra vez, lo importante, aunque alguien, en este caso Kierkegaard, lo haya expresado con más riqueza y profundidad, antes -. Pero si el danés no manifiesta temor, yo sí. Aquí nos alejamos, el miedo nos aleja a uno del otro. Bajo las capas y capas que constituyen mi literatura, hay, debajo, en el fondo, temor, temblor. Tal vez la imagen, recurrente en mi poesía, del niño solo bajo un cielo de relámpagos, sea la más adecuada.

Paradoja: a través de mis poemas se puede saber de mí. Y no. A través de lo que escribió Kierkegaard, lo mismo –dice Sartre. El y yo -¿quién no?- tenemos secretos. Lo dijo: se vive en el saber y contra él. Vivo en la poesía y contra ella. El y yo en la vida y contra ella –o lo que nos dicen que es la vida- y, más lejos, y último, en la muerte –él ya muerto- y contra ella –él todavía, yo antes de ella -. Lo digo ahora: quiero ser distinto de mi poesía, no quedar metido en ella, quiero andar por fuera de mi poesía, libre de ella, a salvo. ¿Puedo? Sí y no. Mi poesía está tejida con las mismas fibras que constituyen mi cuerpo. Si corro mi cuerpo en otra dirección, la poesía me seguirá por sus ataduras; aunque de lejos, me seguirá. ¿Arrancarme la poesía y perder parte de mí mismo como Kierkegaard ansiaba arrancarse su religión a riesgo de perder parte de sí mismo? ¿Y para qué? ¿Para disfrutar la vida de otro modo, ver el mundo de otro modo, para ya no sentir el aguijón en la carne?

Pero tenemos secretos. Algunos ni yo mismo los conozco. Y, tal vez, nunca los conozca. Otro, adelante en el tiempo, quizás sí. Y, de algún modo, me los revele aunque yo no esté allí para oírle. Presumo ser, en la poesía, Adán desnudo. Me miento, claro. Aquí un secreto que ahora revelo. Dios se retira. Mira desde lejos y sabe qué acontecerá. Y acontece. Caigo. Describo a cada rato los episodios de esa caída que, lejos de traerme la muerte, me otorga por vez primera densidad y espesor de la vida. Hablo muchas veces de error. Un gran error. Ahora, sin ese error, ¿qué hubiésemos sido? ¿Criaturas toda levedad y transparencia, sin muerte y por ello sin vida?

Todo poema es hija y hermana de la necesidad. Sin la necesidad, no hay poema o hay escrito vacío y desinflado. ¿Necesidad de qué? De apagar la angustia, de cerrarle el paso, sí, pero desde la angustia. De anular el sentimiento del fracaso desde el fracaso. Paradojas. A contracorriente de un momento y húmedos de tiempo presente. Así. Hacia delante aunque el futuro nos parezca una estación helada o, peor, la multiplicación al infinito de actuales terrores.


©Carlos Barbarito, 2004

 

 
el interpretador acerca del autor
 
                 

Carlos Barbarito

(Pergamino, Buenos Aires, Argentina, 6 de febrero de 1955)

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Publicaciones en el interpretador:

Número 5: agosto 2004 - Poema


Obra publicada:

1985. Teatro de lirios. Fundación Alejandro González Gattone, Pergamino. Prólogo de Edna Pozzi.
1987. Éxodos y trenes. Último Reino, Buenos Aires. Prólogo de Alberto Luis Ponzo. Ilustraciones de Rafael Landea.
1988. Páginas del poeta flaco. Filofalsía, Buenos Aires.
1990. Caballos y otros poemas. Hojas de Sudestada, Taller de Poesía de Ana Emilia Lahitte, La Plata.
Acerca de las vanguardias. En: Arte argentino siglo XX. Comisión de homenaje a Jorge Feinsilber, Buenos Aires.
1991. Parte de entrañas. Arché, Buenos Aires.
1992. Bestiario de amor. En: El primer siglo. Centro de publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe.
Viga bajo el agua. Ediciones del Dock, Buenos Aires. Ilustración de Willi Baumesteir.
Meninas/Desnudo y la máscara. En: Poesía. Último Reino, Buenos Aires.
1995. El peso de los días. Edición digital de Carlos Read. Prólogos de Santiago Sylvester y Dolores Etchecopar. Ilustraciones de Felix Kelly y Diego Martínez. Altamira, Buenos Aires.
1998. La luz y alguna cosa. Prólogo de Cristina Piña. Último Reino, Buenos Aires.
1999. Desnuda materia. Fotografías de Andrea Miranda y María Pugliese. Ediciones del Árbol, Buenos Aires.
2001. Roberto Aizenberg. Diálogos con Carlos Barbarito. Fundación Federico Jorge Klemm, Buenos Aires. Colección Arte, teoría y crítica dirigida por Carlos Espartaco.
2002. Puntos de fuga. Prólogo de Héctor Sommaruga. Colectivo Zona Alta, Nro.12, Toluca, México.
2003. La orilla desierta. Andrómeda, San José de Costa Rica. Prólogo de Guillermo Fernández y arte de cubierta por Fabio Herrera.
2004.Figuras de ojo y sombras. Edición en CD. Bés Editions, Mouzeuil-Saint-Martin, Francia.

En Internet:

Casa de cadenas. Fotografía de E. Servera.
Figuras de ojo y sombras. Fotografías de Lucy Barbosa y Andrea Miranda. En: www.revistaetcetera.com.br (Brasil)
Figuras de ojo y sombras. En: www.caminosdepakistan.com (España).
Ediciones artesanales:
1984. Poesía quebrada. Mano de Obra, Buenos Aires, 1984. Prólogo de María Pugliese. Ilustraciones de Salvador Gallup. 300 ejemplares terminados a mano y firmados por el autor.
1992. Poemas. Edición a cargo de Paula Salmoiraghi. Bella Vista, Buenos Aires.

Textos para catálogos, revistas y muestras:

2000. Lo Pinto, Marcelo. La trama imperfecta. Pinturas, dibujos, objetos. Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Sala 7, 9/26 de noviembre.
2001. Miranda, Andrea. Rostros del más acá. Fotografías. Universidad Autónoma de Sinaloa, México, Galería de Arte Frida Kalho. 1 de marzo.
2002. Lo Pinto, Marcelo. Bestiario cotidiano. Dibujos, pinturas, objetos. Museo Provincial de Arte, Santa Rosa, La Pampa. 12/24 de julio. En Internet: http://www.marcelolopinto.com.ar/pagina_nueva_12.htm

http://www.marcelolopinto.com.ar/bestiario_cotidiano-carlos_barbarito.htm
2003. Caras de Mirta Kupferminc. Traducción al portugués de Ana María Rodríguez González. En: http://www.revistaetcetera.com.br/14/visuais/mirta1.htm
2003. Kupferminc, Mirta. Sillas. Ariel, Buenos Aires. Bilingüe español-inglés.

Traducciones:

1991. Cantar de cantares. Versión al portugués de Rudolph Link. En: Nicolau, 39, Curitiba, Brasil.
1991.. (Poems) Versiones al inglés por Adriana Uturbey y David Hughes. Ilustración de Graciela Cassell. En: Four argentine poets. Correo Latino, Buenos Aires. 1994.
2002. Poems. Versiones al inglés por Brian Cole. Diseño de Anna Cole. En: http://www.brindin.com/vb4cover.htm(Reino Unido)
2003. Agora acontece tudo... Versión al portugués por Alberto Augusto Miranda. En: ttp://incomunidade.com.sapo.pt
2004. Pedra em pedra fechada. Versión al portugués por Alberto Augusto Miranda. En: http://incomunidade.com.sapo.pt/
Versiones al holandés de su obra poética por Stefan Beyst. En: http://d-sites.net/barbarito/.

Antologías y ediciones colectivas:

1985. Nacer en los 50. Prólogo de Hugo Fiorentino. En: Mundo de papel, Alcalá de Henares, España.
1990. Anuario de poetas argentinos. Selección 1989, a cargo de Cristina Piña, Joaquín Giannuzzi y Francisco Madariaga. Ediciones del Dock, Buenos Aires.
Breve muestra de la poesía contemporánea del Río de la Plata. Bianchi Editores, Buenos Aires.
70 poetas argentinos 1970-1994. Prólogo y Selección de Antonio Aliberti. Plus Ultra, Buenos Aires.
1994. A Cecilia, en memoria. En: Cinco poemas en homenaje.
1998. Poesía Argentina año 2000. Selección y prólogo de Marcela Croce. Instituto de Literatura Argentina Ricardo Rojas. F.F. y L., UBA, Buenos Aires. Cuadernos del Matadero, 1.
Actividades interdisciplinarias
2000. Corrupción: Plástica y poesía. Colectiva. Poesía: C.B. Plástica: Mercedes Naveiro. Galería Hoy en el Arte, Buenos Aires, 6 de abril. Presentación de Vicente Zito Lema.
2001. Albistur, María Eva. Insomne. CD. Buenos Aires, Nueva Dirección en la Cultura. Musicalización del poema Inscripción.
2003. Paz, Hilda. En esta sombra. Objetos. Centro Cultural San Martín, Sala 2, Buenos Aires. Libro de artista Leve ala de fe sobre el incendio del mundo (poema incluido en: La luz y alguna cosa).
Albistur, María Eva. Avatar. CD. Buenos Aires, Nueva Dirección en la Cultura. Musicalización del poema Llevame a ver algo.

Revistas, diarios y páginas en Internet:

Poemas, ensayos, artículos y otros escritos en su país y en Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, México, Estados Unidos, Portugal, España, Gran Bretaña, Suecia e Italia.

Algunos estudios críticos y ediciones dedicadas a su poesía:

1985. Mastroberardino, Daniel. Pez de la tierra o el infierno en este mundo (Teatro de lirios). En: La Opinión de Pergamino, Suplemento de Cultura, Nro. 35.
S/f. Costa, Ricardo. En: La imagen y la palabra. Inédito.
1986: Ponzo, Alberto Luis. La poesía de Carlos Barbarito. En: La Cultura en El Tiempo, Azul, Buenos Aires, 19 de enero.
Medrano, Marta. (sobre Teatro de lirios). En: Ambito Literario, Buenos Aires, mayo-junio.
1988. Aliberti, Antonio. Un libro y dos poetas. En: La Cultura en El Tiempo, Azul, Buenos Aires, 20 de noviembre.
1987. Diéguez, Lauro. Trenes rigurosamente vallejianos. En: La Razón, Buenos Aires.
Warley, Jorge. (Sobre Éxodos y trenes). En: El Porteño, Buenos Aires, julio.
Petit de Meurville, Javier. El ruido de la feria. Inédito.
1990. Para no morir de frío en la penumbra. En: Juntos, Nro.22, San Miguel, Buenos Aires.
1997. Aliberti, Antonio. Estudio preliminar. En: Poesía argentina de fin de siglo. Editorial Vincigerra, Buenos Aires. Colección Metáfora.
1988. Fernández, Guillermo. La luz y alguna cosa. Inédito.
1999. Aguirre, Joaquín María. La luz y alguna cosa. En: Espéculo, Universidad Complutense, Madrid, www.ucm.es.info/especulo/numero10/c_barbar.html
2001. González Baeza, Claudio. Desnuda materia. En: La bota literaria. Nro.V, Buenos Aires.
La bota literaria, Nro. VIII, dedicado a C.B. Texto de Juan Luis Giménez Victorica.

Premios:

Premio Francisco López Merino.
Premio Fundación Alejandro González Gattone.
Premio Concurso Régimen de Fomento a la Producción Literaria Nacional y Estímulo a la Industrial Editorial, Fondo Nacional de las Artes.
Premio Bienal de Crítica de Arte Jorge Feinsilber.
Premio Tierras Planas.
Premio Fundación Argentina para la Poesía.
Gran Premio Libertad.
Premio Raúl Gustavo Aguirre de la Sociedad Argentina de Escritores.
Premio César Tiempo.
Mención Concurso Revista Plural, México.
Tercer Premio Fundación INCA.
Menciones de Honor Leopoldo Marechal y Carlos Allberto Débole.
Tercer Premio Enrique Pezzoni del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Vínculos a páginas en Internet relacionadas con algunas de sus obras:

Reseña del libro "La luz y alguna cosa" por Joaquín María Aguirre
www.ucm.es/info/especulo/numero21/barbarit.html
Adelanto del libro inédito "Amsterdam"
www.letralia.com/95/le02-095.htm
Adelanto del libro "Cenizas del mediodía"
www.cyberhumanitatis.uchile.cl/CDA/creacion_complex2/ 0,1242,SCID%253D4482%2526ISID%253D270,00.html
Versiones en inglés por Brian Cole y Ricardo Nirenberg
www.albany.edu/offcourse/summer03/barbarito.html
Publicación virtual, reducida, del libro "Figuras de ojo y sombras"
www.revistaetcetera.com.br/10/litera/litera.htm
Versiones en español e inglés de poemas por Brian Cole y Ricardo Nirenberg
http://www.szirine.com/index.php?category=Poetry&id=39

 
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