el interpretador ensayos/art�culos

Observaciones al art�culo de Le�n Rozitchner, ?Primero hay que saber vivir??, publicado en la revista El ojo mocho n�mero 20, invierno/primavera del 2006.

por Oscar del Barco

PRESENTACI�N

La intervenci�n cr�tica de Oscar del Barco que puede leerse a continuaci�n discute con el ensayo Primero hay que saber vivir. Del Vivir�s materno al No matar�s patriarcal, de Le�n Rozitchner, publicado en la revista El ojo mocho n�20, 2006. Dicha intervenci�n cr�tica tambi�n se inscribe en una gran constelaci�n de textos que se inicia en 2004 en la revista cordobesa La Intemperie, a ra�z de una entrevista que se le realiza a H�ctor Jouv�, quien rememora su participaci�n junto al Ejercito Guerrillero del Pueblo en Salta y que motiva una carta de Oscar del Barco. A partir de ah� se desarrolla un debate tortuoso e imprevisto hasta la fecha en torno a la violencia armada en los �70 y la necesidad de pensar la responsabilidad que en relaci�n a ella le correspondi� a las izquierdas en Argentina. Desde esa entrevista a H�ctor Jouv� y la carta de Oscar del Barco el debate y sus textos no han dejado de proliferar. Dicho debate puede rastrearse en revistas tales como: La Intemperie, Conjetural, Confines, El ojo mocho, Lucha Armada; as� como en libros: la novela de Jorge Lanata Muertos de amor (Alfaguara, 2007) y en la reciente recopilaci�n parcial de los textos de esta discusi�n en forma de libro en Sobre la responsabilidad: No Matar, publicado por la Universidad Nacional de C�rdoba. A su vez, elinterpretador, que consider� desde un principio este tema importante y necesario, ha publicado una gran parte de los textos que conforman dicho debate y que el lector puede leer en los siguientes n�meros de la revista:

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Observaciones al art�culo de Le�n Rozitchner, ?Primero hay que saber vivir??, publicado en la revista El ojo mocho n�mero 20, invierno/primavera del 2006.

por Oscar del Barco

I

Comienzo con las primeras cuatro palabras del t�tulo del art�culo de Rozichtner: primero hay que saber? s�, hay que saber? de qui�n se habla y de qu� se habla, en consecuencia no se le debe inventar al otro una vida que no es la suya ni atribuirle ideas que nunca tuvo para as� facilitarse la tarea descalificadora...

Es extra�o: Rozichtner comienza dirigi�ndose a m� y luego, repentinamente, habla de ?ellos?.

Este paso al ?ellos? introduce una confusi�n respecto a quienes son el objeto de sus cr�ticas. Me supongo que en el ?ellos? lo incluye a Pancho Aric�, a Schmucler, a Kiczkowsky, a Portantiero, a todos los que participaron en la revista Pasado y Presente y, adem�s, a esa indeterminada ?izquierda sin sujeto? a la que con ligereza menciona constantemente.

Con el ?ellos? oculta el hecho de que cada uno de nosotros sigui� su propio camino y que ya no podemos ser incluidos en ese amorfo ?ellos? que nos unifica y al mismo tiempo nos ignora.

Rozichtner ignora que yo no particip� en la segunda �poca de Pasado y presente, la que apareci� en Buenos Aires con una nueva direcci�n y con objetivos pol�ticos distintos a los de su primera �poca?

Ignora que el peque�o grupo que sac� Pasado y Presente en la primera �poca se hab�a disuelto y que ya no volver�a a existir como tal grupo?

Ignora que Aric� se fue a vivir a Buenos Aires y que junto con Portantiero dirigieron la revista en su ?nueva �poca?; que Schmucler se incorpor� a la juventud peronista; que Kiczkowsky, luego de estar detenido un a�o en Salta con los guerrilleros del ?ej�rcito guerrillero del pueblo?, sigui� trabajando en C�rdoba; y que yo segu� con mi militancia pol�tica y mis estudios tambi�n en C�rdoba?

Ignora que en M�xico yo no integr� el Grupo de discusi�n socialista y que s�lo asist� a una reuni�n porque me invitaron a discutir mi libro sobre Lenin?

Ignora que yo no firm� ninguna declaraci�n adhiriendo a la guerra de las Malvinas?

Ignora que cuando volvimos a la Argentina ni yo, ni �Schmucler, ni Kiczkowsy, integramos el ?Club de Cultura Socialista?,� ni participamos en la revista ?La ciudad futura? (y debo decir que no particip� de hecho y no por diferencias ideol�gico-pol�ticas, pues en general compart�a las posiciones de ese grupo ?socialdem�crata?, ?progresista? o como se lo quiera llamar).

Y si bien nadie tiene por qu� conocer nuestras particulares historias personales,� s� tiene la obligaci�n �tica de conocerlas el que se ponga a hablar sobre las mismas. Me atrever�a a decir que es una cuesti�n elemental del oficio de un ?cr�tico? de la pol�tica, de la filosof�a, de la historia o de lo que sea? �����

II

Rozitchner critica mi ?intelectualismo? ignorando no s�lo mi militancia pol�tica sino tambi�n los textos en que critiqu� el ?intelectualismo? de Lenin, de Althusser, de Colletti, de Paramio y Reverte (con estos �ltimos polemic� sobre el intelectualismo en la revista espa�ola ?El viejo topo?).

Los libros a los que me refiero y que Rozitchner ignora son Esencia y apariencia en ?El Capital? de Marx, El ?otro? Marx� y Esbozo de una cr�tica de la teor�a y la pr�ctica leninista. En todos ellos critico extensamente el ?intelectualismo? que graciosamente �l me atribuye.

En el �ltimo de los libros citados� denunci� no s�lo el intelectualismo de Lenin sino tambi�n su participaci�n directa (junto con Stalin y Trotski, -�ste en Terrorismo y estado explic� c�mo ser un buen ?terrorista?-) en la instauraci�n de un r�gimen de provocaciones y asesinatos destinados a someter a la poblaci�n rusa y a exterminar a la oposici�n populista, menchevique y ?peque�o burguesa?, calific�ndolos a todos bajo el rubro de kulaks, ?bichos?, ?enemigos de clase?, etc.

Rozitchner �ignora tanto mis libros como mi militancia pol�tica.

Debo pensar que se trata de un ?m�todo? pol�mico consistente en ignorar lo que se critica o simplemente en dar vueltas las cartas sobre la mesa haci�ndole decir al otro lo que no dice y hacer lo que precisamente no hace?

III

En su art�culo me hace aparecer como opuesto a� ?toda? violencia, ignorando que yo hablo de muerte, de asesinato, de violencia asesina, y no de violencia en general.

Rozichtner distingue entre violencia-asesina y resistencia, y mediante un malabarismo� mal intencionado convierte mi oposici�n� a la violencia-asesina en una oposici�n absurda a toda resistencia. Se trata por supuesto de una artima�a para confundir a los lectores.

En varios de mis escritos referidos a la ?pol�tica? (y cualquiera, incluso Rozitchner, puede leerlos) planteo como esencialmente v�lida la resistencia de los pobres, de los explotados, de los enfermos, de los presos, de los perseguidos y discriminados, de los transexuales, de los artistas, de las mujeres, de los viejos, de todos los que de alguna manera luchan por una sociedad justa, equitativa y libre.

Por otra parte pienso que los seres humanos pueden oponerse a cualquier clase de violencia e incluso de contra-violencia, vale decir de llevar el pacifismo, en caso de ser necesario, hasta el martirio. ��

En la carta a ?La Intemperie? yo atribu�a al terror que se instaur� en los llamados pa�ses ?socialistas? o ?comunistas? una responsabilidad fundamental en el fracaso de los ideales revolucionarios de nuestro siglo.

Al rechazar el ?comunismo? los pueblos de esos pa�ses se resistieron a vivir en reg�menes de dictaduras totalitarias.

Este fracaso (y digo ?fracaso? porque esas dictaduras, mal llamadas ?socialistas?, en lugar de crear el ?reino de la libertad? crearon campos de explotaci�n y exterminio) constituy� una de las tragedias de nuestro siglo, no s�lo por los millones de muertos inocentes que caus� sino tambi�n por la p�rdida de los ideales revolucionarios que tuvo como consecuencia.

IV

Rozitchner me ataca compar�ndome de una manera arbitraria con Jouv�. Seg�n �l, Jouv� habr�a estado en el momento del asesinato del Pupi �y se habr�a opuesto a su ejecuci�n. En consecuencia -afirma- no fue culpable. Esta es una tergiversaci�n de lo sucedido.

Es cierto que Jouv� en un primer momento se opuso, pero luego acat� la orden de su Comandante... (Jouv� lo reconoce as� en su entrevista) y por eso yo dije y lo sostengo que fue culpable (como lo soy yo, aunque m�s no sea de una manera ?intelectual? o ?imaginaria?, como me acusa Rozitchner peyorativamente).

Rozichtner piensa que yo deb� plantear mis dudas durante el desarrollo de aquellos acontecimientos: ignora que yo le advert� a Massetti ?por intermedio de Ciro Bustos, quien puede eventualmente testificarlo- mi resoluci�n de cortar todo v�nculo con el grupo guerrillero si mataban, en un nuevo asesinato, a Frontini (alias ?el grillo?).

Posiblemente Rozitchner dir�: �c�mo puedo yo saber eso? Yo le respondo: y si no lo sabe �por qu� afirma algo que no sabe y que me implica moralmente? ���

V

Rozitchner construye una suerte de mito: un Jouv� valiente, revolucionario, encarcelado, puro (y seguramente lo es, pero estamos discutiendo de otra cosa y no de los valores �ticos de Jouv�), y un del Barco medio loco que se responsabiliza de algo de lo cual nadie lo acusa.

Sin embargo Jouv� reconoci� con todas las letras que ?de alguna manera todos somos responsables?.

Rozichner tambi�n ignora esta frase que para nuestra discusi�n es una frase esencial.

Habr�a que analizar detenidamente la palabra ?todos? utilizada por Jouv� (�se refiere s�lo a la guerrilla o a todos, incluido Rozitchner?) y la palabra ?responsables?... Si aceptamos que ?somos responsables? debemos consecuentemente aceptar que somos libres y entonces de nada vale recurrir a las ?circunstancias? o a la ?�poca? para tratar de explicar los actos cometidos.

Frente a estos problemas Rozitchner pasa ol�mpicamente de largo: �para qu� analizar si desde hace a�os �l ya tiene todo explicado mediante su esquema ?marxista?-?psicoanalista? o como se lo quiera llamar?

Dice que ?Jouv� no es culpable? porque la situaci�n que enfrent� (vale decir la posibilidad de ser muerto) lo exime de culpa.

Pero precisamente de esto es de lo que estamos hablando, de situaciones extremas donde se arriesgaba la vida. No estamos hablando de psicolog�a ni de sociolog�a sino, aunque no le guste la expresi�n, de pol�tica y de �tica, �o no se da cuenta?

Veamos los hechos: Jouv� acat� las dos �rdenes de muerte (porque particip� en dos asesinatos, aunque Rozitchner, de acuerdo con su m�todo manipulador, hable s�lo de uno) y por eso fue, como lo fueron todos los dem�s, responsable y culpable (el propio Jouv� as� lo reconoce).

La interpretaci�n de Rozitchner apunta a contraponer a Jouv� con mi propia confesi�n de culpabilidad, a la que sin comprender �trata de ridiculizar.

Respecto a mi posici�n, que Rozitchner considera ?abstracta?, propia de un intelectual al margen de la ?verdadera? acci�n, no puedo sino preguntarle: �c�mo sabe que estaba al margen de la ?acci�n? y que era ?abstracta?? Pero adem�s �qu� quiere decir que una acci�n es ?verdadera? o que es ?abstracta?? �S�lo la militancia pol�tica es verdadera? �La creaci�n cultural, el arte, la filosof�a, la religi�n, la ciencia, no son verdaderas por ser ?abstractas?? �

Es como si yo, que no s� nada de �l, me pusiera a hablar de su vida calific�ndola de ?abstracta?, ?profesoral? o lo que sea.

Tal vez si lee las ?memorias? de Ciro Bustos (ser�a deseable que las leyera) se lleve una sorpresa, y a lo mejor tome conciencia de la irresponsabilidad que implica la f�bula que ha construido sobre estos tr�gicos acontecimientos.

Pero �qu� puedo decir yo, c�mo defenderme, si de antemano Rozichtner me ubica �?entre los que miran siempre sin riesgo, desde afuera??

No obstante insisto: �c�mo Rozitchner puede decir lo que dice si ignora todo respecto a mi participaci�n en lo sucedido? �Claro que a �l eso no le importa ya que le basta con una construcci�n ad hoc para la cual los hechos son accesorios!

VI

Candorosamente, Rozitchner sigue creyendo en la ?revoluci�n comunista? y en la ?revoluci�n cubana? (est� de m�s decir que tiene todo el derecho a pensar de ellas lo que quiera? pero �tambi�n yo tengo el derecho de pensar lo que quiera? �o por eso me incorporo a la fila de los ?quebrados? o los ?traidores??).

En un texto apolog�tico le�do en Cuba en 1999, Rozichtner sostuvo que ?Lo original de la revoluci�n cubana consisti� en el modelo de vida, de pensamiento y de obra que desde sus dirigentes se expand�a, porque ven�a desde la gente e iba hacia la gente? (El ojo mocho, 18, p. 62), para terminar hablando, muy suelto de cuerpo, de lo que llama el ?hombre nuevo? cubano. Parece un chiste.

Ignora el ?caso? Padilla, el poeta al que le quitaron un premio concedido por la Casa de las Am�ricas, lo pusieron preso, lo obligaron a firmar una declaraci�n bochornosa de auto-inculpaci�n y finalmente expulsaron del pa�s (al respecto se puede consultar la revista ?Confines? n�mero 17, con un extenso dossier sobre este tema)?

Ignora el fusilamiento del ?comandante? Ochoa por un presunto tr�fico de drogas (�un ?Comandante de la Revoluci�n? acusado de narcotraficante!)?

Ignora que hay gente que no puede salir de Cuba? �Ignora la persecuci�n y el encierro de los homosexuales?

Ignora el control severo de las publicaciones y de todos los medios de expresi�n?

Ignora que desde hace 50 a�os Fidel Castro se mantiene en el poder y que ha designado como sucesor-heredero a su hermano Ra�l? �Esta dictadura hereditaria, me pregunto, es lo que quiere para nuestro pa�s?

Y si no lo ignora entonces �est� de acuerdo? �Eso es lo que considera una revoluci�n socialista? �Cree realmente que un dictador como Fidel Castro y que asesinos como Guevara y Masetti son ?guerrilleros heroicos??

VII

Pero Rozitchner no se limita a criticarme sino que aprovecha la ocasi�n para exponer su ?filosof�a de la historia?. Como ?fil�sofo? y pol�tico su ?Idea? fundamental es el descubrimiento del sujeto como ?n�cleo de verdad hist�rica? (algo olvidado por esa abstracta ?intelectualidad de izquierda? a la que acusa de ?izquierda-sin-sujeto?).

Para Rozitchner, ?izquierda sin sujeto? quiere decir una izquierda sin obreros, sin campesinos, sin peque�os burgueses, vale decir sin ?sujetos? que hagan la revoluci�n. Mientras que izquierda con sujeto ser�a, por el contrario, la izquierda que supo encontrar y dirigir al ?sujeto? revolucionario: por ejemplo al proletariado dirigido por el Partido ?revolucionario? de Lenin; �al campesinado de la ?larga marcha? mao�sta; alcampesino de la ?revoluci�n cubana?...

Rozitchner descubre el problema de un sujeto al que define perogrullezcamente como ?n�cleo de verdad hist�rica?. Por supuesto que sin sujeto no puede haber verdad de ning�n tipo; y sin una clase, multitud o lo que sea, fundamentalmente interesada en la revoluci�n, los revolucionarios no pueden hacer la revoluci�n? �vaya con el descubrimiento!

Est� claro que Rozitchner queda preso del juicio hipot�tico: si se dan tales o cuales condiciones objetivas y subjetivas entonces se producir�n tales o cuales efectos, entre ellos la revoluci�n. Por supuesto, si ma�ana lloviera oro todos ser�amos ricos...

Pero despu�s del fracaso de todas las experiencias que se autoproclamaron ?revolucionarias? �todav�a Rozitchner sigue pensando que esas llamadas ?revoluciones? eran realmente revoluciones?

Y si no lo cree �cree entonces que sus fracasos se debieron s�lo a deficiencias ?abstractas? de la izquierda? �Cree que a�n no se ha puesto el ?cuerpo? suficientemente? �No piensa que eso que �l llama ?revoluci�n? puede ser hoy algo de hecho imposible, entre otras cosas porque en el mundo ya casi nadie quiere esa revoluci�n, llam�mosla leninista, mao�sta, fidelista, guevarista o como se quiera?�

VIII

Rozitchner afirma de manera reiterada que existen dos tipos de violencia: una violencia reaccionaria, ?instalada como sistema?, y una ?contra violencia? revolucionaria, ?radicalmente distinta de la otra?. �Qu� simple y qu� claro resulta todo a partir de este esquema!

Pero cualquiera que haya le�do mi carta sabe que me refer�a a la violencia asesina ejercida por un grupo guerrillero sobre dos de sus miembros: en ese caso, le pregunto, �contra qui�n se ejerc�a la llamada ?contra-violencia? si se trataba de dos muchachos indefensos y enfermos frente a un grupo de ?revolucionarios? fuertemente armados?

Seg�n Rozitchner la contra-violencia estar�a, por principio, justificada. �De esta manera las dictaduras mal llamadas ?socialistas? pudieron y pueden justificarse con s�lo cambiar los nombres y en lugar de ?dictadura? decir ?contra-violencia?! �Un pase m�gico que justifica el asesinato llam�ndolo contra-violencia!

El problema surge cuando la llamada ?direcci�n revolucionaria? ejerce una violencia feroz contra el pueblo o contra lo que Rozichtner llama el ?sujeto? revolucionario.

A la dictadura y a la violencia del mal llamado?socialismo real? se la podr�a eventualmente, y contra toda evidencia, llamar ?contra-violencia?? pero por desgracia los millones de asesinados siguen siendo millones de asesinados, al margen del nombre que se le d� a la acci�n de sus asesinos?�

Es obvio que si alguien ejerce violencia (familiar, fabril, educacional, hospitalaria, carcelaria, pol�tica o la que sea?) el que padece la violencia puede resistirse y de hecho infinidad de veces se ha resistido; y tambi�n es obvio que, de existir, la izquierda tendr�a que impulsar todas las formas de resistencia de los seres humanos contra toda suerte de violencia, de explotaci�n y de opresi�n...

Pero lo que yo problematizaba era y es la muerte, quiero decir la violencia como muerte y no lo que Rozitchner llama, como si hubiese hecho otro gran descubrimiento, ?contraviolencia?.

Rozitchner me pregunta -por supuesto que ret�ricamente- qu� har�a yo si alguien viniese a matarme.

Por empezar creo que me defender�a, y adem�s creo que podr�a llegar a matar al agresor defendi�ndome (digo ?creo? porque nunca se puede prever de manera absoluta lo que uno puede llegar a hacer con su libertad en circunstancias extremas).

Pero el hecho de que yo llegara a matar �qu� demuestra? S�lo demuestra que yo en determinada situaci�n puedo matar, como cualquiera por otra parte? Pero, agrego, y esto es fundamental,� puedo tambi�n no matar.

Rozitchner dice, por el contrario, que hay hombres, �l entre otros, que no pueden matar, que esencialmente no pueden matar.

Lo afirma en su trabajo ?Violencia y contraviolencia? diciendo que �l es ?completamente incapaz de dar la muerte a otro ser humano?. M�s all� del convencimiento esencialista de Rozitchner creo que ning�n ser humano puede saber de antemano, de manera absoluta, qu� har�a en determinadas circunstancias (ante la tortura de un hijo, por ejemplo) pues como seres libres debemos cargar siempre con la terrible posibilidad de traicionar, de delatar o de matar.� ��

Lo que no tiene en cuenta Rozitchner es que yo hablo de muerte y no de violencia en general o abstracta. En mis libros y en mi vida (ante todo mi vida universitaria) he planteado el derecho y la necesidad de resistir (y la resistencia conjuga en el mismo acto la libertad y la responsabilidad)la injusticia, la explotaci�n y la depredaci�n.

He planteado una contra-violencia, si se quiere usar esta expresi�n, no asesina. Esto es algo totalmente distinto a la� pasividad absurda que me atribuye Rozitchner.

IX

Rozitchner dice que yo habl� ?sin que nadie me lo pidiera?. La expresi�n es extra�a y peligrosa en boca de un ?revolucionario?; lo digo por las consecuencias que podr�a tener sobre la vida democr�tica de un pa�s si fuera gobernado por ?revolucionarios? con semejantes ideas...

Le pregunto �por qu� alguien tiene que darme permiso para hablar? Y �qui�n es ese alguien que da permiso? �Y al que da permiso qui�n le dio permiso para dar permiso? Y �por qu� tienen que permitirle a uno que hable para reci�n entonces poder hablar? Y finalmente �por qu� uno no puede ?gritar??

El procedimiento planteado por Rozitchner me recuerda al de los jueces que condenaron a cinco a�os de c�rcel a J. Brodsky -el poeta ruso que despu�s fue premio N�bel- pregunt�ndole: �qui�n le ha dicho a usted que es poeta, qui�n lo ha nombrado poeta, por qu� usted dice que es poeta? �Por qu� habla? �Qui�n le ha pedido que hable?, etc?.

A m�, en realidad, nadie me pidi� que hable, en realidad habl� sin permiso, as� no m�s, porque s�, porque a veces uno no pude hacer otra cosa que hablar...

En cuanto al grito, lo acepto como soledad casi absoluta, sin comunidad, algo vuelto al interior, hacia no s� d�nde?

Pero, claro, su m�todo es el ?m�todo? que aplican sus ?revolucionarios? en Cuba, donde �para hablar (se entiende: de pol�tica, religi�n, filosof�a, arte, historia, cine, sociolog�a, o de lo que se quiera que no concuerde con la ?l�nea? del gobierno) hay que tener autorizaci�n del Partido, de las Organizaciones ?populares?, de Ra�l o de Fidel Castro...

Por esa causa no se llena el vac�o de sujeto de la izquierda, porque, entre otras cosas, nadie quiere tener que pedirle permiso a los comisarios, a los jefes o caudillos, para poder hablar.

X

A Rozitchner le parece ?inaudito? que despu�s de 40 a�os (�pero realmente cree que en estos problemas se trata de tiempo?)� yo ?condene a todos?.

Esto es falso, porque yo hablo de responsabilidad, y si alguien se siente ?condenado? eso corre por su propia cuenta.

Lo que yo digo es muy simple: si alguien dice (como dice Gelman) que se debe decir la verdad, en consecuencia debe decir la verdad. Me parece que es una exigencia �tica elemental.

Yo hablo de culpa respecto a los responsables de dos cr�menes, y ante todo hablo de mi propia culpa en esos dos asesinatos y en aquellos� que acept�, y hablo de la culpa de todos los que asesinaron y aceptaron o justificaron los asesinatos (�o Rozitchner no lee sino que se limita a imaginar, a fabular o directamente a mentir?).

Rozitchner dice que yo ?ofrezco como modelo? mi sentimiento de culpa (�l dice, mal�volamente, ?mi operaci�n?). Pero me pregunto y le pregunto: �de d�nde saca semejante barbaridad?

Agrega, adem�s, que esta ?es una forma de eludir la realidad de su [m�] pasado en la intelectualidad de izquierda?. �Eludir mi pasado cuando lo que hago es tratar de exponerlo y de explic�rmelo?

En realidad lo que yo hago es asumir mi responsabilidad como un simple ser humano. Respecto a mi pasado todo lo que �l puede decir es algo propio de su ignorancia e irresponsabilidad, y digo esto, repiti�ndome, por la sencilla raz�n de que �l, como lo he demostrado anteriormente, �no conoce mi pasado.

Yo asumo mi responsabilidad por haber sido comunista y por haber apoyado al mal llamado comunismo ruso-sovi�tico, por haber colaborado con el llamado ?ej�rcito guerrillero del pueblo? y por haber simpatizado con la Juventud Peronista-Montoneros. Pero en ning�n momento me ofrezco como modelo de nada.

XI

Es evidente que Rozitchner est� resentido con lo que llama ?intelectualidad de izquierda?. La acusa porque no supo, siguiendo sus propias ideas, devenir la izquierda del sujeto hist�rico de la revoluci�n (el proletariado, el campesinado, la peque�a burgues�a, los intelectuales) y por ser, en consecuencia, una ?izquierda sin sujeto?, incapaz de hacer la revoluci�n y ca�da finalmente en los extrav�os guerrilleros.

Tambi�n se deja llevar por su �mpetu generalizador y acusatorio diciendo, en su discurso a los cubanos, que las madres de plaza de mayo ?desafiaron la cobard�a colectiva all� donde toda la poblaci�n hab�a defeccionado...? (yo subrayo).

Me parece un sin sentido hablar de toda la poblaci�n cuando en realidad hubo miles de mujeres y hombres que no ?defeccionaron? sino que dieron o arriesgaron sus vidas en ese tiempo siniestro.

XII

Por �ltimo quiero se�alar dos cosas:

La primera es su acusaci�n respecto a que intencionalmente nosotros (los que integramos Pasado y Presente y, seguramente, tambi�n la llamada izquierda-sin-sujeto) le ocultamos �la verdad al pueblo respecto a la guerrilla.

No se le pasa por la cabeza que nosotros, como decenas de miles de otros argentinos, cre�amos en lo que dec�amos y en lo que hac�amos. Lo cual, por supuesto, de ninguna manera nos justifica.

En su art�culo me acusa insistentemente: dice que ?soslayo el debate?; que mi patetismo se debe a que sigo ?escamoteando? el an�lisis; comentando una frase de Ricardo Forster, habla de una ?complicidad acr�tica... que ocultaba la ?cuesti�n crucial??; se refiere a un ?pacto de silencio? para excluirlo a �l y a otros (�?) del di�logo; habla de ?encubrimiento?; mi grito dice que ?esconde? los dilemas de mi propio pasado; y que seguimos soslayando la reflexi�n filos�fico-pol�tica, no permiti�ndola; repite que yo soslayo la eficacia de la derecha; me acusa de los efectos producidos por ese ?ocultamiento?; lo que pas� despu�s de ?ese hecho tr�gico? fue ?ocultado? con todas las consecuencias que esto tuvo; habla de nuestro ?ocultamiento de estos �ltimos veinte a�os?...etc�tera?.�

Esta acusaci�n de ?ocultamiento? y pacto de silencio es una injuria de Rozitchner.

Lo que Rozitchner no puede comprender es que ?ellos?, es decir ?nosotros?, los que integramos el grupo originario de ?Pasado y Presente?, m�s una parte de la izquierda (salvo �l, por supuesto), nos equivocamos en nuestros planteamientos pol�ticos.

Donde �l ve un pacto destinado a ocultarle a los obreros y estudiantes la realidad de sus posibilidades revolucionarias, lo que en realidad existi� fue un error de apreciaci�n pol�tica (desgraciado y dram�tico, por cierto) fundado en un desconocimiento de la realidad socio-econ�mica de nuestro pa�s y en una concepci�n ideol�gica equivocada (ante todo leninista y guevarista) de la pol�tica.

Es cierto que yo y mis ?amigos? nos equivocamos afili�ndonos al partido comunista, nos equivocamos colaborando con el ?ej�rcito guerrillero del pueblo?, nos equivocamos con los montoneros... Es cierto que fueron equivocaciones graves y a veces tr�gicas, pero lo que es falso, lo que es una calumnia, es que fueran equivocaciones destinadas intencionalmente, mediante lo que �l llama ?pacto?, a impedirle a nuestro pueblo tomar conciencia de la realidad.

Los seres humanos somos responsables porque somos libres y en consecuencia podemos decidir. Esa libertad, esa responsabilidad y esa decisi�n, fundan lo que llamo culpabilidad.

Yo estuve en el partido comunista y como comunista apoy� a la Uni�n Sovi�tica, y por lo tanto soy responsable de sus millones de asesinatos y torturas. Cuando la U.R.S.S. invadi� Hungr�a yo, como dirigente estudiantil, apoy� la invasi�n que signific� la muerte de miles de patriotas h�ngaros. Yo apoy� a China, a las llamadas democracias populares y a Cuba. Apoy� dictaduras totalitarias iguales o peores que el nazismo. Tambi�n apoy� al ?ej�rcito guerrillero del pueblo? y la lucha de la Juventud Peronista y del movimiento armado ?montonero?.

Todo eso es lo que siento como culpa. De esos cr�menes hablo cuando hablo de culpa. Y s� que el sentimiento de culpa no me redime, que ni la ignorancia ni la ?situaci�n? (como sostienen algunos para salvar su buena conciencia) nos absuelven de nuestras responsabilidades. S� que este hecho es un hecho irremediable.

Quienes pretenden explicar estos hechos recurriendo a la ?situaci�n? propia de esos tiempos no advierten que la ?situaci�n? nos abarca a todos, incluidos los Videla, los Men�ndez. �O ellos no son tambi�n fruto de situaciones determinadas? �O acaso la ?situaci�n? funciona para unos y no para los otros?

XIII

Nuestros planteos pol�ticos err�neos, y este es el punto central de mi discusi�n, no fueron producto de un ?pacto de silencio? y de un ?ocultamiento? -como afirma Rozichtner- sino de nuestra propia ideologizaci�n e ignorancia.

Luther King dijo que las grandes atrocidades de nuestra �poca ?no fueron las fechor�as de los malvados sino el silencio de las buenas personas?: silencio frente a la violencia de las instituciones, de las polic�as, de los ej�rcitos, de las escuelas, de los manicomios, de las iglesias, de las familias; silencio frente a las injusticias, frente a las desigualdades, frente a la maldad. �

Desgraciadamente no puedo dejar de incluirme en este silencio miserable? (claro, �l dir� que estoy gozando al victimizarme, pero �all� �l con su psicoan�lisis!)

Loque descubrieron las v�ctimas de la shoa y de los gulags fue ?la especie humana?, nuestra especie, a nosotros mismos como seres capaces, al menos potencialmente en cuanto somos seres libres, de hacer el mal.

Por otra parte estoy convencido de que cada uno tendr�a que asumir su responsabilidad y eventualmente su culpabilidad. No por el solo lamento, por la sola desesperaci�n de un ?alma bella?, sino como una forma-de-ser que tal vez nos abrir�a a ?cualidades? fundamentales como son la mansedumbre, la piedad, el amor, la hospitalidad, la tolerancia y, aunque parezca un ox�moron, al poder de la no violencia?

En este sentido pienso positivamente en el judeo-cristianismo, aunque esto a Rozichtner le parezca un puro extrav�o, y tambi�n pienso en un posible m�s all� del judeo-cristianismo, aunque esto le parezca una desmesura.

A mi juicio el ?no matar? se inscribe en la insistente necesidad humana de vivir libres de toda violencia.

Previo a lo maternal y a lo paternal el no matar ser�a el balbuceo de la vida que clama por el respeto absoluto de la Vida como absoluto. Creo que el llamado o la s�plica del no matar es la vida misma y la posibilidad de la vida manifest�ndose y perseverando como vida.���

Oscar del Barco

el interpretador acerca del autor

Oscar del Barco

Publicaciones en el interpretador:

N�mero 15: junio 2005 - Carta (en discusi�n - debate �No matar�s?)

N�mero 22: enero 2006 - Comentarios a los art�culos de Jorge Jinkis, Juan Ritvo y Eduardo Gr�ner (en discusi�n - debate �No matar�s?)

N�mero 26: mayo 2006 - Consideraciones sobre la violencia (ensayos/art�culos)


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