Presentando
          esos grandes ojos de salchichón
          a la piba
          qué linda
          hace el Copista un comentario
          y ella sonríe.
          Mejor dicho, aplausos,
          el Astro La Piba ha reído abiertamente al comentario
          (da pena reconocerlo)
          prefabricado
          sobre las rondas y su postura,
          la nuestra, por otro lado bien honesta,
          de querer invitar
          a cualquiera
          a una ronda
          que como una burbuja
          de proporciones monstruosas
          llegue a ser
          una aberración declarada
          contra la comodidad
          y organización
          dentro de un espacio de baile.
          Eso.
          Hacer de la pista una ronda
          y al centro los bolsos y camperas,
          bufandas y morrales que proponen
          una dinámica fogonera y totémica,
          sin duda tribal
          mediante el círculo estático
          de baile netamente personal,
          sin organicidad, sin sociabilidad, sin sistema,
          enchufados todos a la máquina de golpes
          a compás brutales
          directo hacia la médula.
          Encuentra su mirada muy mínima;
          y en respeto al Sol
          baja el Copista sus ojos y
          (Astro Piba irradia luz sonroja)
          se inclina disimulando reverencia
          en un quiebre de cintura,
          un ademán de chasqueo con los dedos
          y giro spin de cabellera
          al ritmo acartonado
          que impone su amanera de baile.
          Nunca sabrá,
          es pertinente aclararlo,
          si habrá habido alguna mirada,
          quién dice, llamada sugerente:
          tan linda que se sonroja El Mundo cuando la mira
          a los ojos, Bubú,
          a los ojos.
          +                                 ¡ayúrveda, Squirru! ¡Ayúrveda!
         
          Luna en Sagitario,
          era la fiesta del cumple
          de la hermana de la Iru y ya Parravicini
          había anunciado para mayo
          el fin del mundo.
          Lluvia de meteoritos, dijo
          un chorizo cósmico cruzó la cabeza del Copista:
          el fin de todo mundo es precisamente Bubú.
          Y sacó pecho Piscis.
          ++                               para bailar esto es una bomba
         
          -¿Así que en serio pensás que soy linda?
          propuso así al pasar
          piff como si nada
          y cambia del perfil tres cuartos a mirarlo de frente.
          Bubú hace temblar a medio país
          con esa sonrisita
          epicentro
          en las ganas del Copista.
          -¿Me estás cargando?
          Hoy mismo pasé debajo de un tren y pedí tres veces darte un beso
          arrojo al vacío, es
          la Guerra de Conquista del Desierto.
          Tiró el Copista mucha poesía
          en la parrilla de un Scania
          con su forma galante de preparar
          el lanzamiento de boquita.
          Los Jueces castigan
          la falta de acompañamiento corporal
          bajando varias décimas al puntaje ya mermado
          por no haber precalentado
          el ambiente conversacional
          (sparring)
          con sugerencias de buen gusto
          y dictaminan un 5.7, 6.8, 6.9.
          Queda la respuesta de Bubú,
          Copista, y si no se vuelve al pago sin Medalla.
          El juez húngaro se duerme.
          Los demás se disuelven en el pensamiento
          mientras nuestro héroe
          retira sus labios de la oreja
          de Bubú Olímpica de lo Linda que Es,
          deja el lóbulo al que cañonaba la Conquista
          se retira y sin espera arrima su oreja
          dado el elevado volumen en la pista de baile.
          -Que tierno…
          ¿ovación popular?
          La tensión aumenta, carajo,
          el Ejército Argentino comandado
          por Julio Argentino Roca
          al galope ve llegar el día de la batalla a orillas del lago Lácar.
          Desenvainan y enfilan al choque,
          mientras los indios sostienen
          la línea en el bosque:
          hay que sacarlos a patadas.
          -¿Tierno?
          Tendrías que verme acariciando a un cachorrito.
          Eso es tierno.
          El humo de los cañonazos desorienta al bravo gaucho
          que ahora piensa
          que no quiere Guerra,
          que se está recagando de frío
          y que no estaría mal volver al pago.
          El Juez húngaro abre los ojos
          y espera definición,
          entre tanto,
          anota un par de huevadas en un papelacho
          y mastica tranquilo.
          Pero hay silencio.
          Como un Rocketeer
          con una cañita en el orto
          ¡pfLap!
          hacia el más allá
          ahí
          así
          pasa la oportunidad.
          (alarmante urgencia de reagrupar en el baño que asalta y salta en la cabeza del Copista, mandando bien a la mierda la bola cósmica con forma de embutido que se le hizo desbole mental por la sonrisa final del bombonazo)
          -Mi primer amor fue Mario Barakkus
          aletea aparte
          en la cola del baño, al vuelo
          un ángel con ojos de huevo frito
          que no es parte de esta historia
          Música funcional.
          Volviendo al mundo exterior,
          fuera del caparazón de paz mental
          frente al inodoro:
          libre de toda duda,
          abre la puerta y la idea
          resuena con la fuerza de las bases
          en los ojos ahora bien abiertos.
          Exhuda potencia caminando
          y deja pasar las mareas
          de muchas camperas de jean,
          de jovenzuelos que sostienen tragos
          y levantan puchos al aire
          (no respetan ceniceros ni horóscopo)
          +++                             que la fuerza un chorizo
         
          A la falta de duda
          sobreviene el mayor
          golpe a la moral,
          derrota, como
          cuando ciertos hongos en los testículos
          llegan a carcomer el autoestima:
          Bubú está poniéndose la campera.
          Ya no hay otra cosa en qué pensar:
          Rocky enfrenta a Ivan Drago en Moscú.
          Navidad.
          Y recuerda: no duele. No duele. No duele. No duele.
          El Copista,
          Él, se arma.
          Calza un sable
          y se arrima al grupo
          a punto de desmantelar la ronda.
          Él no es humano. Es como un pedazo de…hierro.
          -Ya parten, veo
          No duele. No duele. Sigue golpeando, Rocky.
          -Sí, Falluta se quiere ir y nos lleva en auto
          Un asalto más y nada nos detendrá.
          Toda tu fuerza, todo tu poder, todo tu amor.
          –Bueno, nos vemos
          NIET. Debes golpear y golpear hasta que no
          –esperá, eh, te llamo por lo de ¡blof!-
          Lo cortaste. Síguelo, síguelo.
          -bueno, por lo de las clases de breakdancing
          y por si hacemos algo en la semana. ¿Te parece?
          Ataca. Ivan, pelea.
          -Dale, hablemos.
          Rocky Balboa ha hecho lo imposible.
          Y esta gente lo adora.
          Es un absoluto manicomio.
          ¡Rocky, Rocky!
          Al paso de Bubú
          que se aleja
          y desaparece
          el Copista se recuerda mentalmente
          (nada extraño, la verdad, en él)
          la musiquita del Imperio que siempre le ponen a Darth Vader
          guacho de aquellos.
          Derrumba.
          Reconoce el Copista otra ronda
          arrima
          y se suma. Está la Descamisada
          bailando y bailando.
          Martilla la indiosincracia
          del verano
          regurgitado el recuerdo
          en la playa.
          La indiada en shorts y bikinis
          come choclos y juega al backgammon
          bajo los toldos del balneario tuyutino
          (se es medio indio en verano, claro)
          y la Descamisada lo coqueteaba, recuerda
          Ve ella en la polvareda
          llegar a las chapas
          de lo lejos
          al guacho que
          revienta su montura
          cuando espeso mumumurmura
          entre el humo de los puchos
          si sigue con su novio.
          Ojo, ella no responde del todo:
          no quiere cortar el baile
          y se hace la boluda.
          (el Copista se desboca y se le va la boca)
          Al boleo bolea a
          La Descamisada Comechingones,
          y perdigones
          los jugos le suben
          antes de las formas.
          Saltan los rechazos
          a flor de piel
          a la orden:
          -¿Yo? Me voy a dormir…por mi parte, no. Me
          levanté temprano y bosta bosta bosta ajá bosta
          bosta y, sí bosta bosta bosta justamente no bosta
          bosta claro, claro bosta bosta bosta bosta bosta
          bosta y, no bosta bosta bosta mirá vos bosta
          ahá bosta no, porque bosta bosta bosta bueno,
          justamente era por eso que bosta bosta y bosta.
          (con la frente bien en alto y la bosta así presente el Copista se escabulle a su parecer, huye y a nuestro entender desaparece)
          ++++                 Intermezzo
         
          Asentamientos inmigratorios en la Patagonia
          posteriores a la Guerra de Conquista.
          Comunidades inglesas de gauchos
          y el campo, carajo.
          Se acerca a la barra
          el gaucho a la pulpería;
          derrotado,
          malevo
          y choto
          intercepta a unos amigos
          y recluta inversores para la cerveza.
          Esta noche, de peña,
          que más de uno se propase
          y dé pena.
          Un comentario a Nariz Perilla de Noblex
          salió de la boca de
          Reina la Tristeza:
          -Tendrías que ser más descortés.
          - Vos un poco más linda.
          Y Bárbaro
          probablemente por su borrachera madre
          pueda encontrar el gesto
          que le permita quedarse en offside
          y tire entonces la boquita
          con la sensualidad de un ladrillo.
          Anuncia Eclipse Total del Corazón
          que probó un fallo:
          -Hola. ¿Cómo te llamás?
          -Lorena.
          -¿Irina?
          -Lorena.
          -Ya fue.
          Coronel Bismuto anda noviando con Delicia Federal,
          esa que siempre viene en moto a la pulpería
          y compra espirales buddha
          y caramelos para los hijos de su hermana.
          Entre gauchos ingleses del Neuquén
          el Copista recuerda
          a algunas chicas
          a las que
          bien supo echar el ojo.
          Oigan, si supo echar ojo es porque
          algo indicó al olfato
          que sería posible por lo menos
          roer con gusto
          y tacto
          las vestiduras
          morales
          de estas damas elegantes del pueblo
          -a las que llamaremos de ahora en adelante las papables.
          Abandona su fantasía gaucha
          y vuelve la frase mental
          con más potencia que nunca.
          Banda sonora de su pensamiento,
          Star Wars se prodiga hasta la boca
          en la musiquita de Darth Vader cuando
          el Copista llega a
          FAN FAN FAN FANFAFAN FAN FAFAN
          TUN TUN TUN TUNTUTUN TUNTUTUM
          tararear abiertamente
          mientras practica su mejor cara de culo.
          Tiempo al tiempo:
          nuestro héroe cae en la inacción cul
          y vuelve a las pistas de baile.
          De entre las sombras
          la Marita
          se arrima
          y conversan.
          +++++                 con la papable Marita (el Copista relata desde el lugar de los hechos) 
         
          Nos
          posamos
          frágiles pichuelos
          mamita querida,
          sobre la estufa de la casa, en el tiraje.
          Revolotea palpitante la boludez
          de enanos y hadas.
          Levanto el jopo,
          cimera arriba,
          preparate
          negra
          digo
          “subamos”
          caballero como Victor Hugo Morales.
          Que se quite el sombrero
          quien venga a saludar
          a tan magnánima presencia
          y deslumbrante idolatría:
          El Que la Está Haciendo Bien se llevó a Marita secuestrada
          pirata de mierda
          por el tubo del tiraje.
          Stump hacia arriba llegamos al techo
          y miramos ahora
          cantidad inusual de estrellas fugaces
          desde la terraza.
          Hollinados.
          Aunque en realidad
          hayan subido por las escaleras
          (medio borrachos dice la Iru)
          y después de un saltito hacia la terraza.
          El Que la Esté Haciendo Bien
          que levante la mano.
          Señalo vagamente al cielo,
          y estoy a punto de averiguar el signo de Marita.
          Aclaro que podría señalar
          únicamente
          la constelación de Sagitario.
          (el arquero)
          -Soy Sagitario de Noviembre
          (vocecita: excelente ampliación de respuesta, Marita, se ve que sos una obsesiva de mierda y me encanta)
          -Preparate:
          Las Tres Marías
          son el cinturón del arquero.
          ¿Ves?
          Paso a explicar.
          Cabeza
          Piernas
          mano estirada que sostiene el arco
          mano recogida que ampara la flecha.
          Me acerco
          y de un ronroneo le chupo el cuello.
          Pongo diez mangos para un taxi, me digo
          y con todo mi amor firmo.
          Se sobresalta la Marita
          (otra vocecita pí pío: este bestia me coge de parada)
          piensa el Copista
          por haber visto
          a Verbitsky en una nube
          Suena Disney.
          Termina la noche
          en la casa
          de la hermana
          de la Iru.
          Saludos.
          ++++++                      llega al Palacio de Hielo
         
          De vuelta a casa caminando por la calle
          una pingüinita con peluca morada
          erotiza al Copista
          desde un afiche de Halls Creamy.
          En cassa no hay estufas.
          Antes de dormir una semana
          recuerda entre sábanas
          su experiencia con una prostituta
          haciendo uso de algunas expresiones
          que utilizan la preposición
          por:
          
          por primera vez por fin por ahora por supuesto por las dudas por adelantado por favor por lo visto por las nubes por dentro por completo por todos lados por las nubes por cierto por lo menos por lo tanto por mi parte por primera vez por el amor de Dios (poluye o poluta)
          +++++++                                Tic tac, pasó una semana. 
           
          y seguimos en el Palacio de Hielo
          -Si hoy ponés una planta cerca mío, se marchita (…) Mirá el revoloteo que se armó, Descamisada. La próxima vez que quiera decirle algo a una piba me lo callo.
          ++++++++                    Desde Base Marambio (“los-deseos-que-se-cuentan-no-se-cumpleen”; 
                                        el Copista estará cagando fuego en breve)
         
          Abanderado me embandero
          ¡Uy me lleva un Chancho!
          Como un batallón
          en una
          causa que no cree
          tanto
          tan justa.
          Devuelvan nuestro tiempo
          perdido en boludeces
          que quiero hacer un origami
          para cagarlo y pisarlo,
          sacudir la mierda
          un poco
          qué mierda
          y volver a la cama.
          Te llamé igual
          (puta aquea
          de aquellas)
          “por las clases de breakdance”
          y me saliste con un novio
          saliste con un novio a mí
          para mí
          me pegaste un novio,
          zorra, al vidrio de atrás del auto
          que no sé que nombre tiene.
          Puta de mierda
          seguro que sabés de autos.
          ¿Decís parabrisa de atrás?
          ¿Quién mierda te creés que sos?
          Sueno despechado.
          ¡Abran las ventanas!
          Ronald Reagan,
          seguro,
          estuvo entre tus piernas.
          sorete.
          Querido coño de Bubú
          Me envenenas, nena,
          venerable
          etérea
          venérea
          mugrienta como
          Carola Cassini.
          Sueno empachado
          Pero no
          De bronca me cago encima
          del origami,
          corto
          y me voy a la cama.
          Entendés,
          Entonces.
          Ya ni bronca me queda
          ni fuerza me apalea
          a esperanzarme con tu cariño.
          Oh, heraldos de la boludez, qué boludez.
          Mira este mar de panchos
          que se enamoran semanalmente.
          Vos reíte, boluda.
          Y como buen Perro de Agua
          perrito mojado
          a la cama
          pim p-pum pan
          duerme que te duerme
          que mañana es viernes.
          Sueño bastante mamado.
          
          Dedicado a Pepé le Pew,
          arquetipo de masculinidad.
           
          Pedro Nicolás Ferdkin