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Odd Nerdrum: "Soy el héroe de mi propia vida”

por Mori Ponsowy

 
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ODD NERDRUM: “SOY EL HÉROE DE MI PROPIA VIDA”

 

por Mori Ponsowy

 

Un gran pintor de nuestro tiempo que se atrevió a declarar la guerra a la modernidad. Su obra descomunal es considerada reaccionaria por muchos críticos. Para otros, Nerdrum es el vocero de un renacimiento de lo más valioso en el arte.

 

Hoy, un siglo después del surrealismo, del cubismo, de la abstracción, del dadaísmo, de Rauschenberg y Picasso, todo parece estar permitido en el universo del arte salvo pintar con la emoción y el virtuosismo de los grandes maestros de otros siglos. El “todo vale” tan típico de nuestros tiempos pareciera tener una sola condición, paradójica por demás: todo vale siempre y cuando el artista se inserte dentro del canon de lo moderno, siempre y cuando el creador huya de los grandes temas para refugiarse en la búsqueda incesante de la innovación y la originalidad.

En medio de este panorama, es infrecuente encontrar un artista como Odd Nerdrum (Noruega, 1944) que sostenga que el arte contemporáneo es un barco a punto de naufragar. “El modernismo me parece viejo y triste. He visto tanto de él que me ya me tiene harto”, afirmó al principio de su carrera al ver una famosa escultura de Rauschenberg que consiste en una cabra disecada puesta sobre una tabla de madera cubierta de fotocopias. Y es que para Nerdrum, la rebeldía de los movimientos de vanguardia de principios del XX se ha convertido, a estas alturas, en una mera convención huera que aleja al artista de lo genuino, pero no de la sociedad mercantilista con la que se relaciona.

En búsqueda del padre

La vida de Nerdrum es quizá tan original como su propia obra: recién a los 49 años encontró a su verdadero padre, después de haber sentido desde niño que había algo muy extraño en su relación con el hombre que lo crió, el esposo de su madre, de quien nunca tuvo motivos concretos para dudar.

“Fui un niño solitario. No tenía con quién compartir mis pensamientos. No era aceptado ni siquiera entre los perdedores. Era un mendigo en el mundo de los otros.”

Pero Nerdrum no sólo dudaba de quien se llamaba su padre, sino también acerca del valor y los principios del arte contemporáneo. A los dieciocho años, para ser admitido a la Academia Nacional de Bellas Artes en Oslo, envió tres cuadros, dos de los cuales estaban totalmente terminados, mientras que el tercero, por falta de tiempo, consistía sólo en un par de ideas plasmadas con descuido sobre la tela. Sin embargo, fue justamente este lienzo el que el comité consideró lo suficientemente prometedor como para admitir al joven Nerdrum entre sus filas. “Todo parecía demasiado fácil, ofrecía muy poca resistencia”, afirmó.

Con el paso de los años, Nerdrum no hizo más que afianzar su convicción anti-modernista. Para él, no es el arte clásico, sino el moderno, el que representa lo reaccionario.

“El artista se ha convertido en un inútil; cuando mucho puede aspirar a ser un decorador, una mascota, un pesado. La gente de nuestro tiempo no se ha visto nunca realmente retratada y, por tanto, carece de un sentido visual de sí misma. Hoy, el retrato es siempre directa o indirectamente fotográfico, pero la imagen del ser más profundo del hombre ha dejado de existir.”

Es esa imagen, “un espejo del alma”, una que desnuda al hombre en sus sentimientos y emociones más genuinas, la que Nerdrum intenta crear en cada una de sus telas.

Al sentir que su desacuerdo con el arte conemporáneo era cada vez más marcado, también en el terreno artístico Nerdrum fue en busca de su verdadero padre y maestro. Lo encontró, primero, en el realismo de Caravaggio y, luego, en la pincelada de Rembrandt, en su desvelamiento del alma humana, en su uso magistral de la luz y la sombra y, finalmente, en su elección de temas, muchas veces de dimensiones homéricas.

Más allá de lo moderno

Para el ambiente artístico noruego, Nerdrum representó –y representa aún- una clara provocación: los críticos no encuentran términos medios, lo detestan o lo aman. Muchos han catalogado su obra como kitsch y reaccionaria, y su estilo como anticuado. Nerdrum admite que tienen razón, pero sólo para después agregar que el arte contemporáneo ha perdido sus asideros.

“Mucho de lo mejor del arte tiene que ver con el rechazo, con sobreponerse al dolor ocasionado por la comunidad en quien que se busca a sí mismo.”

Más allá de toda discusión erudita, y sin proponérselo, Nerdrum se ha convertido en el mejor representante de un estilo alternativo, paradójicamente mucho más desprejuiciado que el de muchos pintores considerados como “modernos”.

“Los personajes que pinto están cada vez menos sujetos a nuestra idea de seguridad. Habitan un mundo mucho más amplio que el nuestro. Todo cuanto los rodea carece de nombre. Viven en un mundo formado por todo aquello que en el nuestro parece haber sido mitigado. Buscan respuestas diferentes.” Se trata de hombres y mujeres que han perdido todas las palabras y que, sin embargo, o quizá justamente por ello, tienen un universo entero para contarnos. Seres extranjeros en el mundo en el que les ha tocado vivir, mutilados, solitarios. Personas que parecen salidas de otros tiempos, pero cuya aspereza, franqueza y singularidad los ancla definitivamente en el presente... tanto como en cualquier pasado o futuro posible. Porque Nerdrum no habla de lo contingente en el hombre, sino de aquello que permanece: el miedo, la soledad, la dicha, el asombro ante el cielo estrellado. Sentimientos que siguen siendo hoy los mismos que hace cien mil años.

 

Mori Ponsowy

 

DESTACADOS

“La innovación y la originalidad carecen de importancia. Mi verdadero objetivo es sumergirme en las profundidades de la naturaleza humana.”

“El hombre débil es la salvación de la humanidad. El minusválido es el centinela nocturno del mundo.”

“Supongo que todo cuando pinto es autobiográfico. En cierto sentido todos somos minusválidos.”

“La única felicidad que puedo sentir es cuando logro escapar de la sociedad y sus exigencias. Entonces hay una especie de libertad. La felicidad es escapar, ser dejado en libertad.”

“Nunca podremos crear la vida. Pero la vida puede brillar a través de nosotros en una obra de arte. Podríamos todos ser eternos si nos atreviéramos.”

“Si una obra de arte no es personal, si no se presenta desnuda a sí misma, el observador perderá interés y la considerará superficial.”

 

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 
             

Mori Ponsowy

Es autora de "Enemigos Afuera" (Ed. El Copista, Primer Premio Nacional Iniciación de la Secretaría de Cultura y Mención de Honor del Fondo Nacional de las Artes), "Los colores de Inmaculada"(Premio de Novela de la Diputación de Cáceres) y de "Corolario y otros poemas" (próximamente en Bartleby, España).

Ha traducido a las poetas norteamericanas Sharon Olds ("El padre", Bartleby, España) y Marie Howe ("Lo que hacen los vivos", Luna Nueva, Venezuela).

 
   
   
 
 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Marcos Leotta, Juan Pablo Liefeld
sección artes visuales: Juliana Fraile, Mariana Rodríguez
Control de calidad: Sebastián Hernaiz
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Odd Nerdrum, Woman Kills Injured Man (detalle).