Agradezco a los que no vinieron, agradezco a los que no leyeron, agradezco a los que leerán, agradezco a los que les gusta estar aquí, agradezco a los que no, agradezco a mis padres por no leerme, agradezco a mis perros por ser prótesis vivientes, agradezco a jorge porque no cuestiona, agradezco a los que leyeron por primera vez, agradezco a los que lo hicieron por segunda, agradezco a mi dentadura, a mi brazo artificial abandonado en la lndia, agradezco a la editorial interzona, agradezco a mis amigos, agradezco a mi enemigos, agradezco a vivi tellas, a alan pauls y al wasabi y su embriaguez, agradezco a los guardias del museo, quienes parecen desconocer que un perro lazarillo tiene pasaporte universal, agradezco a Damián por sus correos dominicales, a la sheika de mi comunidad sufi por haberme mostrado lo no mostrable al hacerme girar sobre mi eje, agradezco a mis parientes que se burlaron de mí, a la doctora benetti que confundió la letra escrita con la letra de cambio, a los alumnos de la escuela dinámica de escritores que están prohibidos de escribir, a graciela speranza que confió en la imagen distorsionando el texto, al director de mi escuela secundaria que cada vez que contaba a sus alumnos añadía y medio cuando se refería a mí, a mi padre cuyo último consejo fue sacar fotocopias de los textos para vendérselos por unos centavos a las damas de la parroquia de la comunidad, a dani umpi a quien quiero precisamente por no conocer, a mi dulce imam abd malik con cuyo llamado a la oración despierto cada mañana, a la diapositiva, a la macintosh y al lápiz de memoria, agradezco a los antiretrovirales, a marina bissone, al señor herralde, y a un conejo que mi familia mató de un martillazo cuando se llenó de gusanos, a mis primeros no lectores, a las personas con aspecto de galgo, a las bicicletas, a mi hijo que habla francés, a mis vínculos margo glantz y sergio pitol, a la cama de pilates, a mi abuela congelada, a mi tía electrocutada, a los libros cartoneros, a Pongo el perro que comparto con levrero, a los que quisieron tener relaciones conmigo, a los que no aceptaron tener relaciones conmigo, a la doctora mireles el diablo en persona, a los presentadores de esta mesa, a málika la pir más luminosa de la mezquita, a los salukis, a fowgill y su coche colorado, al claustro de sor juana que me permitió colocar una bestia inmóvil en un altar, a graciela goldchluk que dedicó su vida a una causa, a mi spray para el asma, a la china ludmer que me llevó a las universidades que ella conoce, agradezco al monstruo creado por Ariel schettini quien le dio patente de corso a la no culpa por tener un zoológico en casa, a los personajes de la vida real que transformé en maquetas, agradezco a las enfermeras del hospital mexicano donde nací, a la rabieta matutina, al jugo de naranja, a Lourdes Flugel y Héctor Bidave, a los perros lazarillo, a Federico y su casa de cuatro dimensiones, a quienes planean cortar las cabezas de los supuestos escritores, a Leandro por ofrecerme un estudio sin conocerme, a Entropía por pretender atrapar algo de la palabra escrita, a Cecilia por ofrecerme un estudio pese a conocerme, al asado cartonero, al de Matilde Sánchez, a los periodistas que no entendieron, a los críticos que sí, a Diego que pinta muertos futuros, a los gatos orientales, a la piedra en el camino, a las mujeres que he tenido, a Chejov y Kafka, a los hombres que he tenido, a la operación de la miopía, a los mutantes del mundo, al teatro experimental, a la talidomida, a los mártires del sufismo, a Joseph Beuys, que nunca agradecería lo que agradezco yo. Gracias.
Mario Bellatin