el interpretador poesía

 

Antología de poesía de izquierda

-anticipo-

Ernesto Cardenal (Nicaragua)
David Escobar Galindo (El Salvador)
Roque Dalton (El Salvador)
Miguel Ángel Bustos (Argentina)
José Ángel Cuevas (Chile)
        

Compiladores: Diego Sánchez y Martín Rodríguez

 

 

 

Apuntes para una antología de izquierda.

En las ciencias sociales en general y en la sociología en particular, se suele usar el término apuntes con una periodicidad apabullante. Refiere, podríamos interpretar ya a la luz de muchos, demasiados apuntes de diferente envergadura, a una suerte de eufemismo que nombra la manera de hacer público un borrador y presentarlo como material de lectura sin dejar de tener presente que se trata, principalmente, de un boceto. "Apuntes sobre el peronismo", por ejemplo, donde la expresión apunte, ahí, da cuenta de un aporte –generando casi una cacofonía- a un tema que no se puede cerrar, o permanece abierto, o se reabre; o como en este ejemplo, además, que escapa a una definición categórica. "El peronismo es una bolsa de gatos", entonces, y los que tienen algo para aportar a eso, tímidos, ubicados, con mayores o menores pruritos, apuntan: escriben; pero cuando escriben, prefieren decir que apuntan.

El beneficio de la duda de la "izquierda" es que pocos, sin cometer pecado de bibliografía mesozoica o moralina con intentos de intervención cultural, podrían dar una respuesta de hecho sobre las distintas maneras de asimilación simbólica que ubicarían a determinada forma de pensamiento y acción en el margen izquierdo del contexto sobre le que dan cuenta. Entonces, pensando no tanto en hechos concretos como en logotipos del pensamiento abstracto, surgen alusiones a la "utopía socialista", por un lado, o la referencia permanente y vacía a "la caída del Muro de Berlín" o al "fin de las ideologías" –y en contra de esto, a su vez, el pataleo del sopor bienpensante- que terminan por cerrar filas e impedir una lectura que, más que aportar momias al museo de la revolución, readapte las formas de intervención sobre el a su vez ya mutable "estado de cosas".

Cuando pensamos esta antología, que acá preferimos presentar, tímidos, como un apunte, lo pensamos cono una operación en desarrollo. Una operación política que, más que correr por izquierda, politice lo que la poesía intenta decir en su desarrollo natural. Un trabajo sobre la memoria cultural que extienda la línea de producción hasta la actualidad, rastreando no sólo una genealogía en el compromiso material y simbólico de la palabra poética, sino también las formas que ésta encontró para mantener latente y readaptar esa mirada política, social y literaria. La Antología-Apunte como un intento por actualizar el verbo político, reemplazando el quiebre de una poética por el de una continuidad signada por la natural mutabilidad del lenguaje y la historia. Subrayar, también, una relación filial: la inclusión de autores previos y posteriores a las décadas del ’60 y ’70. Padres e hijos, vinculando sus poéticas, sus preguntas, sus intervenciones.

Politizar, en fin, a la palabra, ensayando un juego de reciprocidades entre ésta y el contexto histórico: de qué manera la realidad interviene también sobre la poesía, volviéndola testimonial, transformadora, posibilitando una vinculación histórica y una lectura política, más allá de afiliaciones y marcos preestablecidos. Una antología, no de museo, sino de operaciones de lectura.

Marzo, 2007

Diego Sánchez – Martín Rodríguez

 

 

Ernesto Cardenal

Nicaragua

Moyogalpa

Moyogalpa en noche de luna:
sólo una ola en el lago
(en la orilla)
que muere en la arena y brilla bajo la luna
nace otra vez y muere y brilla bajo la luna.
-La sombra de un lanchón en la noche lechosa.
Y allá en aquella punta
una lucecita en el agua:
una lancha
estrella o rancho...
No es lancha. Es
estrella o un rancho pobre.
¿Estrella o rancho?
Y el tenue rumor de la ola con luna
y el del motor de la planta eléctrica.

Ante una foto

Combatiente del Frente Sandinista
que estás en esta foto con tu pistola
apuntando al enemigo
con el pañuelo rojinegro en el rostro
cubriéndote hasta un poco más abajo de los ojos
parapetado detrás de un muro
con la mirada fija y el arma firmemente apretada
en la dirección al enemigo:
Muchas cosas pasaron en ese combate,
muchas más siguieron pasando. Ya ganamos.
Ya fue el 19 de Julio.
Muchas cosas grandes ha habido desde entonces,
y seguirán habiendo cosas grandes.
Vendrán nuevas generaciones.
Pero vos estarás siempre así, de dieciocho años,
detrás de un murito, valiente, tenso, inmóvil
eterno
apuntando a enemigo.

Cuando

Cuando recibís el nombramiento,
el premio, el ascenso,
pensá en los que murieron

cuando estás en la recepción,
en la delegación, en la comisión,
pensá en los que murieron

cuando te aplauden al subir la tribuna
con los dirigentes
pensá en los que murieron

cuando te toca a vos el micrófono,
te enfoca la televisión,
pensá en los que murieron

cuando sos el que da los certificados,
las cédulas, el permiso,
pensá en los que murieron

pensá en los que murieron,
miralos sin camisa, arrastrados,
echando sangre, con capucha, reventados,
refundidos en las pilas, con la picana,
el ojo sacado,
degollados, acribillados,
botados al borde de la carretera,
en hoyos que ellos cavaron en fosas comunes,
o simplemente sobre la tierra,
abonos de plantas del monte

Vos los representás a ellos,
ellos delegaron en vos,
los que murieron.

SALMO 1

Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gangsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.

Será como un árbol plantado junto a una fuente.

Amanecer

Ya están cantando los gallos.
Ya ha cantado tu gallo comadre Natalia
ya ha cantado el tuyo compadre Justo.
Levántense de sus tapescos, de tus petates.
Me parece que oigo los congos despiertos in la otra costa.
Podemos ya soplar un tizón - Botar la bacinilla.
Traigan un candil para vernos las caras.
Latió un perro en un rancho
y respondió el de otro rancho.
Será hora de encender el fogón comadre Juana.
La oscurana es más oscura pero porque viene el día.
Levántate Chico, levántate Pancho.
Hay un potro que montar,
hay que canaleatar un bote.
Los sueños nos tenían separados, en tijeras
tapescos y petates (caeda uno en su sueño)
pero el despertar nos reúne.
La noche ya se aleja seguida de sus seguas y cadejos.
Vamos a ver el agua muy azul: ahorita no la vemos. - Y
esta tierra con sus frutales, que tampoco vemos.
Levántate Pancho Nigaragua, cogé el machete
hay mucha yerba mala que cortar
cogé el machete y la guitarra.
Hubo una lechuza a medianoche y un tecolote a la una.
Luna no tuvo la noche ni lucero ninguno.
Bramaban tigres en esta isla y contestaban los de la costa.
Ya se ha ido el pocoyo que dice: Jodido, Jodido.
Después el zanate clarinero cantará en la palmera,
cantará: Compañero
Compañera.
Delante de la luz va la sombra volando como un vampiro.
Levántate vos, y vos, y vos.
(Ya están cantando los gallos.)
¡Buenos días les dé Dios!

En Managua a media noche

Acostado en mi cama en Managua
iba a dormirme
y de pronto me pregunto:
¿Para dónde vamos? Estamos
en la mitad oscura de la tierra,
la otra mitad, iluminada.
Mañana estaremos en la luz
y los otros en lo oscuro.
Esta noche acostado en mi cama
siento el viaje. ¿Pero para dónde vamos?
Recuerdo números aprendidos en otro tiempo:
Alrededor del sol a treinta kilómetros por segundo,
y junto con el sol en la galaxia a doscientos kilómetros por segundo
¿y la galaxia va a qué velocidad...?
Estate tranquilo Felipe Peña caído no sabemos dónde,
y Donald y Elvis enterrados por la frontera con Costa Rica,
estén tranquilos muchachos, que vamos bien.
Girando en el espacio negro
dondequiera que vayamos, vamos bien.
Y también
va bien la Revolución.

 

 

David Escobar Galindo

El Salvador

De Coronación furtiva

Trabajos en los oscuro

Al acostarme, allí, detrás de la ventana
cubierta con alambre fino para que no entren los insectos,
se acerca y engrandece el prudente, vital jazminero.
Resuellan
olores, ruidos de la noche y hojas
altas, polvo del blanco paredón.
El ahogo
de los pinos, la frágil sospecha de los perros.

Es verano.
Es invierno.
Hay luna. O cerrazón. Agua patética
o finísimos velos. Así nace el jazmín, quién sabe cómo
sobre el polvo mojado y el calor de los focos amarillos,
abre su ojo de inmenso vapor de intenso amor
secreto, hereditario…
Se prenden, se solazan
zancudos en los libros y las respiraciones
de los que duermen, lagos que tiemblan al volar
un aullido remoto,
van rompiendo la malla de la carcoma, el pulso doméstico del agua.

Es la noche. Visible. Tangible. Con objetos
próximos – un ropero, una mesa, una pila de libros sobre el piso –
que al cambiar de mirada se dilatan
hasta el encanto, dignos de la vaga negrura.
Ciego monte.
Voraz insistencia de espacio con estrellas en que arde la ironía
del viento.
Según mi liquidez y las chicharras,
según los grillos y los sapos y esta
lucha del sueño contra los olores
punzantes de la tierra mojada
por el aire,
de las flores que van abriéndose en un rito de sangrada impotencia,
de las ropas ahí, de las paredes, las respiraciones,
y el jazmín que no sé
cómo nació, ni cuándo, hay cosas únicas;
oigo que toman agua…
Alguien deja sonar
una puerta de golpe.
Los caballos se asustan y despiertan al hijo
recién nacido de la molendera.

Son las mismas estrellas que vieron el principio
y que verán el fin. Leche animosa del primer ordeño.
Sombras del aire griego,
sombras de claridad en las gotas de lluvia que están evaporándose.

 

Los huéspedes del orden

De espaldas esa imagen de un caballero de Magritte,
con una luna tierna sobre la coronilla,
el cielo es tan profundo
que nada está concluido,
ni la más fija estrella,
y el buscador inmóvil de luciérnagas es un anciano disfrazado de niño,
un rey en su corona de hierro transparente,
mientras suena ese disco de Bing Crosby.
Mexically Rose.
Y crecen en la noche los días como flores intocables, eternas,
y el jazmín va entreabriendo sus pequeños pañuelos.

Sentados afuera, en cómodas sillas, los mayores hablan de política:
el partido oficial, una bella manzana;
el precio del maíz asciende como un globo;
años de vacas gordas.
Los pinos abren sus viejas manos sobre mi cabeza.
Allá arriba la luna es un destello de limón, huele a sangre dorada,
los murciélagos salen de la oscuridad
a saludar la oscuridad.
En lo hondo tiemblan los resplandores de candiles,
cielo y tierra se abrazan sobre un árbol
que suelta sus guayabas, sus espíritus;
ladran los perros mientras los mayores
siguen hablando de política.

¿De donde habrá salido este perfume de aguas clausuradas,
este goteo de ojos desde una esquina del alero,
obras de la cordial naturaleza?
Igual que siempre se discute
sobre los desaciertos del Gobierno,
la reiterada precandidatura
de mi padrino
a la Presidencia de la República,
y las vicisitudes del invierno.
Descalzas sombras huyen.
La tierra se agiganta hacia mi pensamiento.
Desolado misterio de gargantas nocturnas: la canción de Bing Crosby
ya sólo existe en la memoria, pero el agua y las hojas,
la luna, el caballero,
la palabra escondida
en la cruel claridad,
siguen siendo reales,
y la conversación de los mayores.

 

 

De Sonetos penitenciales

LII

Porque el país se llama Juan de Mestanza bañándose en Acaxutla.
Pedro de Alvarado contra montones de anónimos.
Francisco Antonio Gavidia por aquello que dice:
“Desde el cielo, Eloísa, / vuelve hacia mí los ojos…”

Y se llama “¡Huevos!, dijo Galindo”.
Francisco Malespín impulsor de la cultura,
que acabó –quién sabe- con la cabeza en una pica.
Y poetas-curas-militares como J.J. Cañas y J.J.Bernal.

Y se llama “los emplumados de Cacaotera”.
Y otro emplumado magistral: Guerrero, el año 28, en La Habana.
Cosas que tienen nombre: nombre de país/guijarro en las aguas claritas.

Y es que el país se llama “Remontando el Uluán”.
Y “Tierra de Infancia” (porque los pipiles siempre fuimos niños talludos).
Y por eso nos llamamos con sus nombres, apodos, glorias, aventuras y otras vainas.

12-X-81

 

LVIII

Todo lo que pedimos es un país leve-
mente avenido con su propia sustan-
cia, pero sin el trauma de abandono,
ni tampoco, por Dios, objeto sexual

en las revistas del escándalo. Hura-
ños somos como habitantes de una lade-
ra, y así apretamos pequeñas llamas en
la punta de la lengua. Todo sueño es

atroz. Toda miseria hiede a milagro.
Todo espacio entre la fantasía y el
terror se llena de crucigramas en que

al final todas las palabras eran muer-
te, y la ternura gótica podría ser nues-
tro destino, y no el asma proustiana de la ONU.

12-XI-81

 

 

Roque Dalton

El Salvador

De Poemas Católicos

I
Sin reticencias

El niño Dios nació armado con un tambor
y la resurrección de Cristo
era señal convenida
para entrarles a cruzazos a todos los ricos del mundo.

¿Qué es la cultura cristiana
sin la comprensión de esta teología conspirativa?

Mierda.

V
Católicos y comunistas en América Latina:
Algunos aspectos actuales del problema

A mí me expulsaron del Partido Comunista
mucho antes de que me excomulgaran
en la Iglesia Católica.

Eso no es nada:
a mi me excomulgaron en la Iglesia Católica
después que me expulsaron del Partido Comunista

Puah!
A mí me expulsaron del Partido Comunista
porque me excomulgaron en la Iglesia Católica.

VII
La filosofía como ingratitud

El doctor Julio Fausto Fernández fue
Secretario General
del Partido Comunista
de El Salvador.

Luego traicionó,
y fue Ministro de Justicia
de un dictador
y fue diplomático
y profesor de la Universidad
y escritor muy famoso.

Para explicar su cambio
escribió un libro titulado
Del materialismo marxista al
realismo cristiano.

¿Qué va a hacer ahora el pobre
Doctor Julio Fausto Fernández
cuando el realismo cristiano
se convierta cada día mas
al materialismo marxista?

VII
Todos los cambios de Roma
llevan a la dialéctica

Tesis: Pío XII
Antitesis: Juan XXIII
Síntesis: Pablo VI


De Taberna y otros lugares

Buscándome líos

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.

 

 

Miguel Ángel Bustos
(1932-1976)

Argentina

De Fragmentos fantásticos (1965)

Fragmentos fantásticos

1. Hemos cambiado nuestro destino de dioses por un destino de mercaderes.

6. Somounian. Kalebouris. Atail.
Ángeles que pudieron existir.

7. Cuando murió mi padre nació su olvido.

17. Reza, reza, hasta que se te gaste el Dios.

45. Tocan a degüello.
            Supongo que nadie, que ningún hijo negará a su madre. Ya sé, ya sé. Darán la 
garganta.
            Dejaremos sólo en la tierra una cruel vagina entre los zarzales. Del cielo bajará un 
cohete de puro aluminio lleno de semen. Sí, señores.
            El cielo se hinchará de voces algún tiempo en el tiempo.
            Ahora del Infierno, no sé no sé.
         
46. Es inútil. Mi Bisabuelo me decía TANTI GOMARRA espuria TIMOMO, ESPORATA.
 Yo he seguido al pie de la letra estos hermosos consejos.
 Pero nadie me ESPORATA. Cuando muera, en una cuerda o un blanco río, dirán S
U U U U U.
 Y me iré a los ESPORATAS con la sangre y mi corazón tejido. De qué ¡Oh 
TIMOMO TIMOMO! ¡Nadie es bello en este lado del culo mundial! Oh Virgen, oh infiel 
con el Sanjosé, pobre judía alucinada por tu vientre hirviente y sapiente! ¡Oh Virgen 
bésame, que yo te haré un Dios!
 En sobre del raje, del pito y del Espanto Atranco. Harén.

69. ¿Qué seré yo en cien años, sino una bocanada lúgubre entre tablas y olvido? Encantamiento futuro, perdón.

78. Amor, explosión del alma con el pene niño, tibio, sin saber qué hacer, seguro ya del olvido y el polvo del siglo.

82. Bajo la vagina pestilente del Cielo de Cristo, la jauría de los esclavos.

 

De Visión de los hijos del mal (1967)

Vientre profeta sin tiempo

Yo no soy de ningún siglo.
Vivo ausente del tiempo. Soy mi siglo como soy mi sexo y mi delirio.
Soy el siglo liberado de toda fecha y penumbra.

Pero cuando muera, el profeta que hay en mí se alzará como un niño sin moral y sin patria. Un niño loco con lengua de alaridos. Entonces amanecerá en el millón de
Galaxias.

Madres del futuro; cuidado; cuando muera puedo volver.

Entonces, ay, vientre que me aguardas, dulcísimo catedral de tinieblas.

Comunión salvaje

Me como a dios.
Como mi salvación y espanto.
Corazón de los sentidos digiere la cúpula celestial.
Ahora estoy en el campanario, un campanario tímpano católico y extinguido.
Con el bronce, con la trompa badajo en el viento inflamo los mares.
Que todo sea una salvaje profecía amor poseído amor ido.

 

 

José Ángel Cuevas

 Chile

 

 

De MAXIM – Carta a los Viejos Roqueros

 

 

Carta 67

 

Todos se fueron a sus casas después que cayó El Régimen

una mujer imbécil dijo

que no escucharía nunca más Radio Cooperativa

que el tambor Police la volvía loca.

 

Estaba loca/ creía que ELLA había hecho caer El Régimen.

 

NUNCA MAS ME VOY A PREOCUPAR DE ESTE PAÍS

me dijo

 

Que se iba a descolgar

Que iba a seguir el curso del goce

Que los ricos no eran malos

Que los pobres no eran buenos

 

Después se fue a vivir a una casa de masajes.

 

(…)

 

 

Carta íntima

 

Yo no soy un árbol cubierto de vendas/ llagas/ sangre seca.

Ni soy el mar lleno de pájaros muertos en la estrechez

de los ríos que vienen a dar. Vientos negros que suben/

nubes que estremecen los golfos del Sur.

No soy una pieza llena de tornillos y alicates

gomas/ tuercas/ olor a aceite añejo/

Yo no soy mi padre ni mi madre.

 

Mi casa está cambiada

le pusieron murallas en los jardines/ donde se sentaban

unos tipos hace años hoy hay tablas,  candados.

El dormitorio mayor es Oficina.

 

Una superpoblación de gente tirada en el suelo,

traen orquestas malas.

 

El patio de atrás está lleno de servilletas

comida, aguas servidas.

Y todo se ve pobre, muy pobre.

 

Los árboles siguen allí

llenos de pájaros de otras épocas

 

 

 

RELATO Y LETRA ROCK DE LA CÁRCEL

 

Listado Nacional de los que no podrán volver jamás a las patrias,

Los otros están en las listas G. P. del Estado Subsidiario,

Todo el camino sembrado de cadáveres.

 

Así como sus afiliados del Apocalipsis,

y luchadores por la paz que ofrecían Paquetes

de medidas, el Grupo Bondi, los pobres tipos

de las financieras lloraban.

Me importa un comino.

 

 

 

De Poesía de la Comisión Liquidadora

 

 

Cierta gente

 

Gente que ha caído en una profunda depresión

se perdieron como cuadros revolucionarios

al interior de sus mundos/ ríos espesos y negros/

duermen/ duermen y no quieren despertar

o al revés sufren insomnios agudos/

abren sus archivos personales cada noche

al padre/ la madre/ un auto botado en la calle/

un camino lleno de bares/

un Gobierno posmodernista.

 

Eh, cómo seguir en esta pieza/

oyendo martillazos/

llantos/ mares de la noche.

 

 

 

A quién le importa

 

Ya poco importa este cuartel de mierda

No sé por qué me quedé adentro

en forma estúpida

 

y no me fui feliz a Alemania/ yo también/

comiendo y tomando como Ralf HB:

o Arnulfo FK. riendo, riendo siempre

 

Con mi historia quería estar

como buen izquierdista,

escribí unos salmos que no

interesaron/

 

A su Vuelta/ los Chicos renovados/

se hicieron cargo del Asunto/

 

los de acá adentro leían panfletos/

los de afuera dinero sólido/

los de adentro mierda/ y miérdola

 

Oh, el Gran arreglo de los bigotes

las mejores minas

los mejores restaurantes

 

Ya no importa nada/

mis amigos son una llama viva

de alcohol/ una piltrafa humana

Los que dieron su vida en la clandestinidad/

del ex Chile.

 

 

 

Compiladores: Diego Sánchez y Martín Rodríguez

 

 

 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Leotta, Juan Pablo Liefeld
sección artes visuales: Florencia Pastorella
Control de calidad: Sebastián Hernaiz
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Michael Chelich, Monolith (detalle).