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La Sombra sobre La Plata

Sobre Cerca, de Daniel Kruppa (Paradiso, 2006)

por Alejandro Soifer

Fruto de un sue�o positivista, la ciudad de La Plata siempre se erigi� como el triunfo de la raz�n milim�trica e instrumental. Su trazado de diagonales inconfundibles y su planificaci�n exhaustiva, su prestigiosa Universidad Nacional y su Museo de Ciencias Naturales, entre otras postales ineludibles, la convirtieron desde siempre en fortaleza del orden y el rigor de la raz�n (aquellos que no pueden adquirirla son eliminados del sistema en el rechazo a su ingreso a la Universidad en una ciudad que vive a la sombra de �sta).

Sin embargo, en Cerca (nouvelle y carta de presentaci�n del periodista Daniel Krupa n.1977) el entorno de la raz�n se convierte en marco de lo pesadillesco. El relato articula dos planos dentro de la ficci�n: una posible realidad dentro de la ficci�n y una posible ficci�n dentro de la ficci�n, planos que se entrecruzan hasta perderse los l�mites entre uno y otro.

Amparado en esto, Xauser, el protagonista (que lleva en su nombre la X de la indeterminaci�n) plantea su vida como medio para adquirir experiencias que pueda plasmar en su novela interminable (El sentido de lo fugaz):

?Para Xauser, su vida y todo lo que gira alrededor de ella debe ser funcional a su escirtura: el resto no sirve.?

Superados ciertos peque�os vandalismos que recuerdan a Silvio Astier intentando quemar una librer�a, la necesidad de experiencia vivida para convertirla en literatura se transforma en una b�squeda de experiencia que se pueda convertir en ficci�n y ficci�n que empieza a apoderarse de la experiencia en el entrecruzamiento difuso de planos. As�, el narrador opera por exceso de situaciones que var�an entre el bizarro y el terror g�tico de claras reminiscencias lovecraftianas.

Por momentos remitiendo tambi�n a ciertos sectores de la obra de Aira, se dan situaciones bizarras como ser una novia en una silla de ruedas oxidada y el morbo de mantener relaciones sexuales sobre ella para sentir el chirrido de los fierros en el comp�s del movimiento, un amigo de infancia muerto cuando le cae un �rbol encima, una muchacha tambi�n aplastada pero por un cami�n cisterna en una situaci�n pat�ticamente absurda o el suicidio trasmitido por TV de un abuelo anarquista. Pero en Cerca el bizarro se convierte en g�tico, y en especial en terror f�sico, d�nde el cuerpo involucrado debe experimentar el horror en su propia carne. Y esto lleva, como en Lovecraft, al suicidio o la locura.

La Plata provee el escenario, con su geometr�a perfecta de d�a y acechante en la eterna noche que se cierne sobre ella, y se convierte en un entorno amenazante como puede serlo un viejo caser�n ingl�s en la campi�a estadounidense o la m�tica Ciudad G�tica:

?La Biblioteca de la Universidad Nacional de La Plata podr�a servir de escenograf�a para cualquier saga de Batman. O una remake de Otra vuelta de tuerca.?

No faltar�n tampoco referencias a misteriosas congregaciones religiosas con prop�sitos desconocidos pero claramente amenazantes, o inquietantes criaturas acu�ticas como explicaci�n racional e irracional al mismo tiempo del horror desatado:

?Su rostro (...) se metamorfosea cuando �l reproduce aquellas palabras que hab�a pronunciado su hermana sobre ?la limpieza de las larvas y necronautas?. Es en ese tramo del relato en el que Marian capta que es hora ya de aclarar algunas cosas, de explicarle a ese desorientado chico de provincia que, por lo que cuenta, est� intercediendo en un t�pico caso de sirenas...
Marian dice: S�, se las denomina ?sirenas? porque son entes que de alguna manera se relacionan con el agua, en todas sus formas. (...)
Marian no para, habla con ganas. Le pregunta: �Acaso Frank no estaba a un par de metros del lago? �Acaso no estaba lloviendo el d�a en que tu novia fue tirada a aquella pileta? Y supongo yo, que tampoco hace falta que te explique la relaci�n, directa, entre la muerte de tu abuelo en aquel programa de tele y el agua �no??

Las analog�as se pueden establecer con facilidad: La Plata /Innsmouth ; Sirenas / Profundos ; Extra�a orden religiosa / Orden Esot�rica de Dag�n ; Marian, personaje que cumple la funci�n de informar al protagonista acerca de la presunta verdadera naturaleza de los sucesos extra�os, tan incre�ble y aterradora que el protagonista se ve obligado a rechazar la versi�n o caer en el suicidio o la locura / Zadok Allen, personaje que cumple la funci�n de informar al protagonista acerca de la presunta verdadera naturaleza de los sucesos extra�os, tan incre�ble y aterradora que el protagonista se ve obligado a rechazar la versi�n o caer en el suicidio o la locura ; Cerca / La sombra sobre Innsmouth.

El terror f�sico de Lovecraft se adapta a la perfecci�n a la necesidad de la narraci�n que requiere alimentarse de experiencias que le sirvan como marca inicial para desarrollar una escritura: la b�squeda de Xauser. Contin�a, de este modo, el entrecruzamiento de planos de la ficci�n para inclu�r una referencia en forma de reescritura de alguna parte del Cementerio de animales de Stephen King (heredero de algunas de las premisas de la po�tica de Lovecraft). Experiencia real y ficticia, reescritura y escritura que se ven plagadas de la referencialidad externa como atenta marca que se�ala lo ficcional: adem�s de los intertextos mencionados, el narrador juega tambi�n con la imagen de Linda Blair en El exorcista.

Como en un discurso de voces superpuestas, pasando del absurdo-bizarro de inspiraci�n aireana hasta llegar a una ciudad en la que se ha posado una noche eterna, una sombra indefinible y seres que moran en las profundidades esperando el momento para alterar negativamente la realidad humana, con una ciudad desierta donde todos conocen al intruso pero el intruso no conoce a nadie y en la que s�lo circula un micro vac�o con un conductor callado, La Plata se transforma en una ciudad amenazante, irreal y pesadillesca:

?Cuando llega el micro, no se sorprende de que venga casi sin pasajeros. Desde que puso un pie en La Plata, todo es extra�o, nada tiene explicaci�n y la noche dura m�s horas de lo habitual; la noche dura m�s horas de lo habitual; la gente camina en silencio, sin hablarse, como zombies, y de un segundo a otro la ciudad entera tambi�n puede vaciarse, como en este preciso instante. Todo es imprevisible. Todo. Ahora, por ejemplo, la temperatura baj� tan r�pido que de la boca de Xauser sale un rastro de vapor.?

La Plata se convierte en la m�tica ciudad creada por H.P. Lovecraft y en el proceso se convierte en Literatura, en posibilidad de escritura. Precisamente aquello que Xauser necesita, capaz de inventar experiencias (la muerte de su padre) como excusa para rasgar la virginidad de la hoja.

La contaminaci�n de la letra se traslada de la hoja a la ciudad y de la ciudad a la hoja y luego a Xauser. En definitiva, qu� plano es ficci�n dentro de la ficci�n, qu� plano es enso�aci�n diurna y qu� plano es realidad monstruosa es de poca importancia mientras siga en pie la posibilidad de seguir escribiendo. Hasta el momento final, la muerte, el momento en que ya no hay forma de escribir ni que la realidad escriba sobre uno. Xauser lo sabe y por eso el protagonista de su novela puede tomar la decisi�n del suicidio como �nica soluci�n posible.

Claro, una vez muerto el autor... �A qui�n vamos a interrogar acerca del verdadero significado de su texto, de su experiencia? Como en Lovecraft, una vez m�s, el suicidio y la locura cumplen la doble funci�n de clausurar el texto y cerrar la posibilidad del sentido, dej�ndolo donde corresponde: en las sombras.

Alejandro Soifer

el interpretador acerca del autor

Alejandro Soiffer

Naci� en 1983, estudia Letras en la UBA, tiene una novela in�dita y administra el blog:

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N�mero 29: diciembre 2006 - El juego de los cortes Sobre El intervalo, de Ramiro Quintana (libros)

Direcci�n y dise�o: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: In�s de Mendon�a, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Leotta, Juan Pablo Liefeld
secci�n artes visuales: Florencia Pastorella
Control de calidad: Sebasti�n Hernaiz

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Margen inferior: Gianfilippo Usellini, Il gelataio (detalle).