el interpretador poesía

 

Parafernalia

(selección)

Diego Lebedinsky

 

 

 

 

¿He de esperar al deshollinador
de las siete cuando ya a las cuatro
el humo nos ha sofocado?

Néstor Perlongher

 

ii
Cuando fumo, es increíble

mis manos parecen de otro cuerpo
de otro cuerpo digo
y me las toco

las froto y les doy calor

agarro una botella
como a un mapamundi

enciendo un cigarrillo

algún día del techo de mi casa
se van a caer algunas estrellas
agarradas con alfileres

dientes de leche

hablo
digo por ejemplo:

                              la lejana emancipación de la piel 
es escasa comparada
a los vientos de tus pestañas
a los espacios vacíos entre besos

vos decís, yo escucho
vos callás, yo me desvelo

La vecina reta a su niña
que ya debería estar dormida

la pequeña desobedece
y se burla de la madre
causándome risa

¿Será alterada como yo?
¿Sabrá escribir poemas?

¿La edad es una montaña o una llanura?.

 

 

iv
Escribo un poema

miro por la ventana y veo las ojeras de la noche
veo mis ojeras en la ventana

atascadas en el camino
por piedras o por arañas

Tengo sueño, no de soñar
sino de dormir

prefiero:
que las imágenes se esfumen
que los ojos floten frágiles

Quiero silencio shhhhhhhhhhhh

estoy intentando dominar mi sueño.

Tu presencia y las de otros

                             muertos, caballos, drogones
poetas, malditos,


se presentan
entran
salen

viven de mis cavidades oscuras
como marcianos

están y no están

un diván deshojando     madres 
padres
hermanos
sexos
dolores
angustias
nombres
cocaína
síntomas

las mecánicas de la vida se deterioran
se descomponen

                             engranajes
válvulas

todo parece dejar de funcionar

el sueño llega por unas horas
camino por lo que imagino ser yo

isla
pantano
bosque
fauce de hambre
timbre de leche
escoba de bruja
mancha de tigre
espalda de alfombra

silencio
respiro

me pierdo

              camino

busco encontrar 
sigo perdiendo

 

 

vii
Soy caparazón de tortuga

o no,
fui caparazón
plateado, doblado en cuatro

tanque de guerra
florero de septiembre
mano única
tijera
corte
tajo
grieta

Un mundo al vacío. Un vacío
en la palabra

                     ladrillo 
arena
tierra
cemento el cielo.

x
Por mi boca
el género amarillo
se torna humo

ni esto, ni lo otro
ni lo de mas allá

cambio de cuadro
enfermo el pulmón

Una chica lee un libro sentada al sol,
en un bar.
Mira las hojas y el vaso
con jugo de naranjas recién exprimidas.

La primavera le humedece la piel.
Bebe de la pajita blanca... de pronto...

Perfume no a vos
y a ausencia

silencio sin nombre.

 

 

xi
La noche llegó puntual
apenas la vista enfoca
hace reírnos de nosotros mismos

la locura, que loca

Se me hacen nudos de corbata en la garganta
y a vos se te aflojan las palabras y los ojos

ya nos queremos de nuevo

 

 

xvi
Esta mañana
sola
subida al sol

Me gustaría tener un acercamiento
un reflejo más fiel de mis deseos

apago los ojos un rato

veo una cara
una seca

no intento fugar
ni armarme de valor
soy moneda

círculo sucio
que se olvida en cualquier silla

 

 

xix
Se abre una boca
el aire se llena de moscas
de papeles de caramelos

esa lengua pica
duele sobre la piel

escapo a vos
de vos

suelo encerrarme dentro de un grito
suelo dejarme a la deriva

 

 

Diego Lebedinsky

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 
               

Diego Lebedinsky

Nació en Buenos Aires en 1973.

Publicó El jardín de la impaciencia (Aurelia Rivera- 2003) y Verde Chino (Zorra poesía- 2005).

Organiza el ciclo de poesía Past to morrow.

 
   
   
 
 
 
Dirección y diseño: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: Inés de Mendonça, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Leotta, Juan Pablo Liefeld
sección artes visuales: Juliana Fraile, Mariana Rodríguez
Control de calidad: Sebastián Hernaiz
 
 
 
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Richard Mueleer, Little Levitating Marsha (detalle).