el interpretador poesía

 

Dos poemas

Ariel Schettini

 

 

 

 

Pulgarcitos

La hipótesis de que el SIDA desciende
De los monos es falsa.
Y sin embargo, la hipótesis contraria,
Que cuenta que un matrimonio de dos varones quería
Tanto tener un hijo que le
Pidieron a Dios que les mande uno
Aunque sea chiquitito o microscópico
Y que Dios los bendijo mandándoles no uno, sino
Innumerables en el conteo de laboratorio.
Y que, por lo tanto, ahora vivimos la Edad Media de
Los pequeños bebés atrofiaditos en el cuerpo
Embarazado de mutantes
A fuerza de su propio deseo.
Y que los mutantes mueren por falta de cuidados
Y de compresión.
Y esas vidas rústicas que nacieron y que llaman “virus”
merecen desarrollarse y crecer
Esa hipótesis que hace del cóctail de drogas
un abortivo porque destruye
La vida de los pequeños seres
que se incuban en el cuerpo
humano,
También.

 

Publicidad subliminal

El cruce de mi velocidad de zapping
Con el fin de un programa
En National Geographic Channel
Me hizo ver apenas un cuadro de los 24 o 25
por segundo.
Y ni tocó mi conciencia, pero lo vi.
Lo sé porque ahora sólo quiero
Lagarto de Komodo

Quiero Lagarto de Komodo,
Quiero Lagarto de Komodo.
Y lo quiero todo el tiempo.
No lo quiero una vigésimo cuarta parte de segundo
Ni una vigésimo cuarta parte de lagarto.
Lo quiero siempre.
¿Y para qué lo quiero?

Lo quiero para tenerlo, para comerlo,
Lo quiero para consumir. No me importa
La naturalidad de su producción.
Quiero Lagarto de Komodo, quiero Dragón.
Lo quiero para comprarlo, porque esa imagen
Que asaltó mi subconsciente
Se convirtió en vicio y dependencia.
Lo metieron en el cerebro sin que me diera cuenta.
Y empezó a comerlo por adentro, a consumirlo y enajenarlo.

Fue un Product Placement totalmente involuntario.
Mi conciencia no lo vio.
Sólo el deseo, porque es más veloz
Que la velocidad de la luz.

Ahora: Lagarto de Komodo es mi única felicidad.
Y tengo, porque no tengo Lagarto, síndrome de abstinencia:
Si no hay lagarto de Komodo (o por lo menos su jugo para tomar)
No quiero nada.
Prefiero morir en una isla perdida
Tirado mirando la luz del sol,
Esperando las bestias carroñeras que me rompan en pedazos
Y me deglutan instintivamente.


 

©Ariel Schettini

 

 

 
 
 
 
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Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Lukasz Banach, Obra (detalle).